Sanitarium
Sólo los instantes muertos siguen girando en el tiovivo mientras el lanzador de cuchillos vuelve a fallar y tú suspiras desde el puente. El olor de las manzanas de caramelo te hace recordar dónde escondiste la nariz roja y corres a la noria para subir hasta la boca del pozo.
Patricia,
ResponderEliminarIgnoro si tu relato tiene algo que ver con el videojuego (no soy gamer, google me lo ha dicho), lo que sí sé es que nos has regalado una narración alucinante que me dejará pasmado por varios días.
¡Genial!
Un abrazo y decirte que te deseo de todo corazón un espléndido 2017.
Vicente
Touchée a la primera. Sí, es un homenaje a uno de los videojuegos que más me han impresionado. Tiene una primera parte alucinante, con escenarios de psiquiátrico y circo. El final es un poco decepcionante, pero el ambiente inicial es fantástico. Y me vinieron las imágenes mientras escribía sobre cosas de la vida.
EliminarUn beso fuerte, Vicente, y yo también te deseo un magnífico 2017, con narices rojas y letras sugerentes, como tú sabes.
A ver si no meto la pata, si no, me corriges. Al igual que Vicente, he recurrido al amigo Google, que me ha dicho que "Sanitarium" es una aventura gráfica, en la que se dan escenarios diferentes y fenómenos extraños. Por la nariz roja, el protagonista debe ser un payaso de los que aparecen, así como también el tiovivo, la noria y un pozo.
ResponderEliminarSeguro que me he estrellado del todo, pero uno es así, osado, pese a ello, tu relato da miedito, algo que, cuando te lo propones, se te da muy bien, y eso que eres alegre como unas castañuelas.
Abrazos fuertes y navideños
Mientras lo escribía, recordé las escenas del juego, y me gustó el título. Pero este relato es 100% Richmond. Como me sucede muchas veces, salió de twitter, donde me gusta dejarme llevar por el momento y concentrarme en imágenes para darles forma de historia. Así que no os matéis la cabeza buscando por internet, que sólo son metáforas y vida, con una pizca de Tom Waits.
EliminarNos vemos en Coney Island, baby. Ven con monedas sueltas, que la echadora de cartas no devuelve los cambios.
Un abrazo fortísimo, de esos que sabemos tú y yo. Y feliz 2017.
Yo debo reconocer que tengo la mala costumnbre de seguirte y leerte habitualmente en twitter, y por ello ya he tenido la suerte de deleitarme a pedacitos de este 50, o por lo menos parte de él, y es un Richmnond 100%. Y todo junto este 50 es genial, y solo pido que este payaso protagonista que deambula por el parque de atracciones no me encuentre y me lleve a pasear por este Sanitarium ya que yo soy muy cagueta.
ResponderEliminarBuen relato Patricia, me ha gustado.
Besos con sabor a castañas asadas y todo lo mejor y más para el 2017.
Precisamente hoy, Día de los Inocentes, reivindico el uso terapéutico de las narices rojas. Así que no me seas miedica y vente a la montaña rusa, donde los gritos desahogan y echan fuera espectros y alguna viscera.
EliminarMuy feliz entrada de año, Javier, para seguir decantando letras y soñar con castañeras perdidas.
Patricia, alucinante relato. Las imágenes que me sugiere son las de un Parque de atracciones abandonado. Da mucho yuyu.
ResponderEliminarUna vez más me has sorprendido con tu capacidad para la ciencia ficción, aunque en este caso inspirado en un video juego.
Muy bueno, amiga.
Te mando muchos besos apretados con luces y sabor a Navidad. Feliz 2017.
Pues sí, así me lo imagino, abandonado y poblado de fantasmas que atienden las atracciones. Con un aire vintage y una carpa de circo en la que un buitre vuela en círculos buscando a su próxima víctima... Como en la MicroProfecía, con desfiles de enanos y señoras gordas que cantan de pie a lomos de caballos ciegos. Qué buenos momentos y qué pena que se acabe.
EliminarBesos, mi vendedora de algodón dulce, que tengas un 2017 huracanado para que se lleve lejos todas las penas y florezcan los haikus.
Ensamblas fotografías inquietantes que nos llevan a un estado de embriaguez onírica donde todo da vueltas, la sangre nos salpica y nos sumerge en un profundo agujero negro. Un relato emocionalmente abstracto que nos sobrecoge. Enhorabuena, Patricia. Un abrazo navideño y suerte.
ResponderEliminarNariz roja, Salva, ese es el truco. Y unos buenos zapatones también ayudan a salir del agujero negro. Entra en el laberinto de espejos y tuerce en el tercer pasillo, a la derecha. Allí te esperan las siamesas para llevarte a casa.
EliminarUn abrazo fuerte para que me perdones esta perturbación. ¡Feliz año!
Patricia, me he quedado muda de la impresión. Bello y terrible a un tiempo. Un delirio de imágenes fantasmagóricas de feria y circo con un final redondo y negro como ese pozo en lo alto de la noria.
ResponderEliminarNo entiendo nada de videojuegos, pero sí puedo saborear esta ambientación alucinante. Me ha encantado. Feliz año 2017 lleno de imaginación desbordante. Besos.
Subidas en la noria, llegaremos a la boca del pozo y saldremos de él, Carmen. No te preocupes por los tickets: con tu varita mágica desarmarás al malvado jorobado de la taquilla y nos dejará subir sin pagar.
EliminarUn beso y tres abrazos, mío, de Enriqueta y del jorobado.
Si no supiera que su origen parte de un videojuego, diría que su fuerza procede del lenguaje onírico del subsconciente. Algo así como un flash que hace vislumbrar una secuencia concreta del sinfín surrealista de la mente creativa de su señoría.
ResponderEliminarContento me he quedado. Con este tengo bastante hasta el próximo año. Que sea bueno, Patricia, de relumbrón.
Abrazotes.
Muchas gracias, Manuel, por tus bonitas palabras.
EliminarQuedas invitado a mi fiesta para despedir el año y entrar en el 2017 como corresponde. Va a ser en este parque de atracciones, en Twin Peaks, y no te preocupes por el alojamiento. Te he reservado cama en el carromato de la encantadora de serpientes.
Un abrazo con mis mejores deseos para el 2017.
Antes de leer los comentarios, creía que el protagonista estaba tratando de recuperar su nariz y su condición de payaso y debo admitir que no entendía el significado del título. Sin embargo, después de leer los comentarios y descubrir que el micro se basa en un videojuego –no me gustan demasiado–, he quedado un poco confuso y perdido. En cualquier caso, recupero mi primera lectura: alguien trata de ponerse un disfraz para sentirse a salvo.
ResponderEliminarSaludos, Patricia
Creo que no debería haber mencionado el juego, puesto que os está influyendo en la interpretación. Mi relato no tiene nada que ver con él; como he dicho, sólo he tomado el título para rendir un homenaje a los juegos que tanta magia y fantasía me han transmitido. Mi historia sólo pretende mostrar un sentimiento de desesperanza, que se puede superar cuando menos lo esperas, por ejemplo, a través del recuerdo que produce un aroma y que te devuelve la fuerza para escapar de él.
EliminarMi amor por el género fantástico no se debe sólo a mis lecturas. Me han influido los grandes maestros de un género que, tristemente, suele ser despreciado sin ser conocido. Os animo a todos a que descubráis las maravillosas historias que encierran los juegos de Benoît Sokal, cuya obra cumbre, Syberia, destila una poesía que os conmoverá, a través de unos personajes inolvidables. O los juegos de Jonathan Boakes, que os seducirá con historias misteriosas como The lost crown. Por no hablar de mi querida y admirada Jane Jensen y su saga del detective paranormal Gabriel Knight.
Pues eso, no estés perdido y confuso, Plácido. En mi parque de atracciones te espera un mundo mágico. Dale una oportunidad. ¡Feliz año!
No conozco el videojuego en cuestión y no pienso googlearlo, porque ese tiovivo, esas manzanas acarameladas y esos suspiros desde el puente me han dejado llena de sensaciones... Típico tuyo, Patricia. Que comiences muy bien este Nuevo Año! Te mando un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Silvina. Te deseo un año cargado de fantasías a bordo de una nave que recale en puertos donde sigamos encontrándonos.
EliminarUn abrazo triple de la pelirroja tuerta, el caballero y la serpiente para la generala del ejército de las sombras.
Soy yo, Patricia, el que arroja palomitas con caramelo a las manos del lanzador de cuchillos, para que se chupe los dedos y deje vivir a los instantes muertos.
ResponderEliminarY aquí estoy, dónde me has dejado. Entre la música que recorre la feria, sobre los sonidos y risas que bailan con los globos y suben hasta esa noria llenando de luces de color la boca del pozo.
Solo Richmond sabe escuchar a las percepciones cuando le miran al oído. Solo Patricia podría pintar un relato así.
Un besazo desde la montaña rusa. Espero haber acertado.
Los 2017 abrazos te los daré cuando baje.
Querido Antonio, te estaba esperando. Me faltaba el domador de palabras para completar el ascenso hasta las nubes. Contigo sé que lo imposible aterrizará en vericuetos inexplorados y, desde cualquiera de ellos, podremos brindar por el nuevo año.
EliminarComo no te quiero agobiar, mis 2017 besos los puedes repartir con Aurora.
¡Feliz año!
Querida Miss Richmomd, si hay algo que me queda claro es que das una fiesta para fin de año en un parque de atracciones. Dime qué disfraz tengo que llevar, yo me adapto a todo.
ResponderEliminarSoy nula con el tema de los videojuegos y, creo que ya lo he comentado alguna vez, soy tan práctica, que la ciencia ficción y la fantasía me dan hasta miedo... lo sé, lo sé, me pierdo un mundo que ofrece infinitas posibilidades siendo así como soy. Pero para eso estás tú en mi vida, para ilustrarme con este y todos los maravillosos relatos que te marcas.
Tengo muy pocos deseos para 2017 y uno de ellos es volver a verte. Un beso enorme mi querida Richmomd.
Malu.
Mi querida Malu, tú serás la capitana de las majorettes y, marcando el paso con tu varita mágica, abrirás el desfile que recorrerá la senda de las cincuenta palabras recogiendo almas en pena y escritores incomprendidos para que vengan a celebrar el año nuevo a este parque de atracciones. Contaremos cuentos hasta el amanecer y brindaremos por un año nuevo repleto de fantasía.
EliminarContigo nada puede fallar. Pago en abrazos. Ven.
Patricia, creo que tus microcuentos son grandes generadores de imágenes, aunque esas imágenes no tengan nada que ver con la idea o ideas que has intentado desarrollar en ellos.
ResponderEliminarA mí lo primero que me ha ocurrido al leerlo es que me ha trasladado a mi infancia, a las barracas que montaban en mi ciudad, donde, entre un guirigay de luces y de sonidos, giraban los tiovivos, y mientras esa magia te invadía ibas degustando una manzana acaramela, o una bola dulce de algodón de azúcar.
Luego me ha venido a la mente una escena de la película Extraños en un tren de Hichcock, basada en una novela de Patricia Highsmith, en la que hay una pelea en un tiovivo que va a la deriva, con el peligro de que los niños que están en él sufran un accidente. Y ahí lo dejo, porque los parques de atracciones han dado mucho juego en el séptimo arte.
Aparte de eso, decir que apenas si conozco el mundo de los videojuegos donde, sin duda, supongo que hay grandes creadores.
Dicho lo anterior, ¿quién narra la historia en segunda persona y, a la vez, la vive? ¿O ese narrador se la está inventando, o la está contando según la ve? ¿A quién lanza los cuchillos el lanzador de ídem? ¿Por qué escondió el protagonista la nariz roja? ¿Qué es lo que le espera en la boca del pozo?...
Como ves, muchas preguntas que aun podrían ser más, así que mientras pienso en ellas me voy a dar una vueltecita en el tren de la bruja, a ver si con los escobazos me viene alguna idea más a la cabeza que, con los abusos navideños, no suele estar muy despejada.
Querido Enrique, muchas gracias por tu comentario. Siempre he sido consciente de que mi estilo no gusta por aquí, pero así soy yo... Me refugio en la escritura para huir de una panda de fantasmas a los que, gracias a mi gallina, consigo mantener detrás de la raya roja. Y mis pseudometáforas, fuera de ese mundo que yo me invento, no se entienden. Tomo nota, pero no voy a cambiar. Yo soy muy feliz en mi parque de atracciones, con mi paseadora de cabezas y mi niña que sumerge a los novios en el tarro de los pepinillos. Pero me ha gustado que me lo digas.
ResponderEliminarTe mando un abrazo muy fuerte, de parte de todo mi zoológico, que, por cierto, está dirigido por la Sra. Highsmith, cuyo nombre me apropié en su honor. ¡Feliz año!
Patricia, no cambies tu estilo -el cual enriquece grandemente esta página- ni tu forma de ser. Y aprovecho para enviarte un abrazo -creía que ya lo había hecho en mi comentario y veo que no, y es que soy de lo más despistado- y desearte todo lo mejor para el año que en na' nos va a caer encima.
ResponderEliminarAdorable Patricia, seguramente tu estilo y todo lo que suponen tus maravillosas letras sea uno de los mayores tesoros, sino el mayor, que este blog posee. Y para muestra nada mejor que este precioso botón, de oro y diamantes como mínimo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Quise decir "si no"
EliminarHaaaala, lo que me dice el Sr. Mochón!!!! Muchas gracias, Enrique. Vamos a descansar todos, que este mes nos va a venir bien para renovar letras y, en mi caso, sombreros, que estoy desfasada.
EliminarUn abrazo grande. :)