Consagración
Me felicitaron por mi papel durante la reconstrucción del crimen: recibí el disparo con valentía, me mantuve inmóvil mientras trazaban mi silueta en el piso, ni siquiera grité durante la autopsia.
Solo mas tarde, cuando me dejaron en la tumba, comencé a arrepentirme de ser tan dedicado a mi trabajo.
Solo mas tarde, cuando me dejaron en la tumba, comencé a arrepentirme de ser tan dedicado a mi trabajo.
Daniel tu protagonista se toma el trabajo al pie de la letra, demasiado entregado al trabajo, y muchísimas veces por mucho que hagas nunca te lo reconocen, o como a él acaba olvidado en una tumba, quien dice tumba dice olvidado sin reconocimiento.
ResponderEliminarDaniel buen relato, un abrazo.
Ja, ja, pues ya sabes, haz una interpretación fantasmal, como tú sabes, y déjalos con la boca abierta.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad, Daniel!
Juaaaaaajuaaaaajuaaaaaaa. ¡Qué bueno! Perdón. Lo siento por tu protagonista, Daniel, tan profesional él...
ResponderEliminarBuen relato. Me ha gustado mucho.
Un saludo.
Yo he escuchado a alguien, con pocas ganas de trabajar, decir algo así como "el que más pone, más pierde". Quizá no le falte razón, porque todo tiene un límite; por eso mismo,el extremo contrario, al que pertenecería tu personaje, tampoco es lo ideal.
ResponderEliminarUn relato simpático, Daniel.
Un abrazo y felices fiestas.
¡Qué ingenioso, Daniel!
ResponderEliminarCuando el deber llama hay que atender, eso sí, yo no lo seguría hasta el más allá como tu protagonista.
Genial.
Feliz Navidad.
Espero que al menos la reconstrucción del crimen sirviera para atrapar al culpable.
ResponderEliminarUn micro muy agudo e ingenioso.
Enhorabuena, Daniel
Vaya, vaya, Daniel, tu personaje es un obseso de su trabajo, me temo que se ha pasado un poco... Muy buen relato.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad"! Un abrazo.