Tú
Mirabas a todo el mundo fijamente, como si tuvieras poder para escudriñar sus adentros. Me retaste, ¡y acepté! La provocación me arrastró sin remedio. ¿Quién apartó la mirada primero? No lo recuerdo.
Que siga el juego... No seré yo quien se atreva a detenerlo. ¿Quieres ser mi cómplice en esto?
Que siga el juego... No seré yo quien se atreva a detenerlo. ¿Quieres ser mi cómplice en esto?
Un juego de miradas, las miradas en ocasiones dicen más que las palabras, y a tu protagonista le gusta retar con la mirada.
ResponderEliminarBuen relato Pilar, un abrazo.
De las miradas había que editar un diccionario, a veces las señales son confusas. Pero !cuando te miran...qué sensaciones!
ResponderEliminarDuelo de miradas que queda en tablas. Interesante. Si fuera yo, habría mirado a otra parte.
ResponderEliminarSaludos, Pilar. Un buen micro