De vicio
El congreso eclesiástico anual dedicado a estudiar cada uno de los siete pecados capitales había sido un extraordinario éxito. Para celebrarlo, fueron todos al mejor restaurante del país donde disfrutaron copiosamente de opíparos manjares, deliciosos postres y vinos exquisitos. Este año había sido la gula. El próximo año, la lujuria...
Se dice que hay que conocer al enemigo para luchar contra él. Otros aseguran que no existe mejor aprendizaje, entre quienes pretenden adoctrinar, que enseñar con el propio ejemplo. Los protagonistas de tu relato conocían la teoría, pero practicaban lo contrario. Ya lo dijo Santa Teresa: "Obras son amores y no buenas razones". No me los quiero ni imaginar preparando el siguiente congreso.
ResponderEliminarUn relato sobre la hipocresía en estado puro.
Un saludo, Flor
Muy agudo tu relato, Flor. y muy bien narrado.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo.
Flor, de vicio como titulas o de muerte, vaya con estos congresistas, para saber lo llevan a la práctica. Como ha comentado Angel no quiero ni pensar en el congreso drl año próximo.
ResponderEliminarBuen relato, Flor.
Besos
Ja, ja, ja... ¿Pa qué más?
ResponderEliminarMuy buen relato, Flor. Pones el dedo en la llaga... Te felicito.
ResponderEliminarBesos.
Con la Iglesia hemos topado, con su curia y sus maneras. Te ha quedado un relato de vicio, Flor. Situación extensible a otros gremios y colectivos. La globalidad nos presenta cada día ejemplos de hipocresía alarmantes entre políticos, banqueros, dirigentes, etc. Seguro que pagaron con tarjetas black.
ResponderEliminarSaludos, Flor.
Haz lo que digo y no lo que hago dicen muchos que actuan como tus personajes y, también, que la experiencia es la madre de la ciencia. Te ha salido un relato realmente gracioso y que da para pensar. Suerte y saludos, Flor.
ResponderEliminarYo no dejaría a mis hijos cerca el año que viene... por si acaso...
ResponderEliminarUn saludo
Es que están haciendo las prácticas... Ay... A Dios rogando...
ResponderEliminarMuy bueno Flor.
Un beso.
Malu.
De toda la vida, la mejor forma de estudiar los pecados es desde dentro. De eso sabe mucho el entorno eclesiástico
ResponderEliminarComo bien señala Javier, Un retrato puro y duro de la hipocresía, la de sotana y crucifijo.
Excelente relato, Flor.
Un abrazo.
Un relato divertidísimo sobre la hipocresía eclesiástica. El vicio de la gula lo retrataba muy bien Buñuel. Y el de la lujuria... lo podemos imaginar.
ResponderEliminarMuy bueno, Flor. Un beso.
Ya me puedo imaginar dónde y cómo va a tener lugar el próximo congreso... Seguramente tendrá lugar en instalaciones propias (y tienen varias donde elegir).
ResponderEliminarAlegato en cincuenta palabras sobre la hipocresía que, lamentablemente, no está considerada como pecado capital.
¡Enhorabuena, Flor! Nos seguimos leyendo.
Besos (castos).
¿Dónde hay que apuntarse para el año que viene? Divertido y ocurrente, buena propuesta.
ResponderEliminarYo como Fernando, me apunto el año que viene sin falta. ;)
ResponderEliminarQué gracioso!
Ah, A Dios rogando y con el mazo dando, dicen.
ResponderEliminarBuena manera de reflejar la hipocresía que también mancha a la Iglesia. Que Dios nos coja confesados el año que hagan el congreso sobre la Ira.
Beso, Flor.