Las apariencias engañan

Nadie hubiera apostado un céntimo por él: fue magnate agropecuario, músico sinfónico, famoso actor teatral y cinematográfico, cantante new-age, piloto espacial, incluso minero en un asteroide; era como si algún brujo le hubiera dado vida con un conjuro mágico.

Y es que no estaba nada mal para ser un espantapájaros.
Escrito por Luis Goróstegui - Twitter

36 comentarios :

  1. Las apariencias engañan y mucho. Tenemos nuestras limitaciones, no hay que engañarse, pero también es cierto que todos albergamos dentro un potencial que ni siquiera imaginamos. A veces, nosotros mismos no queremos o no sabemos sacarlo a la luz. En otras ocasiones, y éstas son muchas, no somos capaces de apreciar las cualidades en los demás. Me has recordado el personaje del espantapájaros de "El mago de Oz", incapaz de ver que no sólo era un montón de paja dentro de ropas viejas, sino que también era dueño de un cerebro de lo más lúcido.
    Un relato que tiene su clave en el principio y en el final, que comienza por una frase que encasilla terriblemente al protagonista, para terminar con una sorpresa que habla de superación, que motiva a creer en las propias posibilidades.
    Un saludo, Luis

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    1. Muchas gracias, Ángel. En el fondo todos somos una sorpresa. Solemos juzgar al prójimo por la apariencia y no somos conscientes, o no queremos darnos cuenta, que somos capaces de todo: sólo necesitamos que, cómo a mi espantapájaros, alguien le dé un impulso que le permita autodescubrir todo su potencial.
      Un saludo, Ángel.

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  2. ¡Qué bueno, Luis! Un soplo de alegría y optimismo: todo es posible si no perdemos la confianza en nosotros mismos. Ese espantapájaros será lo que él quiera, igual que su autor, que escribe sobre cualquier tema y género sin pestañear.
    ¡Me encanta!

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    1. Muchas gracias, Patricia.
      Como le sucede a mi espantapájaros, en más de una ocasión, las personas de las que no esperamos nada, son las que hacen cosas sorprendentes que nadie se espera; sólo necesitan confianza y comprensión por parte de los demás, o como en mi 50palabras, un toque de magia –o una sonrisa y una mano tendida–, para que podamos desplegar todo nuestro potencial.
      Y, por cierto, te aseguro que pestañeo mucho, jajaja.
      Me alegro mucho que te guste mi relato. Viniendo de ti es todo un honor. Besos.

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  3. Si miramos hacia nuestro interior, todos somos espantapájaros, con mayor o menor fortuna. El de tu relato estoy convencido que era un magnífico lector, ya que es la lectura lo que te convierte en el mayor de los héroes o el más perverso de los villanos, te hace viajar por diferentes mundos y desempeñar los más insólitos trabajos. Dentro de sus brazos de paja esconderá algún que otro libro, estoy seguro. Felicidades.

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    1. Muchas gracias, Fernando.
      Tienes razón, un buen libro es una puerta abierta que nos guía hasta nuestro provenir.
      Un saludo.

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  5. Luis, un relato original, en el que tu protagonista ha vivido mil experiencias, siendo quien es, y hay está lo acertado de tu título.
    Opino como Fernando, en su espíritu ese espantapájaros ha sido un gran lector.
    Buen relato, Luis.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Javier.
      No importa quienes seamos, sólo importa lo que seamos capaces de hacer, y para ello siempre necesitamos la ayuda de los demás, como en el caso de mi espantapájaros que recibió un valioso impulso, o en nuestro caso, que tanto bien nos hace una mirada comprensiva o una sonrisa a tiempo o destiempo.
      Un abrazo, Javier.

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  6. ¡Qué bueno! Todo eso y más puede ser cada persona, todo depende de cómo sepamos encaminar nuestras vidas.
    Enhorabuena Luis.
    Malu.

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    1. Muchas gracias, Malu. Es verdad, podemos ser lo que queramos. Sólo necesitamos confianza y una mano amiga que nos ayude en esos momentos difíciles.
      Un abrazo.

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  7. Me encanta Luis, que bien lo has sabido llevar al desenlace. A mi los espantapájaros me producen mucha ternura. Y eso que cada vez hay menos en los campos. Siempre que veo alguno me parece que tienen vida
    Besicos

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    1. Muchas gracias, Cabopá. Estás en lo cierto, pero siempre nos quedará el espantapájaros del Mago de Oz. Un abrazo.

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    2. je,je,je... Por si no me relacionas, soy Carmen Martínez Marín
      Besicos

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  8. Una genialidad, Luis. El relato tiene tan buen ritmo, que los ojos van resbalando por cada oficio hasta llegar a ese perfecto final, que me ha hecho recordar al espantapájaros del mago de Oz. Me encanta el comentario de Fernando: cuántas vidas tenemos cuando los libros están cerca: varias por cada uno.
    Me ha encantado.
    Un abrazo, Luis.
    Pablo.

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    1. Muchas gracias, Pablo. Sómos lo que somos, no lo que la gente ve en nosotros. Y es cierto, en muchas ocasiones la mejor medicina es un buen libro. Un abrazo.

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  9. ¡Fantástico micro, Luis! Me encanta esa frase final, sorpresiva, que da sentido a la enumeración de "profesiones". ¡Enhorabuena!
    Besos.

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    1. Muchas gracias, María José. Todos tenemos algo de espantapájaros, y todos somos capaces de sorprender. Así es la vida: maravillosa. Un abrazo.

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  10. Esa frase hecha con la que has titulado tu microcuento es una de esas verdades que, por ser de Pero Grullo, no dejan de ser ciertas. Continuamente podemos comprobarlo en nuestra propia experiencia de la vida, una y otra vez nos equivocamos en nuestros juicios y si, al menos, eso nos hace más prudentes a la hora de juzgar ya hemos avanzado algo.
    En tu microcuento lo has expresado muy inteligentemente con esa sorpresa final de convertir al protagonista en un espantapájaros, que también suele ser un insulto con el que a veces se agrede a alguien.
    Hay una gran lección en ello, pues quiere decir que hasta ese a quien no consideramos lo suficiente puede darnos una sorpresa mayúscula en cualquier campo de la vida, a mí me ha pasado, y algo curioso que he observado es que muchos de esos a quienes la sociedad considera unos perdedores son mucho mejores personas que los llamados triunfadores; y no sólo eso, hasta son mucho más inteligentes, pero, por las circunstancias que sean, no han alcanzado las metas que la sociedad nos propone, muchas de ellas absolutamente censurables y hasta deleznables, inspiradas como están en la codicia y las ansias de poder.
    Mis aplausos, Luis, por tu microcuento y un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Enrique. Muchas veces juzgamos a los demás por las apariencias, sin profundizar en la persona, y, claro, después nos asombramos cuando comprobamos que nos hemos equivocado. Nos iría mucho mejor en la vida si, antes de juzgar, hiciérmos el esfuerzo de conocer a las personas; mucho mejor. Un abrazo.

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  11. Es como que tu espantapájaros tuviera una maravillosa vida interior o unos recuerdos inmejorables. Fíate de las apariencias, fíate y verás la sorpresa.
    La verdad es que la historia encaja muy bien con la imagen que tengo yo de un espantapájaros porque, no sabría decirte por qué, para mí es un personaje sonriente. No sé, es raro esto. Pero tu micro le va como un guante

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    1. Muchas gracias, Luisa. Es cierto, no deberíamos juzgar a los demás por las apariencias. Lo importante en todos nosotros no es lo externo, sino lo que hacemos y cómo nos comportamos con el prójimo. Sí, a mí también me gustan los espantapájaros. Un abrazo.

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  12. Hermosa metáfora la del espantapájaros para culminar un ágil relato que nos lleva en un intenso viaje por el mundo de las posibilidades. Hay un punto de inflexión en cada vida que marca inexorablemente un antes y un después; en la de tu protagonista debe haber habido muchos, porque vivió en una todas las vidas posibles. Qué grande el poder de tan solo cincuenta palabras. Una suerte.
    Saludos, Luis.

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    1. Muchas gracias, Manuel. Nos llevaríamos más de una sorpresa si, antes de juzgar a nadie, conociéramos cómo es realmente, lo que piensa y cómo actua. El interior de cada uno de nosotros siempre es más rico que lo que aparentamos externamente. Me alegra que te guste mi relato. Un abrazo.

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  13. ¿Quién dijo miedo? ¿Quién dijo que algo no es posible?

    Dicen por ahí que todo es factible en la medida en que uno crea que existe posibilidad de hacerlo. Y puede ser verdad —¡¡seguro que es verdad!!—, porque cuando existen ganas de hacer algo, lo demás viene rodado. Y si quien lo hace es un espantapájaros (que hay que ver lo que fue capaz de hacer), eso nos tiene que servir de ejemplo para no venirnos abajo y luchar por los imposibles que nos pone delante la vida. No me gustaría hacerle publicidad a un eslogan publicitario de una marca de zapatillas, pero coincido con ella en que «Impossible is nothing!».

    ¡Buen relato, Luis! ¡Mi enhorabuena y nos seguimos leyendo!

    Saludos cordiales.

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    1. Muchas gracias, José Antonio. Es cierto, si queremos, si realmente nos lo proponemos, lo tendremos más facil para conseguir lo que queramos. Y no nos debe importar lo que los demás piensen de nosotros. Me alegro que te guste mi relato. Un abrazo.

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  14. ¡Exquisito! A veces menos es más, como en este caso. Me parece muy bueno Luis.

    Un saludo

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    1. Muchas gracias, Raquel. Tienes razón, las apariencias engañan. Si nos lo proponemos, somos los dueños de nuestro destino. me alegra que te guste mi relato. Un abrazo.

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  15. Luís, original manera de recordarnos que no hay que fiarse de las apariencias. El espantapájaros aunque parece que está anclado a un lugar y de ahí no se mueve, ha tenido una vida llena de experiencias.
    Buen relato.
    Besos.

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    1. Muchas gracias, Pilar. No podemos juzgar a nadie sólo por las apariencias; puede que nos llevemos una sorpresa. Todos somos mucho más de lo que parecemos, y no debemos perder la esperanza de alcanzar nuestros sueños. Me alegro que te guste mi relato. Besos.

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  16. ¡Cuánta vida encierra el espantapájaros y cuánta frescura tu relato, Luis! Contagia optimismo e invita a huir de las etiquetas cuando juzgamos a nuestros semejantes.
    Me ha encantado. Un gran abrazo.

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    1. Muchas gracias, Carmen. Tienes razón, he querido darle un toque que transmita sentimientos de superación; me alegro haberlo conseguido. Y es que muchas veces nos dejamos llevar por el pesimismo (o la envidia) de aquellos que, cuando ven a alguien que se esfuerza en conseguir sus metas, sólo saben desanimar y menospreciar: no debemos dejarnos llevar por ellos. Todos tenemos un inmenso potencial y sólo necesitamos un poco de ánimo de los demás para conseguirlo. Besos.

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  17. Veo en tu protagonista a, por ejemplo, un niño solitario que gracias a sus lecturas y ensoñaciones consigue, al menos por un momento, evadirse de sus circunstancias o a un preso que da luz a sus vida evocando otras...Enhorabuena, Luis. Suerte y un saludo.

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    1. Muchas gracias, Jesús. Cada relato transmite algo distinto al que lo lee, esa es la grandeza de la escritura. Cuando lo escribí yo tenía en mente la superación como medio para conseguir nuestros anhelos, así cómo aquel dicho que dice que en más de una ocasión, las personas de las que no esperamos nada, son las que hacen cosas sorprendentes que nadie se espera, pero tu perspectiva también puede encajar con mi relato. Interesante. Un abrazo.

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  18. ¡Pero nada mal! Y yo que pensaba que estabas hablando de Bruce Dickinson. ;-) Es cierto, no somos lo que aparentamos, sino lo que somos capaces de conseguir. Felicidades por el micro, Luis. Un saludo.

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    1. Muchas gracias, me alegro que te guste mi relato. No, no hablaba de Bruce, sino de todos aquellos que son capaces de conseguir mucho más de lo que los demás creen que son. Un abrazo.

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