Te quedará bien
La muchacha se quedó quieta mirando hacia su armario abierto de par en par. Estaba repleto de ropa de todos los colores y formas.
—¡No tengo qué ponerme!
—¿Estás segura? —preguntó su madre divertida.
—Segura, no tengo nada —respondió la chica.
—Entonces ponte una sonrisa. Ya verás. Te quedará bien.
—¡No tengo qué ponerme!
—¿Estás segura? —preguntó su madre divertida.
—Segura, no tengo nada —respondió la chica.
—Entonces ponte una sonrisa. Ya verás. Te quedará bien.
A una persona joven cualquier atuendo le queda bien. Si además lleva puesto ese complemento en el rostro el éxito estará garantizado.
ResponderEliminarUn saludo
Con una sonrisa todo queda mejor. Gracias Ángel.
EliminarUn saludo.
En ocasiones los hijos, y lo digo por experiencia, tienen tanto que no valoran nada. En este caso la respuesta de la madre es muy original y muy cierta.
ResponderEliminarBuen relato, un abrazo.
Creo que tienes razón, Javier. Nuestros hijos tienen demasiadas cosas y las han obtenido con demasiada facilidad lo que les lleva a no valorar nada. Algo vamos a tener que cambiar como madres y padres.
EliminarUn abrazo.
Yo me pongo de parte de la hija... Será porque no soy madre. Enhorabuena, Alma. Nos has vestido a nosotros con la sonrisa. ;)
ResponderEliminarMe alegra haber conseguido sacarte una sonrisa. Con eso ya doy por bien empleado este micro.
EliminarUn saludo.
Alma, en la actualidad la publicidad nos crea necesidades y solemos caer en el consumismo, sobre todo los jóvenes que tienen tanto que no lo valoran y a veces son insaciables.
ResponderEliminarBien contado. Nos has sacado una sonrisa.
Besos
¡Cuánta razón tienes, Pilar! Nos han metido en una vorágine de consumismo tal que hay que tener la cabeza muy bien amueblada y tus valores éticos muy claros para no caer en ella.
EliminarBesos para ti también.
Un final inesperado. Muy bien, Alma
ResponderEliminarGracias por tu compañía, Plácido. Me alegra haberte sorprendido con el final.
EliminarUn saludo.
Alma Rural, por supuesto que la o el más elegante, sin una sonrisa, no lucirá nada. Que nunca nos falte en el traje la sonrisa.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo
Las sonrisas son gratis y hay que ver que caras las regala la gente. Con ellas todo luce mejor. Gracias por el comentario, Pablo.
EliminarUn saludo.
La sonrisa es el complemento que hace todo en un look, sin duda.
ResponderEliminarY como dice Pablo, que nunca falte.
Un beso.
Malu.
Si regalas sonrisas, en la mayoría de los casos, recibes sonrisas. ¡Qué nunca falten, Malu, qué nunca falten!
EliminarGracias por comentar.
Un beso.
Siempre queda bien :)
ResponderEliminarClaro que sí, Manoli, siempre queda bien una sonrisa.
EliminarUn beso, compañera.
La situación que nos plantea el relato evidencia una sociedad opulenta, desbordada por la oferta desmedida que conforma el ser y el sentir de una nueva especie que ya habita el planeta: el homo consumidor. A esta criaturita tan tierna y caprichosa que nos presentas, creo que la conocemos todos directa o indirectamente . Lo que puede que nos se nos haya ocurrido nunca es una darle una respuesta tan original y fresca como la que tú has puesto en boca de su madre.
ResponderEliminarTiene sustancia tu micro, Alma, frescura y soplo de actualidad. Saludos.
Gracias Manuel por leer mi micro y comentar.
EliminarLa verdad es que cada vez es más difícil escapar del consumismo en el que está inmersa nuestra sociedad. Y si lo logras, los demás te miran como a un bicho raro.
Lo bueno es que si les das una respuesta que no se esperen para nada les rompes los esquemas y puede que hasta te lleguen a escuchar.
Un saludo.
Me has dado en el puntito, pues lo digo cuando me miro en el espejo.
ResponderEliminarPues ya sabes, Maite, ponte una sonrisa. Todo lo que te pongas después de eso seguro que te quedará bien aunque no sepas que ponerte.
EliminarUn beso.