Después de todo
—Calla —dijo ella.
—Cállame tú —dijo él.
Después se escuchó un beso y el quejido de dos cuerpos entrelazados.
Me desperté sofocada. Toqué tu lado de la almohada y allí estabas. Plácidamente dormido. Sentía que el corazón explotaba de felicidad al sentirte de nuevo a mi lado después de todo...
—Cállame tú —dijo él.
Después se escuchó un beso y el quejido de dos cuerpos entrelazados.
Me desperté sofocada. Toqué tu lado de la almohada y allí estabas. Plácidamente dormido. Sentía que el corazón explotaba de felicidad al sentirte de nuevo a mi lado después de todo...
Siempre que el amor esté presente, después de todo, siempre juntos.
ResponderEliminarRomántico relato Marola, buen relato.
Un abrazo.
Qué forma más romántica de concluir las discusiones. Debería indicarse como una de las primeras sentencias de un decálogo de normas de convivencia y amor entre la pareja.
ResponderEliminar"La importancia de los besos"
Muy bueno tu relato Mar. Me alegro que sigas escribiendo para 50palabras. Espero volver a leerte tras el parón vacacional de nuestro querido amigo Álex.
Un beso, Mar. (See? sí, es she)
Marola, no hay mayor felicidad que al despertar, el hombre de tus sueños esté durmiendo a tu lado.
ResponderEliminarMuy romántico. Me ha encantado.
Besos
Las mujeres siempre encuentran la manera de callar a los hombres...
ResponderEliminarUn bello micro de amor.
Saludos, Marola
Marola, me ha gustado mucho tu relato, especialmente por la fuerza que tiene y que transmite.
ResponderEliminarMe hace partícipe de la pasión y el deseo, para dejarme después tranquila, y con sensación de paz...
Muy lindo.
Tal y como lo has contado, dan ganas de ponerse a discutir ;)
ResponderEliminarUn saludo, Marola
Pues yo no sabré discutir de la forma adecuada, porque mis discusiones no suelen terminar así. Al menos al momento de concluir. Pasadas unas 24 horas, la cosa ya se estabiliza y... ¡Vivan las riñas! ¡Viva el amor!
ResponderEliminarSaludos.
La convivencia diaria produce inevitables roces, nada es perfecto por mucho que nos empeñemos, pero todo vuelve a su cauce si los sentimientos son auténticos. Sentir que se tiene a alguien al lado no tiene precio.
ResponderEliminarUn relato realista y esperanzador
Un saludo
Qué dulce y bien contada esa reconciliación, Marola. Las desavenencias de pareja son hasta necesarias y nada mejor que zanjarlas en el campo de batalla de unas sábanas arrugadas.
ResponderEliminarEnhorabuena. Un saludo.
Muy bueno tu relato. Broche de oro para una reconciliación!Comparto opinión con Isidro Moreno y Antonio Bolant que la tienen bien clara ! Un saludo, Marola
ResponderEliminarDespués de todo...si el rescoldo del amor permanece encendido en la chimenea del corazón, cuando pasa la ventisca, prende de nuevo la mecha de los sentimientos y reaviva su pulso colmando el sentimiento de los que aman.
ResponderEliminarBonito, bonito lo has contado, Marola. Saludos.
Muy agradecida por tan buenos comentarios. Muchas gracias a todos
ResponderEliminarBien está lo que bien acaba.
ResponderEliminarSaludos, Marola.