Bufé ilimitado
Vivía en ese rincón del basurero, escuchando historias de gente que comía en abundancia y tiraba la comida al apenas probarla, parecían cuentos que no podría creer si no fuera por la cantidad de sobras de comida que a diario encontraba para alimentarse.
—Dichoso soy con mi propio bufé ilimitado.
—Dichoso soy con mi propio bufé ilimitado.
Es más feliz quien come lo que hay en la basura que quien tira la comida. Curiosa paradoja que quizá sea verdad.
ResponderEliminarSaludos
Como dice el dicho "quien no se consuela es porque no quiere". Tu personaje en su pobreza se conforma con lo que tiran los demás, pero es que además cuanta comida tiramos, con la cantidad de gente que pasa hambre.
ResponderEliminarUn buen relato Corazón Atrevido, muy reflexivo.
Un abrazo.
Corazón Atrevido, nos muestras dos realidades con el hilo conductor de la comida, la opulencia de quienes lo tienen todo y tiran comida a la basura, y la de la pobreza que se alimenta de las sobras que los demás desprecian. A pesar de eso, quien menos tiene es más feliz, porque nada más necesita.
ResponderEliminarBien contado.
Besos
Gracias Javier, Pilar y Plácido por sus amables comentarios. Un abrazo de letras.
ResponderEliminarMe resultó triste porque en épocas navideñas desearíamos abundancia para todos (y condiciones de higiene adecuadas).
ResponderEliminarPuedo creer que se sienta dichoso quien come de la basura, pero no puedo creer que sea en verdad dichoso.