Una gran dama
Apenas entró en el vagón, un halo de perfume lo inundó todo. Llevaba un vestido ligero, azul con lunares blancos. En la mano, una cartera marrón. Yo la observaba disimuladamente preguntándome quién sería. Antes de bajar a la estación me regaló una amplia sonrisa. Entonces me percaté... ¡Oh! ¡Era Marilyn!
Una gran dama y es muy logico que desde que entrará en el vagón llamase su atención y con esa sonrisa...
ResponderEliminarMás de uno hubiese querido viajar en ese tren.
Buen relato María Luisa, un abrazo.
Luisa, que bella imagen, Marilyn con su perfume Channel n. 5 y su enorme atractivo no pasaría desapercibida.
ResponderEliminarMe dejas con una sonrisa.
Besos
Una persona a la que tenemos idealizada, un mito donde los haya; quizá ella alguna vez llegó a desear que no fuera así, tener otra vida más anónima, pero de una manera o de otra parecía predestinada a llamar la atención, nació con ello, y no sólo por su físico. Lo que resulta más imaginativo de tu relato es que alguien no la conociera de inmediato, con el primer golpe de vista, aunque, como no podía ser de otra forma era cuestión de tiempo.
ResponderEliminarUn saludo, María Luisa
Las sensaciones que puede provocar ver a una persona famosa tan cerca están muy bien expuestas en tu micro, María Luisa. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una mujer como Marilyn debe llamar poderosamente la atención. Lástima que tu protagonista no se diera cuenta antes. Estaría muy distraía, porque es prácticamente imposible no percatarse de quien era.
ResponderEliminarMuy buen relato. Besos
No resulta tan extraño lo que cuentas en tu micro: yo viajé el otro día en el cercanías con Mata Hari.
ResponderEliminarSaludos, María Luisa
Recuerdo que cuando Spielberg hizo Parque Jurásico hubo gente que dijo que en cierto modo había devuelto la vida a los dinosaurios. Y esa es la sensación que he sentido al imaginar la escena que relatas.
ResponderEliminarElegante relato sin duda, María Luisa.
Fue muy grato conocerte en Madrid.
Un abrazo
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Marilyn me parece un icono perdurable, inmortal y verla en el vagón del tren, creíble para un soñador. Plácido lo tiene claro ¿verdad?
Eliminar¡Oh, me imagino la emoción al ver a Marilyn! Una gran dama, sin duda, lejos de estas iconos de moda que tenemos actualmente, flacas y con una tristura contagiosa...
ResponderEliminarBesos, tocaya.
Malu.