Shhht
Pesan, y mucho, si los carga uno solo. Tanto que José empezó a notar molestias en la espalda, luego andaba encorvado y al final se arrastraba literalmente por los suelos.
Una noche lo descubrieron delante de su casa, aplastado. Por cumplir la palabra dada, se los llevó a la tumba.
Una noche lo descubrieron delante de su casa, aplastado. Por cumplir la palabra dada, se los llevó a la tumba.
Un hombre de palabra, totalmente de fiar, de los que ya no quedan, por eso todos recurrían a él, como contenedor donde desahogar el peso de innumerables confidencias, que al final fueron demasiadas. Como alguno dice por ahí, "no se puede ser bueno", o quizá sí, quién sabe. Lo que está claro es que tu relato es divertido.
ResponderEliminarUn abrazo navideño, Carme
Esperemos que sí se pueda ser bueno, pero ante tanto peso sería bueno intentar compartir con sus confidentes el problema que le generaban.
EliminarMuchas gracias por comentar, Ángel, y va de vuelta un abrazo y beso de fin de año.
Carme.
Secretos, secretos... Tal vez no guardaba ninguno propio para compensar el peso por estribor.
ResponderEliminarFeliz año Carme, cargado de historias secretas para compartir.
Me encanta poder compartir con todos vosotros las historias que aparecen por el aire y puedo cazar al vuelo.
EliminarMis mejores deseos ante el nuevo año para ti, Patricia, tu sombrero de plumas y tu fantástica gallina.
Un beso.
Carme.
Mucho pesan los secretos. Muy buena historia.
ResponderEliminarHay algunos que pesan toneladas. Seguro que José además se mordía la lengua en algunas ocasiones.
EliminarGracias por comentar Maite. Un abrazo.
Carme.
Tu protagonista fue un hombre de palabra y se fue con los secretos a la tumba.
ResponderEliminarBuen relato Carme, besos y feliz navidad.
A la tumba se los llevó todos! O fueron los secretos los que a él se lo llevaron, según como se mire.
EliminarBesos navideños y de año nuevo viajan hacia Valencia.
Carme.
Quizás más que los secretos, el peso de la verdad fue la que acabó con este pobre hombre. Él conocía las causas de los efectos y tener que callar ante los otros ha sido una losa muy difícil de llevar.
ResponderEliminarUn abrazo y ¡felices fiestas!
Como bien dices, una losa que le dio sepultura...
Eliminar¡Otro abrazo navideño!
Carme.
Quien entrega un secreto entrega su libertad, quizás quien lo recibe también quede preso.
ResponderEliminarUn abrazo
Felices fiestas
PUes ese es un muy buen punto de vista. ¿Quién queda atrapado? Parece que ambos.
EliminarUn abrazo también para ti, Pilar, gracias por comentar.
Carme.
Carme,a veces los secretos pesan como verdaderas losas, a tu protagonista lo han aplastado por ser hombre de palabra.
ResponderEliminarBuen micro.
Felices Fiestas y un gran 2017.
Besos
Eso mismo, la literalidad de la expresión no le quita verdad a esa afirmación.
EliminarGracias Pilar, un beso y feliz año!
Carme.
Me gusta mucho este historia que nos planteas para Diciembre... Original. Como dice una compañera ¡secretos, secretos, secretos!
ResponderEliminarUn abrazo M Carmen
Me gusta que te guste, Raquel!
EliminarUn buen abrazo para desearte un feliz 2017.
Carme.
Cuando iban a contárselo, José debería haber dicho que era incapaz de mantener un secreto. Es lo que suelo decir yo para ahorrarme problemas.
ResponderEliminarEnhorabuena por el micro, M. Carmen. Saludos
Pues esa sería una buena estrategia que podría haber usadop cuando ya llevaba algunos secretos a cuestas, a ver si se enderezaba un poco el hombre.
EliminarGracias Plácido, y añado un abrazo navideño.
Carme.
Antes de pasar a responder a vuestros amables comentarios, espero que disculpéis mi ausencia en vuestros textos en estos últimos 2 o 3 meses. Por motivos familiares tengo muy poco tiempo para dedicar al mundo de los relatos, a leer y comentar los micros publicados, a escribir y colgar textos en mi blog, ...
ResponderEliminarEspero que el 2017 sea mejor que el final de 2016, y poder recuperar algo de tiempo para estos menesteres.
Gracias por estar ahí.
¡Saludos y feliz año para todos!
Carme.
Los secretos luchan siempre por abrirse paso, pero la palabra dada es un cortafuegos de moralidad. Original relato, Carme. Un abrazo navideño y suerte.
ResponderEliminarMe ha encantado, Carme. Cada vez es más difícil encontrar un tema nuevo en 50, con la cantidad de micros que ya acumulamos entre todos. Este tuyo es, además de original, divertido y muy bien construido. Y el título muy bien elegido.
ResponderEliminarEn cuanto a la falta de tiempo para publicar y comentar en 50, yo también la estoy sufriendo por motivos laborales. Esperemos solucionar esto en 2017.
Un beso.
Aunque llego tarde no quiero dejar de decirte qué le ya encantado tu relato. Además de crear una alegoría perfecta e ingeniosa, nos dejas unas imágenes que permanecen.
ResponderEliminarUn abrazo, M. Carme.
Quise decir "que me ha"
Eliminar