Sara

Piel de seda y aroma de jazmín, paseaba ante mi casa mientras mi pie desconchaba la pared, trazando señales de amor.

Tuvo vida amarga con otros.

Cuando quiere sonreír y endulzar su pecho, viene a leer la sombra que hace años dibujó mi pie: un corazón y un nombre: SARA.
Escrito por Pablo Núñez - Twitter

41 comentarios :

  1. Pablo nos cuentas la bella historia de amor que alguien siente por Sara, de un amor por lo que veo imposible, que nunca se encontró más que bajo la sombra de un árbol donde ese alguien dibujo un corazón y su nombre.
    Lo has contado vomo siempre de forma excepcional, con un halo de ttisteza en esa frase central.
    Sabes Pablo solo tengo una duda si es un amor entre personas, ya que en el fondo mi pensamiento me dice que no, no sé el frío me atonta tal vez. Esto es el riesgo de comentar el primero y eso que me he esperado.
    De todas formas me ha gustado.
    Un abrazo.

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    1. Querido Javier, yo admiro mucho que seas el primero en comentar casi siempre. En cuánto a tu interpretación, te voy a poner un extracto del prólogo que escribí para nuestro libro:

      En cincuenta palabras no cabe una historia... solo

      Rotundamente, no. En cada microrrelato cabe un sinfín de historias entrelazadas por la maestría de la pluma de quien lo escribe. Pero ahí no acaba todo. Tú, lector, serás el que lo termine. El relato te dejará mil puertas abiertas para que entres y cierres la que más te guste.

      Pues eso, querido Javier, el relato es tuyo y cierra la puerta que más te guste. Ese debe ser el cometido de un microrrelato: que lo continúe y lo termine el lector. Y tú eres un gran escritor y un estupendo lector, así que estoy seguro de que lo rematarás de una forma sublime.

      Gracias, querido amigo.
      Un abrazo.
      Pablo.

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    2. Muy buen comentario de devolución y una gran respuesta.

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    3. Muchas gracias, Lu.
      Un beso.
      Pablo

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  2. Quizá ese amor del pasado que sabemos tuvo (y tiene) una vida amarga, también la habría tenido si no nos hubiera rechazado. ¿Quién sabe?
    Un micro triste.
    Saludos, Pablo

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    1. Cierto, Plácido. El no haber vivido un presente con ella nos deja la incertidumbre de no saber cómo hubiera sido ese presente y si ese amor, diría que platónico, se hubiera desinflado por el roce de la monotonía. O quizá se hubiera mantenido por la fuerza de los corazones. Como he dicho a Javier, creo que lo bueno de estos relatos tan breves es que uno deja el esbozo de una historia para que el lector la remate como más le guste.
      Un abrazo y gracias por pasarte por aquí, Plácido.
      Pablo.

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  3. Las leyes que rigen el amor producen a menudo crueles despropósitos como este que nos cuentas. Y me pregunto que será mejor, si obedecer a los dictados del corazón o tener más cosas en cuenta antes de decidirnos. O, dicho de otro modo, compartir tu vida con quien amas o con quien te ama. A Sara parece que le habría ido mejor con ese chico que pagaba su frustacion, aunque dulcemente, con la pared, pero se dio cuenta tarde. También es cierto que la única manera de saberlo era la que eligió. En fin, que a mí me ha dado que pensar esta historia, además de haberlo pasado muy bien leyéndola, reconociendo en ella al Núñez más puro y romántico.
    Enhorabuena, amigo, por esta nueva y hermosa contribución al universo cincuentero.
    Un fuerte abrazo, Pablo.

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    1. De lo que estoy seguro es de que a ese chico, triste y solitario, le hubiera encantado pasar el resto de sus días con esa chica de pliego de seda y que desprendía aroma de jazmín a su paso. Además, supongo que nunca fue capaz de decir nada a Sara y tan solo, de tanto desconchar la pared, dejó esa pared tatuada que, por más que la hayan blanqueado no han podido borrar esas señales de amor que dibujaba con su pie.
      Ahora Sara, tras conocer la amarga vida con quien no la trató bien, cura sus males con ese dibujo que permanece en la pared, y en el corazón de ese enamorado anónimo.
      Gracias por tus palabras, amigo.
      Un abrazo
      Pablo.

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  4. No se cual es el trasfondo tu excelente y triste relato, Pablo. Pero sí sé, ahora que no está mi mujer, que Sara siempre ha sido mi nombre preferido de mujer, aparte de Celia, que era el de mi madre. Me has traído a la mente con este Sara un montón de canciones tituladas así, como pueden ser las de Emilio Cao, El último de la fila, Revolver, Os Cempés, Bob Dylan y creo que muchas más (no pienso mirar, hasta dentro de un rato, en google). Enhorabuena y suerte. Saludos.

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    1. Sara también es uno de mis nombres favoritos, Jesús.
      El trasfondo de la historia es simple: un chico enamorado de Sara, apoyado en la pared, dibuja con su pie un corazón y el nombre de su amada pero la tan inalcanzable, que no le dice nada. Al cabo de los años, ella se para a leer su nombre y el corazón en esa pared que, a pesar del tiempo, sigue viéndose la sombra de aquellos desconchones. Más bien es una historia de desamor.
      Te sumo otra canción: la de Fleetwod Mac.
      Un abrazo.
      Pablo

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  5. Se me escapa, Pablo. A mí no me parece que el relato vaya sobre una historia de amor «convencional». El que un pie desconche la pared y al mismo tiempo dibuje una sombra, me hace apuntar hacia el lenguaje poético... Pero, ¿qué clase de pie?, ¿de un árbol?, ¿una estatua?, ¿una lámpara?
    Luego, el que escribas SARA (con todas las letras en mayúscula) me hace pensar en siglas, marcas, etc.

    Aquí seguiré, la calidad de tus textos merece todos los quebraderos de cabeza del mundo.

    Un abrazo, estimado amigo.

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    1. Querido Vicente, gracias por tus halagos. La historia que creé en mi mente es simple: un chico ve pasar por delante de su casa a su amor platónico y mientras la ve, y huele su aroma, dibuja en su pared un corazón y el nombre de su amada. Al cabo del tiempo, ahí queda su firma, como una sombra y que Sara, tras una vida desgraciada, se podrá a contemplar para recordar aquellos tiempos felices en los que era admirada por su anónimo enamorado.
      Un abrazo.
      Pablo.

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  6. Aquello de "nadie te querrá como yo te quise" se cumple a la perfección en tu relato. Puede que él, en un principio, actuase de forma anónima, pero ella acabó por saber lo que sucedía en esa pared cada vez que pasaba cerca, el bajorrelieve cada vez más profundo con el que se le prestaba el mejor homenaje. Hubiera podido hacer algo para que ese amor que le profesaban se convirtiese en real, pero entonces, tan lozana y encantadora, saturada de pretendientes, prefirió elegir otros caminos, que se revelaron torcidos, como se refleja en esa frase de cinco vocablos que divide simétricamente dos párrafos de dos líneas, dos épocas muy distintas. El tiempo quita y da razones, ahora quisiera dar vuelta atrás al reloj, actuar de otra forma. Sólo quedaría pedir que no sea demasiado tarde, que pueda localizar a aquel que tanto le admiraba, que lo platónico termine por materializarse.
    Sensibilidad a raudales y escritura exquisita, qué más se puede pedir.
    Un abrazo fuerte, Pablo

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    1. Ángel, yo no hubiera podido explicar mejor esa historia que me rondaba por la cabeza hace más de un año, que esa es la edad que tiene este relato.
      Como digo, el relato es del que lo lee y me encanta que cada uno le dé la interpretación que sienta, pero con la tuya, parece que te has metido en mi cabeza cuando lo escribía.
      Muchas gracias por tus palabras, Ángel.
      Un fuerte abrazo, mi muy querido amigo.
      Pablo.

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  7. De niño, nos tatuábamos un corazón y el nombre de la niña que nos gustaba en el brazo con "leche eterna" (savia irritante de una planta que nos dejaba la piel marcada unos días) . Era un acto de amor desesperado, casi una prueba, confiados en que a la tarde ella lo vería y caería rendida a nuestros pies. Y casi siempre nos daban calabazas, porque las chicas de nuestra edad tenían ojos ya para los chicos de más edad. Así que puedes imaginarte cómo he disfrutado el micro.
    Además de bien escrito, el tema cumple a la perfección la función catalizadora, la que hace que el micro destile su pócima sentimental en el subconsciente y uno se deje invadir por un no sé qué evocador, que luego, en la historia en sí del relato, deja un poso tristón, pues nos abre una puerta a pensar que todo hubiera podido ser, tal vez, mejor para los dos. Pero bueno, a tiro lo tienen. Si ese corazón no se ha borrado con el tiempo es, claramente, una SEÑAL. No es verdad que nuestro tren pase una sola vez en la vida, (ese es otro cuento al que Margarita tendría que poner solución), los trenes están pasando de continuo y cada día, lo que hay es que querer tomarlos, sin mirar atrás, nos lleven donde nos lleven. Que esa ya, es otra cuestión.
    Te mando un fuerte abrazo, Pablo, con mis deseos de que todo vaya bien.

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    1. Manuel, cómo me gustan tus comentarios. Son verdaderas obras de arte que realzan los relatos. Estoy de acuerdo contigo: pasan muchos trenes y hay que coger alguno.
      Muchas gracias por tus palabras.
      Un abrazo.
      Pablo.

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  8. Pablo, nos relatas una historia de amor que nunca pudo ser posible y que tras una vida en otros brazos, ella vuelve con nostalgia al lugar donde él dejó su amor, latiendo en el corazón que dibujó con su pié en la pared.
    Espero que la vida les de otra oportunidad de hacer realidad su sueño.
    Muy bonita historia.
    Besos.

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    1. Muchas gracias, Pilar. Me alegro que te haya gustado.
      Muchos besos y muchas gracias por tu comentario y por tus buenos deseos que me llegaron por tuiter a través de un amigo en común.
      Pablo.

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  9. ¡Cómo es el AMOR y cómo es la VIDA! Que nos lleva a la cúspide para hacernos tocar el cielo y, otras veces, nos baja al infierno de la forma más cruel.
    Me he enamorado de esta historia, me apeno por la vida que ha tenido Sara y por lo que sufrió el protagonista de tu micro en sus días de paredes desconchadas por zapatos frustrados. Y al mismo tiempo, me alegra que Sara vuelva para sentir e intentar "agarrarse" a la sombra de un corazón desgastado que en su día no supo apreciar. Como romántica empedernida que soy, solo me queda pensar que tu protagonista va a hacer algo, primero por Sara y luego por esa pared, que ya va siendo hora de darle una manita de pintura, ja, ja, ja...
    Mi querido Pablo, me fascinan las historias de amor, sobre todo cuando están tan bien contadas y escritas con todo el sentimiento del mundo. Para mí el micro, no es que sea de podio, sino de Matrícula de Honor.
    Por cierto, el título, que yo sé que le das muchísima importancia, me parece un acierto de pleno, sencillo y sin muchas pretensiones, justo lo que necesitan estas cincuenta palabras para darle toda la fuerza y brillo que rezuman.
    Felicidades por tan buena obra, este micro lo enmarco y lo pongo en lugar privilegiado.
    Un besazo.
    Malu.

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    1. Malu, me has dejado noqueado con ese pedazo de comentario que has hecho a mi relato. Es lo mejor que me han dicho desde que estoy en cincuenta y no sabes lo importante que es para mí, sobre todo viniendo de mi madrina.
      El gran premio de cincuenta no es llegar a la final ni ganar, sino recibir un comentario como el que me has hecho y conocer a gente tan maravillosa como tú.
      Un besazo y gracias por el subidón.
      Obviamente, yo lo que voy a enmarcar es tu comentario.

      P.D. He querido dejarte aquí la continuación de la historia de Sara. Este cincuenta, es para ti, madrina.


      El futuro de Sara

      Hoy, Sara ha llamado a mi puerta. Al abrirle, mi mirada ha derramado todo el amor que tenía guardado desde hace tanto tiempo. Ha traspasado el umbral y sé que nunca nos separaremos. Le haré olvidar los años amargos y ella ya ha conseguido que no recuerde los de espera.

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  10. A mí lo que me gusta de Sara es, que aparte de que pueda estar bien escrito, lo fácil que el lector puede hacer suyo ese relato. Porque todos tenemos una Sara, y seguramente seamos Sara para alguien. Por eso no es un relato que se lee, sino que,más bien, se siente.

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    1. Eres un artista. Lo llevas en la sangre y eres capaz de ver con toda claridad lo que esconde cualquier relato. Nosé cuánto agradezco que te hayas pasado por aquí para dejarme estas palabras tan sabías.
      Un abrazo, amigo.
      Pablo

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  11. Tu historia está cargado de sentimientos de amor, sobre todo, y también de amargura para Sara al lado de otros. Sólo le hace sonreír esa pared. Es una historia muy bonita. Los amores del pasado siempre dejan huella.
    Muchos besos, Pablo.

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    1. Olga, como bien dices, los amores del pasado siempre dejan huella, como el de Sara.
      Un beso muy fuerte y gracias por pararte por aquí.
      Pablo

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  12. Pues yo había interpretado que el chico al manejar los pies, tanto para desconchar como para dibujar en la pared el corazón, tenía algún problema en las manos y ella lo despreciaba por este motivo. Luego, cuando en los demás no obtiene lo que esperaba, sí acude a él como consuelo, porque sabe que esa sombra con forma de corazón encierra lo más parecido al amor sincero que ella andaba buscando. Un relato que condensa muy acertadamente una historia de amores no correspondidos. Me ha gustado mucho, Pablo. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Juana. En esa sombra está condenado todo el amor que tiene el protagonista por Sara.
      El hacer el corazón con el pie es porque imaginé al protagonista apoyado en la pared de su casa con un pie apoyado en ella y dibujando lo que su corazón siente y su boca no se atreve a decir al ver pasar a Sara, dejando en su cabeza la piel de seda y el aroma de jazmín. Lo de definir lo que ve en ella a través de su piel y su aroma, es un recurso que me gusta mucho de algunos escritores sudamericanos, por ejemplo del brasileño Jorge Amado.
      Este relato está inspirado en su manera de narrar, aunque claro, a años luz de distancia de Amado
      Un beso, Juana.
      Pablo.

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  13. ¡Qué historia más hermosa! Rezuma no sólo aroma a jazmín, también a amor puro y con mayúsculas. En tu micro das cabida tanto a la dicha de amar como a sus estragos. Sé que este micro habrá tenido sus detractores, ;-) pero a mí me ha fascinado. Corre mucha sensibilidad por tus venas, Pablo. Un beso y un abrazo tan grandes como este micro.

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    1. Perdonen los caballeros pero al leer los diferentes conectados, me he dado cuenta que las mujeres tenéis más sensibilidad a la hora de interpretar un relato de amor. Habéis pillado rápidamente lo que encierra lo que he querido transmitir. Prima, no sabes cómo me gusta lo que has escrito. Ya somos familia y lo único que no me gustó del día que estuvimos juntos es no poder alargar el tiempo.
      Un besote.
      Pablo.

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  14. Qué bien irradias el contraste de los sentidos que Sara se perdió, con el tacto y el olfato, frente al gusto amargo de su mala elección. Un amor sentido tan lejano que sólo un pie podía dar cuenta de él, pero tan profundo y desgarrador como las marcas que dejaba en la pared.
    Elegir siempre es un qué y un instante. Tú relato nos enseña que, al final, podemos intentar volver al qué, pero nunca al instante.
    Un relato que rezuma sensibilidad y talento para saber transmitirla. Enhorabuena.
    Me encantó conocerte, Pablo. Compartir un buen rato de charla contigo fue una de las maravillas de ese inolvidable día.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Antonio, como siempre es un placer leer tu comentario. Da gusto ver cómo consigues realzar cada micro que comentas. Eres muy generoso y una gran persona. Para mí será siempre inolvidable nuestra charla. En Madrid ya comenté que para este mes había elegido un relato muy especial para mí que me gustaba y que tenía escrito hacia mucho tiempo. Me alegro que se haya publicado antes de que se cierre esta primera etapa de cincuenta palabras.
      Y me alegro de que te haya gustado. Un beso para tu encantadora mujer y un fuerte abrazo para ti. Quedamos emplazados para la próxima quedada.
      Pablo.

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  15. La hacía sonreír cuando le miraba al pasar frente a su casa. Ella le guiñaba un ojo y él se ruborizaba y se soplaba el flequillo. Su pequeño enamorado sin nombre ya la habrá olvidado, pero ella lo tiene guardado en el corazón, donde la eternidad cabe en un segundo. ,-)

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    1. Genial continuación, Patricia. Me encanta. Eres una genio, Ya lo he dicho y lo repito. Gracias por regalarnos otro cincuenta tan bien escrito y rematado.
      Un beso y un abrazo.
      Pablo.

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  16. Querido Pablo, llego un poquito tarde para comentar. Ya he leído tu explicación del micro. Para mí es una historia de añoranza, del imposible, del "quién sabe qué sucedería si...". ¡Genial!
    Un abrazo.

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    1. Muchísimas gracias, María José. Me encanta que siempre me dejes tu comentario en mis relatos. Y que siempre seas tan amable con ellos.
      Un beso muy fuerte.
      Pablo.

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  17. Un texto liviano, vaporoso como la caricia de un vestido de seda y repleto de señales delicadas y deliciosas que se expanden en el ambiente y dejan un aroma que solo tiene tu pluma, mi querido Pablo.
    También yo dibujo un corazón en mi libreta cuando veo pasar tus relatos delante de la ventana de mi ordenador.
    Un beso

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    1. Yo escibo un corazón cada vez que me dejas un comentario. Y es que tu forma de transmitir tus sentimientos es única, como tu forma de escribir.
      Un placer el tener un rayo de sol (tú) en este domingo tan lluvioso.
      Un beso.
      Pablo.

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  18. Un relato muy bello sobre un amor imposible. ¿Quién no ha dibujado un corazón con un nombre inalcanzable en la adolescencia? Esa tristeza del enamorado es ahora el refugio de esta solitaria mujer.
    Una historia romántica muy bien contada, Pablo. Felicidades y un fuerte abrazo.

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Carmen. Los bosques están llenos de esos corazones tatuados en los troncos de los árboles.
      Fue un gran placer conocerte en Madrid. Ojalá se repita pronto una nueva quedada.
      Un beso muy fuerte.
      Pablo.

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  19. Amigo Pablo, a riesgo de equivocarme, te ofrezco mi modesta interpretación de tu sentido cincuenta.

    Tres párrafos bien diferenciados conforman tu microrrelato, como si quisieras reflejar tres momentos concretos de la vida de Sara (quien da título). En el primer párrafo (primera etapa vital), nos cuentas cuando Sara era adolescente y el narrador enamorado bebía los vientos por ella, dejando su amor reflejado en un simple pero romántico desconchón. El segundo, con una escueta frase, nos desvelas la vida que Sara ha tenido, calificándola de "amarga", por lo que interpreto que no le ha ido nada bien. Incluso, en un alarde de imaginación desbocada, apunto a que Sara podría haber terminado en la ¿prostitución? Finalmente, el tercer y último párrafo, en el que nos descubres un nombre que ya sabíamos, gracias al título, intentas hacernos ver que Sara acude al recuerdo del pasado, aunque no recuerde, entiendo, a ese enamorado que dejó las pruebas de su amor por ella o por alguien que se llama como ella, lo que la reconforta.

    Sea como sea, y con seguridad ensimismado en mi errónea lectura, he de confesarte que me ha gustado muchísimo, tanto por lo que cuentas como por cómo lo cuentas. El que haya repetido tantas veces el nombre de "Sara" en mi comentario es porque me ha maravillado tu alarde técnico de poner título y cerrar el microrrelato con la misma palabra, el nombre de la protagonista.

    Enhorabuena una vez más por tu aportación magistral al mundo cincuentista, incluso con mi torpe lectura de ella.

    Un abrazo enorme, paisano.

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  20. Los tres últimos versos que escribió Fernando Pessoa dicen lo siguiente: “Por sobre el alma el bosquejar inútil / de lo que no fue, ni puede ser, y es todo. / Dame más vino porque la vida es nada”.
    Y pienso que podrían aplicársele al protagonista del microcuento, aunque él no ha tomado la determinación de ahogar sus penas en alcohol -lo cual sí que le pasó al poeta portugués, quien, al parecer, murió de cirrosis-, sino sintiendo una agridulce melancolía al ver cómo los años pasaban y la mujer a la que amaba malograba su vida.
    Pues tampoco a ella le ha ido muy bien, con lo cual, tenemos un doble fracaso amoroso, ella quizá fue de una relación a otra cosechando sólo amarguras, o hasta puede que cayese en la prostitución, como ha apuntado José Antonio; él parece que anduvo tras su pista con un amor platónico y silencioso, pues es quien nos da noticia de ese mínimo consuelo que tiene al leer su nombre y ver ese corazón que un enamorado antiguo dibujó en horas de desconsuelo y con el alma en un hilo por si el amor, finalmente, le colmaba con el premio gordo.
    No sucedió, pero la historia queda abierta, ella está desengañada, él observa ese desengaño y por el interés que se ha tomado a lo largo del tiempo se supone que aún la ama, así que podría intentarlo, es más, debería intentarlo, pues ese, quizás, sea su último tren hacia la felicidad.
    Muy sentido microcuento, después de leerlo, apetece leer a Bécquer. Un abrazo, Pablo.

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  21. Que bonito relato nos dejas Pablo. Cuantos personas habrán que se arrepienten de no haber prestado oídos al enamorado y elegir funestamente a otro? (lo digo por las tantas chicas que me rechazaron en mi vida...).
    Gran micro (o macro) Pablo. Un abrazo totalmente lleno de admiración.

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