La despedida de don Antonio
Los siete hermanos, reunidos tras años sin verse, guardaban un respetuoso silencio alrededor del lecho de su padre agonizante y lo miraban cariacontecidos cuando él, antes de exhalar su último suspiro, soltó una sonora carcajada. Su amante, mientras tanto, abría una carta con una citación para la lectura del testamento.
Crispin por la carcajada antes de morir me parece que a alguien se la ha jugado D.Antonio, no sé si a la amante, a los hijos, a la mujer si está viva o a todos.
ResponderEliminarBuen relato Crispin, yo también he soltado una carcajada al acabar de leerlo, y no me he muerto ni he recibido ninguna carta.
Un abrazo.
Hijos desagradecidos, que parece que sólo acuden al lecho de muerte del padre, después de años sin hacerlo, al olor de la herencia. La sangre tira mucho, pero el hombre ha preferido legar sus bienes a aquella persona con la que realmente compartió sus últimos tiempos. Habría qué ver la cara que se les queda a todos en el despacho del notario.
ResponderEliminarUn saludo
Dicen que el que ríe último ríe mejor y a don Antonio seguramente le quedó un rictus de satisfacción cuando falleció.
EliminarLa lectura de ese testamento dejará a más de uno tan helado como don Antonio. En lo personal creo que la mejor herencia son las vivencias que tenemos con nuestros seres queridos. Lo demás, es lo de menos. Cada cual se las verá con su conciencia.
ResponderEliminarBuen cincuenta, Crispín.
Un saludo afectuoso.
Sorpresivo final. Me parece que los hijos van a tener que conformarse con la legítima.
ResponderEliminarIngenioso micro.
Saludos, Crispín
Gracias Plácido, al excribirlo me quedé con las ganas de ver la cara de los hijos ante la risotada y ante el notario.
EliminarUn abrazo.
Nada, Don Antonio acabo vengándose y sus hijos quedarán de una pieza. Y no es por echar un cable a los hijos pero siempre queda la duda ¿el padre se merecía el estar solo?
ResponderEliminarNo sé, ninguna de las dos venganzas es buena para el alma. ¿se lo mer
Así es Maite. Siempre tenemos tendencia a juzgar y tu anotación deja una interesante pregunta en el aire, la de la otra parte.
EliminarGracisa por tu comentario.
Según la ley argentina, no se puede desheredar a los hijos por testamento. Existe una porción legítima de 2/3 que es no disponible.
ResponderEliminarCreo que en España es igual.
Saluditos.
Así es, pero siempre está presente la amenaza ("te desheredo") en la vida real o en el imaginario literario, supongo que lo mismo que en Argentina.
EliminarGracias por tu comentario.