Invisible
Las plantas no florecían, los perros dejaron de ladrar.
Nadie la echó de menos, ni el banco; la soledad pagaba bien las facturas.
Solo la avaricia necesitó su casa y forzó la cerradura. Allí estaba ella, en su sillón, esperando que alguien llamase a su puerta desde hacía dos años.
Escrito por Javier Puchades - Twitter
Javier, terrible historia que encoge el corazón, al ver la soledad en la que ha muerto la protagonista y la indiferencia de los que la rodeaban que no la echaron de menos, incluido el banco, hasta que se acabó el dinero y dejó de pagar sus facturas. Hizo falta un desahucio para encontrarla.
ResponderEliminarUna vez más, la incomunicación y la deshumanización en las relaciones sociales hace que la protagonista sea "invisible".
Excelente micro escrito con sensibilidad y maestría que nos deja un poso amargo e invita a la reflexión. Algo estamos haciendo mal dando lugar a terribles historias de soledad.
Enhorabuena, Javier. Me pongo en pie. Aplausos.
Besos muy muy apretados.
Hola Pilar, muchas gracias por tu comentario y tu amable valoración de mi relato.
EliminarTienes razón, algo debemos estar haciendo mal, cuando no nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, sin percatarnos de quien tenemos cerca de nosotros. La vida es así de voraz y en muchas ocasiones sobre todo las personas mayores sucumben ante la soledad, se hacen invisibles ante nuestros ojos.
Me alegra que te haya gustado tanto lo que he narrado, y el como lo he hecho, gracias.
Y aprovecho para desearte unas felices fiestas y un año 2017 lleno de bellas letras y hermosos relatos.
Besos muchos.
Oh, Javier, inmenso. Desgraciadamente es un caso cada vez más frecuente, pero lo has descrito con una sensibilidad extraordinaria.
ResponderEliminarEsta vez no te mando abrazos, que me duelen las manos y los brazos de tanto aplaudir.
Gracias Patricia por tu comentario y por tu amable valoración.
EliminarEs verdad, casos como el que narro en mi relato son cada vez más habituales.
Aprovecho para desearte unas felices fiestas y un año 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Te mando una crema para el dolor de los brazos y manos, jajaja.
Besos con sabor a castañas asadas.
Brutal, Javier. Contiene el relato sensibilidad y denuncia, un punto de dolor y una factura narrativa de las que te levantan de la silla. El lenguaje encuentra acomodo en esta situación lacerante para hacernos una presentación de personaje post mortem que es para celebrarlo, sino fuera por el triste episodio que supone y que, además, se da con tanta frecuencia hoy día.
ResponderEliminarUn abrazo con una felicitación enorme por el relato y por el olfato que demuestras con cada cincuenta para encontrar tema de trascendencia humana; otra felicitación para la fiestas que se aproximan que sean felices y vengan llenas de relatos y palabras.
Manuel muchas gracias por tu comentario y valoración.
EliminarTienes razón en ocasiones busco temas denuncia, o que veo en las noticias y que de repente te viene la inspiración, en este caso así ha sido.
Aprovecho para desearte unas felices fiestas y un año 2017 llenos de bellas letras (me encanta leer tu blog) y emocionantes relatos.
Un abrazo enorme.
Qué hermosa forma de narrar los zarpazos que da la soledad. Me parece un relato lleno de sensibilidad, contado con una maestría que deja un pellizco en el alma y un suspiro perdido en el aire.
ResponderEliminar¡Bravo, Javier!
Un abrazo.
Pablo
Hola Pablo, muchas gracias por tu comentario y valoración.
EliminarEspero que tu mujer este completamente recuperada y tu campeón este muy bien, os deseo unas felices fiestas, y que el año 2017 lo tengas lleno de relatos emocionantes.
Un abrazo.
Lo mismo te deseo, Javier.
EliminarLa familia ya está en plena forma y dando guerra. ;-)
Un fuerte abrazo.
Muy grande, Javier. La soledad es la peor enfermedad que sufren nuestros ancianos. Tú has sabido denunciar este fenómeno social con un gran acierto, haciendo protagonista a una anciana olvidada por todos, menos por la voracidad financiera.
ResponderEliminarExcelente el modo de contarlo. Enhorabuena.
Felices fiestas y bellas letras para el 2017. Besos.
Hola Carmen, gracias por tu comentario y valoración.
EliminarTienes razón la soledad es esa enfermedad silenciosa que afecta a muchas personas mayores.
Aprovecho para desearte unas felices fiestas y un año 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Besos.
Llevo todo el mes sin comentar aunque leo todos los relatos y, la verdad, me cuesta bastante retomarlo, pero no puedo dejar de felicitarte por tu maravilloso y sensible relato, Javier. Nos pones ante los ojos, con excelsa maestría, lo que, tristemente, se repite con frecuencia. Enhorabuena y saludos.
ResponderEliminarHola Jesús, me alegra muchísimo leerte por aquí, te echaba de menos, y te agradezco que hayas abandonado tu retiro para comentar mi relato y te agradezco también tu valoración.
EliminarLa situación que cuento por desgracia se repite más de lo que nos damos cuenta.
Te deseo unas felices fiestas y un año 2017 llenos de bellas letras y emocionantes relatos.
Un abrazo enorme y cundo puedas vuelve para hacerme compañía comentando.
Qué triste, Javier y al mismo tiempo tan real.
ResponderEliminarMe ha encantado la frase «la soledad pagaba bien las facturas», en ella se resume el espíritu del relato.
Enhorabuena.
Abrazo. Feliz Navidad y Año Nuevo.
Gracias Vicente por tu comentario y valoración. Exacto, es triste pero muy real este relato. En cuanto a la frase que te ha gustado, a mi también, mientras hubo dinero en la cuenta el banco no se preocupó por nada.
EliminarAprovecho para felicitarte las fiestas y desearte un 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Un abrazo.
Es triste terminar así, sin una sonrisa, carentes de la mínima atención. Nadie merece ese final, ni el peor enemigo, pero estamos en una sociedad cada vez más deshumanizada, en la que los jóvenes, que cada vez son menos, bastante tienen con gastar todas sus energías en formarse para tratar de atrapar un trabajo inestable y precario; en la que los ancianos cada vez son más y más invisibles, como bien refleja el título.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Javier, y siguiendo la estela de los compañeros, también te deseo la mejor Navidad posible y un 2017 lleno de todo lo bueno que tú mereces.
Gracias Angel por tu comentario, has acertado plenamente, y es que hoy en día como tu dices los ancianos son más y más invisibles.
EliminarTe deseo unas felices fiestas y un 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Un fuerte abrazo.
¡Qué terrible la soledad!
ResponderEliminarEnhorabuena por el micro, Javier
Gracias Plácido por tu comentario y valoración.
EliminarTe deseo unas felices fiestas y un año 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Un abrazo.
La invisibilidad de los que están solos. Escalofriante pensar en ello, Javier. Muy buen relato.
ResponderEliminarAprovecho para disculparme por no participar últimamente en el blog. Estoy preparando la presentación, que tendrá lugar el sábado, de mi primer libro: Creaciones mínimas. Está dedicado a mi particular Microliteratura (micropoesía, microrrelatos, Cartas al Director). Estoy muy ilusionada y aprovecho todos los momentos libres para centrarme en dicha presentación. Abrazos a todos, desde aquí.
Ah!! Y que tengáis todos los cincuentistas una divertida Navidad y un año 2017 rebosante de satisfacciones.
ResponderEliminarGracias MªJosé por tu comentario y tu valoración.
EliminarMuchas felicidades por la publicación del libro, ya nos dirás como podemos conseguirlo, enhorabuena.
Te deseo unas felices fiestas y un 2017 lleno de bellas letras.
Besos.
Muy amable y cariñoso, como siempre, Javier. Pues el libro ya está a la venta en Ojos Verdes Ediciones. Es, como digo, una miscelánea de microliteratura y considero que tiene un precio muy asequible: en papel el PVP es 11,25 euros. Mañana lo presento en A Coruña, a las siete de la tarde (por si alguien está cerca y se puede pasar...) y en Santiago de Compostela el día 28 de enero de 2017, a las seis y media de la tarde. ¡A ver cómo salen ambas presentaciones!
EliminarMuchas gracias y abrazos llenos de creatividad literaria para ti y todos los cincuentistas.
A la protagonista de tu historia podría juntarse la famélica legión que se mienta en La Internacional, esa famélica legión existente desde siempre o desde casi siempre, ese pueblo al que todos dicen querer ayudar y salvar pero que nadie lo hace, por el contrario, se le deja en su ignorancia y su miseria, y el fracaso estrepitoso de los regímenes comunistas ha sido uno de los mayores bofetones que ha recibido la señora utopía.
ResponderEliminarAsí que el personaje de tu microcuento es un símbolo de muchas cosas que no van como deberían ir en nuestros estados de derecho y del bienestar –salirse de ahí es entrar primero en el purgatorio y después en el infierno-, que nos dicen que vivimos, aunque ya hay muchos ladrando contra ellos y diciendo que son insostenibles.
Me imagino a la protagonista de tu microcuento, muerta en su sillón, como a la madre de Norman Bates –el protagonista de Psicosis-, y su contemplación, en otro sentido, causa también espanto ante la falta de empatía de las grandes empresas, de los políticos incapaces de hacer leyes para evitar que esos casos ocurran –tenemos fresco en la memoria el de la mujer fallecida en Reus porque le habían cortado la luz y se iluminaba con velas- y el pasotismo generalizado de quienes atontan sus cerebros con burdos entretenimientos donde, de lo que se trata, es de que el nivel sea cada vez más bajo, en vez de intentar lo contrario.
Muy pertinente y muy bien plasmada la historia que deja un regusto de desolación y un poco de mala conciencia, pues siempre podemos ser mejor de lo que somos, siempre se puede hacer más por los más necesitados.
Un abrazo.
Muchas gracias Enrique por tu excelente comentario, es un placer leerte siempre, en todos y cada uno de los comentarios que realizas en esta web de 50palabras.
EliminarNo puedo añadir nada a todo lo que has expuesto, solo decirte que este relato está sacado de una noticia real que un día escuché, y que inmediatamente dije hay que hacer un relato denunciando está situación, pero como tú bien dices, podríamos y deberíamos hacer más, porque por desgracia estás situaciones se repiten cada vez más.
Aprovecho par desearte unas felices fiestas y un año 2017 lleno de bellas letras, emocionantes relatos y tan magníficos comentarios.
Un abrazo.
Terrible sensación la que nos deja este micro cargado de tristeza, y que hace que nos preguntemos qué está fallando para que haya personas que se vuelvan invisibles a los ojos de una sociedad que mira para otro lado. Gran relato, Javier. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarSalvador muchas gracias por tu comentario y tu valoración. Si esta sociedad de hoy en día en ocasiones es ciega haciendo que algunas personas parezcan invisibles.
EliminarAprovecho para desearte unas felices fiestas y un 2017 lleno de bellas letras.
Un abrazo.
Casi nadie se libra en realidad de esa ceguera, movidos como vamos por nuestros propios intereses o, como poco, por razones mucho menos importantes pero que nos enajenan por completo de estas realidades tan terribles como cercanas. Siendo así, situaciones tan trágicas como la de tu historia, se hacen cada vez más frecuentes.
ResponderEliminarExcelente propuesta, Javier. Haciendo uso una vez más de tus buenas letras con el mejor fin posible.
Recibe mi enhorabuena y mis mejores deseos para estas fiestas y el cada vez más próximo año nuevo.
Un fuerte abrazo.
EliminarGracias Enrique por tu comentario y tu valoración, tienes razón esta sociedad nos lleva a tal velocidad que no vemos lo que está a nuestro lado, en ocasiones somos como los burros que caminamos solo mirando al frente sin girar la vista.
EliminarEnrique te deseo unas felices fiestas a ti y los tuyos y un año 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Un abrazo enorme.
Frases cortas, contundentes, tajantes. Sin lugar para la piedad por lo envejecido.
ResponderEliminarYa dentro de ese magnífico título, tu protagonista yace muerta, porque uno muere si se hace invisible, y lo hace solo, de la forma en la que nadie quiere, ni siquiera aquellos que hacen desaparecer a los suyos ignorando el reflejo de lo que serán.
Magistral la forma de sacudir parte de esa inmundicia moral con la que convivimos.
Enhorabuena, Javier.
Os deseo unas felices fiestas.
Un abrazo.
Antonio muchas gracias por tu comentario y tu valoración.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo con lo que has expuesto. Realmente abandonada por todos y muerta en soledad, una situación muy triste. Ojalá este relato fuese solo ficción, lo malo es que es real, está inspirado en una noticia que escuché y que me hizo estremecer.
Antonio te deseo a ti y a toda tu familia unas felices fiestas, y que tengas un año 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Por cierto ayer estuve cerca de Requena y me acorde de vosotros, estuvimos en Siete Aguas, y no veas como llovia.
Te mando un fuerte abrazo.
Qué triste final nos describes, Javier. El de tantos ancianos olvidados y solitarios, de quien nadie se acuerda y que terminan sus días en el más puro abandono. Nuestro egoísmo es la desgracia de muchos que terminan sus días con este dramático final. Enhorabuena, Javier, por tu micro. Un abrazo.
ResponderEliminarMaría Jesús muchas gracias por tu comentario, si por desgracia es una realida que está ahí y que en ocasiones no queremos ver.
EliminarAprovecho para desearte unas felices fiestas y un año 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Un abrazo.
¡Qué tristeza! y ¡Qué placer siempre disfrutar de tuscincuenta!. Con tu estilo directo, impecable y preciso una vez más pones el dedo en la llaga sobre un tema que por desgracia es habitual. Tacto, delicadeza y sensibilidad siempre. Un fuerte abrazo Javier.
ResponderEliminarGracias Cristina por tu comentario, me dejas sin palabras. Como tú dices es una situación que por desgracia se da más de lo que pensamos.
EliminarAprovecho para desearte unas felices fiestas y un año 2107 lleno de bellas letras.
Besos.
¡Qué triste final para una vida! Todos los que escriben por aquí arriba apuntan a la "deshumanización", olvido, familias desagradecidas... la verdad es que también lo pienso, pero por un momento, pensemos cómo pudo haber sido la vida de esta persona que ha acabado en la más mísera y profunda soledad. Ahí lo dejo.
ResponderEliminarUn beso enorme, Javier. Nos seguimos leyendo. Disfruta de las fiestas y feliz 2017.
Malu.
Gracias Malu por tu comentario, quiero pensar que fue una persona buena, que pese a ello las circunstancias de la vida la llevaron al olvido por parte de los demás. La verdad es que no me fijé en que había detrás de la noticia, me impactó mucho escucharla, pero como tú dices sería interesante saber quien era, qué hay detrás de esa persona.
EliminarAprovecho la ocasión para desearte unas felices fiestas y un año 2017 lleno de bellas letras y emocionantes regalos.
Besos.
Perdona Malu, quise decir emocionantes relatos.
EliminarBesos.
El título es perfecto y el relato es tan bello y triste a la vez que te deja el estómago hecho un nudo. Pena de realidad, es que es así.
ResponderEliminarGracias Maite por tu comentario.
EliminarSi un relato triste, pero muy real.
Aprovecho la ocasión para desearte unas felices fiestas y lo mejor para el año 2017.
Un abrazo.
Felices fiestas también y el mejor abrazo para recibir el 2017. Besos.
EliminarLa Soledad, la vejez, el anonimato. Toda una realidad hecha relato, con muchos toques sabios, que nos tocan el corazón, porque... pudiera ser nuestro futuro.
ResponderEliminarExcelente aportación a 50 palabras.
Un saludo muy afectuoso, Javier
Gracias María Jesús por tu comentario y valoración. Las tres palabras que utilizas al principio lo definen todo: soledad, vejez y anonimato. Ojalá ese no sea nuestro futuro.
EliminarAprovecho para desearte unas felices fiestas y un 2017 lleno de bellas letras y emocionantes relatos.
Besos.
Una realidad social trágica la que nos muestras, Javier. Otra muestra más de tu sensibilidad y tu maestría.
ResponderEliminarUn abrazo.