Un enorme pezón morado
Una mórbida sensualidad en sus ojos, como animal agazapado, atento y coloso. Los músculos tensos, aceitados de sudor. La mirada fría, buscona y una indolente sonrisa infantil. Mientras se acercaba desprendía un bretel del camisón y ofreció su pecho desbordante de leche que apretujaba el contorno del enorme pezón morado.
Qué jugo sacas a esa primera sensualidad que debe ser para los sentidos del lactante recibir la ofrenda colosa - hermoso adjetivo- de ese nutritivo y orondo pecho coronado, como una cima única en el mundo por una cresta hermosa de color morado.
ResponderEliminarRebosa leche y sensualidad este micro que es un disfrute para amamantarse de palabras.
Encantado de leerte, Orlando. Saludos.
La idea es otra pero las palabras no son de quien las escriben. Muchas gracias!
EliminarOrlando bienvenido a 50palabras.
ResponderEliminarNos cuentas con un lenguaje sensual y de forma muy visual, ese instante en el que una madre ofrece su pecho para amamantar a su bebé.
Buen relato Orlando, un abrazo.
¡Por Dios, cómo se va a poner el bebé! ¡Qué envidia!
ResponderEliminarUn buen micro.
Saludos, Orlando
Gracias!!!!
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