Soy nadie
Vestida de blanco, de libertad, de vida elegida entre cuatro paredes, su alma escogió su divina compañía y cerró la puerta. De su interior fluyeron poemas plagados de mayúsculas y guiones, de petirrojos y eternidad, mientras bebía atardeceres en tazas de té.
Le bastó una habitación propia para ser genial.
Le bastó una habitación propia para ser genial.
Dejas muchas pistas camufladas y por eso me ha gustado mucho tu relato, escrito con la elegancia que te caracteriza. Tal vez me equivoque, pero me evoca la figura de Santa Teresa, mujer que, más allá de las creencias de cada uno, es un ejemplo de valentía al atreverse a escribir como lo hizo en un mundo dominado por los hombres, sobre todo en la Iglesia.
ResponderEliminarA sus pies, señora escritoraza.
Ay, Patricia, que bonito todo lo que me dices, aunque no hayas acertado, no importa. Como ya han dicho, Carmen y Javier, hablo de Emily Dickinson. A pesar de ser la mejor poeta en lengua inglesa, es una gran desconocida. Desde la intimidad de su habitación conquistó al mundo con sus poemas. Este es mi pequeño homenaje.
EliminarCuanto agradezco que hayas sido la primera valiente en comentar y arriesgar. No esperaba menos de ti, Milady...
Mil besos muy muy apretados, amiga.
Oh, Miss Dickinson! Las tazas de té me sobraban, pero como era aficionada a las tisanas de hierbas, dicen... Tu relato es tan suave y bonito que se puede aplicar a las valientes que eligen escribir porque les da la gana, todas, todas.
EliminarUn beso fuerte, Pilar.
Patricia, totalmente de acuerdo. Tomó la decisión de escribir porque le dio la gana y luchó por ello desde su habitación. Ayudó a que cambiase la visión de las mujeres escritoras.
EliminarBesos muy apretados.
Muy bello y poético tu texto, Pilar. Yo me decanto por decir que nos hablas de Virginia Woolf, aunque no se si habla de petirrojos en sus poemas, pero supongo que sí bebía atardeceres en tazas de té. Y que tenía una habitación propia. Enhorabuena. Un saludo y suerte.
ResponderEliminarJesús, es fácil que te haya podido confundir al nombrar "una habitación propia" ya que Virginia Woolf escribió un libro con este título, que habla de mujeres escritoras, pero en este caso solo se trata de un guiño ya que hablo de Emily Dikinson.
EliminarGracias por tus bellas palabras para mi micro. Espero que desde hoy os acerquéis a su historia que es fascinante, además de a su maravillosa obra.
Besos muy apretados.
Pilar, esta mujer encerrada voluntariamente en su habitación, vestida de blanco y que elige la poesía por toda compañía no es otra que la gran poeta norteamericana Emily Dickinson. Cuanto sé de su vida es que se fue recluyendo cada vez mas: de su población a su casa y de la casa a su habitación. Nunca salió y desde allí compuso poemas que abarcan todo lo humano.
ResponderEliminarLo has narrado de un modo bello, elegante y poético. Muy acertado ese guiño final a Virginia Wolf.
Un micro genial, amiga. Mi enhorabuena emocionada y muchos besos.
Carmen, gracias por tus palabras. Me ha emocionado todo lo que dices sobre mi micro. Las claves para saber que se trata de Emily Dikinson están por todo el texto, incluido el título y tú lo has sabido ver enseguida. A veces ocurre, que una gran poeta es a la vez una gran desconocida.
EliminarMil besos muy muy apretados, amiga.
Pilar, nos presentas de modo muy poético y con gran sesibilidad la vida de esta gran poeta norteamericana, no diré su nombre para seguir manteniendo el misterio de quien es, ya que a lo mejor piensan que juego con ventaja, pero no es así, como lector cero tuyo descubrí en los muchos detallles que dejas en tus bellas 50 palabras quien era, al leerte la primera vez.
ResponderEliminarDesde el título, que corresponde a uno de sus poemas más famosos, así como esas mayúsculas y guiones con los que llenaba sus textos.
Su vestido blanco, siempre, ya que ella decidió vestir de ese color.
Y por último esa habitación, en la que se recluyó voluntariamente y que le bastó para ser genial, tú preciosa última frase. Desde esa habitación escribio bellos poemas.
Un texto bellisimo, escrito con gran belleza y que destila poesía en sus 50palabras.
Un gran relato,que me encantó al descubrirlo y al leerlo hoy me vuelve a enacantar.
Besos.
Javier, solo puedo decirte llena de emoción mil gracias por tu comentario. Lo has explicado perfectamente. Agradezco cada una de tus palabras y tu apoyo incondicional a mis letras.
EliminarMiles de besos muy muy apretados.
Reconozco, Pilar, que no sabía a quién te estabas refiriendo, pero una vez leídos tanto tus comentarios de respuesta como los de Carmen y Javier, me has (me habéis) hecho conocer a una poeta de la que solo sabía su nombre y, lo confieso, nunca antes había leído nada de ella. He buscado el poema que da título a tu cincuenta y me ha sorprendido gratamente. Así que solo puedo darte las gracias por desvelarme a esta autora y además habérmela dado a conocer de una manera tan bella...
ResponderEliminarCon tu permiso (el de Emily Dickinson lo presupongo, porque ¿qué poeta no quiere que se lea su poesía?), transcribo el poema referido para quien, como yo, no lo conociera...
[Soy nadie. ¿Tú quién eres?]
Soy nadie. ¿Tú quién eres?
¿Eres tú también nadie?
Ya somos dos entonces. No lo digas:
lo contarían, sabes.
Qué tristeza ser alguien,
qué público: como una rana
decir el propio nombre junio entero
para una charca admiradora.
(Versión de L.S. - En http://amediavoz.com/)
¡Enhorabuena, Pilar! Bello cincuenta el tuyo. Nos seguimos leyendo.
Besos.
Jose Antonio, me siento muy feliz si he contribuido para que conozcas a Emily y su gran obra. Como curiosidad te diré que no le gustaba publicar sus poemas y murió sin haber publicado apenas. Los cosía a mano a modo de cuadernos, que se descubrieron después de su muerte.
EliminarMil gracias por transcribir su poema, que da título a mi relato, dice mucho de ella.
Muy agradecida por la gran valoración que has hecho de mi micro.
Besos apretados, amigo.
Lo bueno que tiene este mundo de cincuenta palabras es que, además de divertirnos haciendo una de las cosas que más nos gusta, conocemos a personas que, al menos para mí, nos eran totalmente desconocidas. He tirado de wikipedia y ahora me encaja todo el relato. Te aseguro que la primera vez me quedé a cuadros, pero gracias a nuestra gran Carmen, he visto la luz. Gracias también a Pilar y a Jesús, porque me han hecho revisar las biografías de Santa Teresa y de Virginia Woolf. Tu escritura, tan cuidada como siempre, Pilar.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo.
Quise decir gracias a Patricia, que se me fue el santo al cielo
EliminarJa, ja, ja... Conste que la santa también escribía sobre no ser nadie.
EliminarPablo, me alegro que hayas conocido a Emily, te gustará. Mi relato ha sido un 3 x 1, ya que además has recordado a Virginia Woolf y a Santa Teresa, regalo de Jesús y de Patricia.
EliminarY gracias al comentario de Carmen y al de Javier has visto la luz... jajaja
Ya te dije que iba a dar el golpe, gracias a la fecha...
Muchas gracias por tu comentario.
Besos.
Inspiración compartiendo soledad con la sensibilidad para crear poesía preñada de alma. Genial relato y homenaje, Pilar. Un abrazo.
ResponderEliminarSalvador, mil gracias por tan bello comentario y valorar tan bien mi micro.
EliminarBesos apretados.
Ya me hubiera gustado comentar tu relato "a vuelta de correo", como se decía antes, o sea, enseguida, el primero a poder ser, pero cada vez estoy más limitado en tiempo, aunque para lo que merece la pena trato de sacarlo hasta de debajo de las piedras. Ser algo tardío en este caso tiene la ventaja, si así puede llamarse, de que alguien ya ha resuelto las posibles dudas que pudieran surgir en la interpretación. En este caso, confieso que habría tenido que sumergirme en Google. No sé si hubiera encontrado la solución correcta, lo que si sé es que en tus palabras se respiran siempre dos cosas, especialmente acentuadas en este medio centenar de ellas: sensibilidad y superación. La sensibilidad de una persona (de una escritora) que no es ajena a lo humano, que vibra y sufre con las desgracias, que nunca le son ajenas, que se contagia felizmente o se ve reflejada en otras inquietudes, como en este caso, las de E. Dickinson. Superación en el sentido de tratar de escribir cada día mejor, es el camino y es un reto constante. Cuatro paredes son suficientes, partir de que no somos nadie y tratar de abrir el interior, entendernos a nosotros mismos mediante el lenguaje. Todo ello lo has expresado muy bien, tanto, que me dan ganas de leer ahora mismo a esta autora. Has compuesto un relato que es un sentido homenaje pero no se limita a eso, ya que transmite muchas cosas.
ResponderEliminarTe mando un abrazo fuerte, Pilar, si me lo permites, a tu estilo, apretado.
(Si que me ha salido largo)
EliminarÁngel, con tu humanidad y tu generosidad has conseguido volver a emocionarme. No sabes cuanto agradezco tus palabras de aliento y que valores mi esfuerzo, cada vez que escribo, por superarme. He aprendido mucho de todos, pero sobre todo de ti, y no me refiero solo a la letras.
EliminarEspero que disfrutes mucho con la obra de Emily.
Muchas gracias por ese abrazo apretado. Yo te mando mis besos muy muy apretados, amigo.
El gran crítico literario estadounidense Harold Bloom dice lo siguiente acerca de Emily Dickinson: “Exceptuando Shakespeare, Dickinson manifiesta más originalidad cognitiva que ningún otro poeta occidental desde Dante”.
ResponderEliminarO sea, que has elegido para hacerle un hermoso homenaje a una grandísima poeta, junto con Walt Whitman, son los dos pilares sobre los que se sustenta la poesía del país que ahora gobierna un tal Donald Trump. No creo que a ninguno de los dos les gustara el personaje en cuestión.
Aparte de eso, tu texto tiene otras muchas virtudes, al poner en un primer plano a Dickinson, resaltas también la marginación de la mujer, una marginación que, a día de hoy, todavía no está superada ni en los países más avanzados. Pues en esos países, y en una época no tan lejana como es el siglo XIX, mujeres con grandes cualidades artísticas llevaron vidas oscuras, y muchas tuvieron que renunciar a sus grandes capacidades, o ni siquiera llegaron a conocerlas. Algunas más avispadas se hicieron pasar por hombres para poder desarrollarse, en parte, artística y humanamente.
Ahí están las hermanas Brönte y Jane Austen, entre las primeras, y George Sand -Amandine Aurore Lucile Dupin- y George Eliot –Mary Anne Evans- entre las segundas. Sus nombres verdaderos los he visto en la Wikipedia.
También evocas esa habitación propia que reclamó Virginia Woolf, esa en la que Dickinson se sumergió en sus magníficos universos y escribió tantos poemas hermosos que, a veces, duelen como una herida causada por un estilete.
Y el título que le has puesto a tu microcuento, y que es el del primer verso de uno de los poemas de Dickinson –Soy nadie-, me trae a la memoria también el –No soy nada- con el que Pessoa –otro perdedor según los valores que rigen nuestras sociedades- comienza uno de sus más celebrados poemas, Tabaquería.
Así que un micro impregnado de lirismo, referencias y veneración –a la que me uno- por una enorme poeta, aunque, como otros muchos, quizá se fuese de este mundo desconociendo su gran valía.
Mis felicitaciones, Pilar. Un abrazo.
Enrique, lo has explicado tan bien y tan bonito, que solo puedo decirte que agradezco enormemente tu comentario. Has sabido ver muchas cosas en mi micro tan hermosas que son muy difíciles de explicar sin usar la poesía. Humildemente, he intentado resaltar lo más destacado de su vida y de su obra de la forma más bella.
EliminarSi he conseguido que ahora la conozcáis mejor así como a su obra, me siento muy satisfecha.
Muchísimas gracias por tu valoración y por tu generosidad conmigo.
Besos muy apretados, amigo.
Una belleza amiga. Aunque se conozca la vida de Emily y estén todas las pistas, es fácil confundirse con otras tantas mujeres que defendieron las letras. Podría ser un bello homenaje a muchas de ellas. Enhorabuena. Mil besos
ResponderEliminarCarmen, me gusta tu propuesta. Con mi micro, hago extensivo mi homenaje a todas las maravillosas mujeres escritoras valientes que, a pesar de las múltiples dificultades que han encontrado en su camino, han luchado de la mejor manera, con sus letras.
EliminarMil gracias por pasar y dejarme tu hermoso comentario.
Besos muy apretados, amiga.
Nada sabía acerca de Emily Dickinson, y nada habría sabido si no llega a ser por este precioso homenaje que le has rendido, Pilar, y sin la inestimable aportación de los compañeros cincuentistas que me preceden, pero a pesar de mi ignorancia, sí que he podido apreciar el amor con el que has escrito este relato, y con eso me quedo.
ResponderEliminarBesos.
Carles, si a través de mis letras has llegado a las de Emili, me siento muy satisfecha, pero si además has percibido la belleza en ellas, soy feliz.
EliminarMuchas gracias Carles por tu cariñoso comentario.
Besos apretados.
Me admiran seres como ella que son capaces de renunciar al todo y ser nadie para ser ellos mismos. Vestida de blanco como corresponde a un ser puro, su alma desdoblada del cuerpo tomaría forma en los versos y escanciaría esa sensibilidad latente y única que con delicadeza escogida has sabido poner en cincuenta palabras.
ResponderEliminarEl ruido de afuera nos arrastra con su vociferación continua, nos impele a actuar continuamente, nos amalgama y entre tanta mezcolanza, somos mucha nada junta, en la que a veces no conseguimos discernir nuestra propia voz. Emily eligió con valentía el camino contrario, esa habitación que nos haces imaginar, ese tiempo bebido lentamente en las tazas de te y ese designio de versos venidos de un tiempo ajeno al presente, urdidos con el tejido invisible de una madeja hecha luz interior.
Como a ella, a ti, Pilar, te han bastado cincuenta palabras para recrear genialmente el mundo único y sensible de una poeta excepcional.
Ya sois dos, no lo digas a nadie, lo contarían, sabes.
Un beso grande, Pilar.
Manuel, qué bonito lo has explicado. Sé que mis 50 palabras no contienen sorpresa, ni asesinos en serie, pero si un universo llamado Emily, donde solo hay lugar para la poesía, la sensibilidad y la belleza, que tratan sobre todo lo humano, a pesar de estar entre cuatro paredes.
EliminarMuchísimas gracias por descubrirlo conmigo y por dedicarme tan bello comentario. Será nuestro pequeño secreto...
Besos muy apretados, amigo.
Elegante, sutil y preciso homenaje a Emily Dickinson, aunque reconozco que no lo habría descubierto sin la ayuda de los comentarios posteriores. En cualquier caso, creo que el homenaje es extensible a cualquier mujer escritora que luche por su libertad y su dignidad. Felicidades, es precioso.
ResponderEliminarFernando, a veces los más grandes genios son unos completos desconocidos, sobre todo cuando se trata de una mujer. Me alegro que hayas descubierto a Emily a través de mis palabras.
EliminarCoincido contigo, hagamos extensible mi pequeño homenaje a todas las escritoras que luchan por cambiar las cosas, a pesar de las dificultades.
Mil gracias por tus hermosas palabras y por la buena valoración de mi micro.
Besos muy apretados, amigo.
Un canto a la vida contemplativa, expuesto con sensibilidad e imágenes en las que se palpa la espiritualidad de la protagonista.
ResponderEliminarPrecioso, Pilar.
Besitos virtuales.
Maria Jesús, muchísimas gracias por tus bonitas palabras para mi micro. Cuanto me alegro, que te haya gustado.
EliminarBesos muy apretados, amiga.
Un canto a la vida contemplativa, expuesto con sensibilidad e imágenes en las que se palpa la espiritualidad de la protagonista.
ResponderEliminarPrecioso, Pilar.
Besitos virtuales.
Pilar, la autora me sonaba, pero soy incapaz de identificar su obra. Con tu micro deduzco que tiene mucha belleza, pues tal es la sensación que nos transmites.
ResponderEliminarUn beso.
Carme.
M. Carme, si he conseguido transmitir la belleza de su obra y habéis conocido mejor su vida, espero que esto os anime a leer sus bellos poemas. Descubrirla, es el mejor homenaje.
EliminarTe agradezco mucho tu hermoso comentario.
Besos muy apretados.
A mí me ha pasado como a Patricia, pensaba que la protagonista podría ser Santa Teresa de Jesús. Al saber que se trataba de Emily Dickinson, he de decir que nunca he leído nada de ella. Así que me he informado un poco, y veo que has plasmado con mucha sensibilidad y belleza algunos detalles de su persona y vida. Me ha llamado la atención lo del petirrojo y he hallado estas frases cuyo mensaje me ha encantado: "Si puedo evitar que un corazón sufra, no viviré en vano; si puedo aliviar el dolor en una vida, o sanar una herida o ayudar a un petirrojo desmayado a encontrar su nido, no viviré en vano". Muy acertado, interesante e ilustrativo tu micro, Pilar. Felicidades y un beso.
ResponderEliminarJuana, la verdad es que no quise poner su nombre, pensé que con todas las pistas que incluí, desde el título hasta el final, sería fácil descubrirla. No ha sido así, pero me alegro que con mis 50 he incentivado vuestra curiosidad y habéis llegado hasta ella.
EliminarPreciosas las frases que nos traes en las que habla de los petirrojos, pero sobre todo habla de sus sentimientos. Gracias por ayudarme a descubrirla.
Muchísimas gracias por tu bello comentario y por tu valoración positiva.
Besos muy apretados.
Nada sabía de la vida y obra de tal poetisa. Pero ahora sé de los universos que caben entre cuatro paredes, de la fluidez sin límites de la eterna ingravidez de las palabras, de atardeceres escritos con la pupila de los dedos.
ResponderEliminarDe cómo la sensibilidad de una mujer puede hacernos llegar la grandeza de otra mujer, con tanta fuerza y emoción.
Extraordinario, Pilar. Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
Antonio, después de esta belleza de comentario que me dedicas, solo puedo decirte, gracias, gracias, una y mil veces, gracias.
EliminarCon la belleza de tus palabras has conseguido llenarme de emoción. No hay un premio mejor.
Besos muy muy apretados, amigo poeta.
Al principio no entendía el relato, aunque su belleza me ha hecho entrar a los comentarios y ya he podido montar el puzzle que tenía en mi mente, pues reconozco que no soy ningún entendido en poesía (y moderna, menos)
ResponderEliminarSólo conocía su nombre y su carácter excéntrico (?) -me suena un reportaje televisivo en la 2-, pero ahora ya me habéis ilustrado bastante. Gracias a todos y especialmente a tí por tu magnífico relato.
Un fuerte abrzo, Pilar.
Isidro, si he conseguido atraer tu atención con mis palabras y además has descubierto lo excepcional y maravillosa que es la vida y la obra de Emily, ya me siento muy feliz. Ha sido mi pequeño homenaje para la poeta más grande en lengua inglesa.
EliminarMe ha parecido muy bonito que 50palabras se haya vestido de belleza y poesía, a través de vuestras aportaciones y comentarios.
Muchísimas gracias por dejar que mis palabras, unidas a tu curiosidad, te hayan acercado a su universo.
Muy agradecida por tan buena valoración para mi micro.
Besos muy apretados, amigo.
Gran meditación sobre lo que veo que es, tras leer los comentarios anteriores, la vida (o al menos una parte de ella) de la escritora Virginia Woolf. Aparte de la belleza con la que lo has expresado, me parece un planteamiento muy interesante ese de elegir la soledad y el aislamiento para dedicarse a la creación. Me recuerda a la situación de la que se habla en Hamlet sobre la cáscara de nuez, pero también, esta vez algo más cercano, a aquello que se cuestiona Fito, creo que irónicamente, sobre lo que puede saber alguien que ha pasado la vida buscando la melodía.
ResponderEliminarCon todo, me parece un relato muy sugerente y lleno de hermosura, escrito con mucho amor hacía las letras y a uno de sus ilustres valores.
Enhorabuena, Pilar.
Un fuerte abrazo.
Enrique, me parece que no has leído bien los comentarios. No hablo de Virgina Woolf, hablo de Emily Dikinson. Jajaja
EliminarNo obstante, una vez subsanado el error, darte las gracias por tus palabras, que son preciosas al valorar mi micro.
Al menos, espero que hayas disfrutado leyéndolo y te haya servido para descubrir a Emily y su maravillosa obra.
A veces, alguien tan grande como ella es para la mayoría de la gente es una gran desconocida.
Mil gracias, Enrique, por tu hermoso comentario y la buena valoración que haces de mi micro.
Besos muy apretados, amigo.
Me gusta tu historia de la escritora que se aísla para poder crear. Da igual las cuatro paredes donde se encierra, porque su imaginación volará lejos.
ResponderEliminarMuy bonito, Pilar. Besos.
Olga, muchísimas gracias por tu buena valoración de mi micro.
EliminarBesos apretados.
Emily Dickinson, gran poeta, menos leída en España que en el mundo anglosajón, es revivida por ti, Pilar, en tu magnífico micro. A mí me parece plausible toda aquella iniciativa de homenajear a un gran valor de la literatura universal y no cabe duda de que este es uno de esos casos. Si añadimos a ello el que fuese una mujer escritora, en el siglo XIX, con todos los grandes obstáculos con los que se encontró para realizar su obra, por ser fémina, mayor es mi admiración por ti, Pilar, al querer recordarla. ¡Felicidades!
ResponderEliminarBesos.
M.José, muchísimas gracias por todas las cosas preciosas que le dedicas a mi micro. Mi objetivo se ha visto cumplido con creces. Emily ahora forma parte de esta gran familia de letras. No hay un lugar mejor para compartir y disfrutar de su genialidad.
EliminarTe agradezco tu buena valoración para mi micro.
Besos apretados.
Muy bien Pilar, muy acertada con tu reconocimiento. Emily Dickinson no se merece 50 palabras, más bien 50 relatos de 50 palabras cada uno.
ResponderEliminarUn abrazo guapa.
Raquel, mil gracias por tus hermosas palabras para Emily y para mi pequeño homenaje.
EliminarBesos apretados.
Querida Pilar, confieso, así como te confesé por otra vía, que yo me había ido por Teresa de Jesús. Me he empapado sobre Emily Elizabeth Dickinson, no tenía el gusto de conocer nada sobre ella, pero me parece apasionante la historia sobre su vida, así como muy interesante su obra.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención cómo definía su poesía: «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos».
En fin, todo esto, unido a tu bello relato, que encaja a la perfección después de leer sobre ella, hace que tu micro sea una belleza en fondo y forma.
Gracias por acercarnos esta figura, leeré más sobre ella, porque me encanta.
Un beso grande.
Malu.
Malu, es cierto que al principio os costó reconocer de quién hablaba en mi micro, pero estoy segura que ya no es una desconocida, y lo que más me alegra es que os habéis acercado a ella, a su vida y a su obra, ambas excepcionales.
Eliminar50 palabras se me quedaron muy cortas para describirla. Si he logrado transmitir un poco de su belleza, ya me quedo tranquila.
Pero, ¿a que ha sido divertido descubrirla?
Mil gracias por tus preciosas palabras y tu valoración positiva para mi micro.
Besos muy muy apretados, amiga.
Que bonito relato Pilar, y leyendo los comentarios, en especial el de Carmen, descubro un muy hermoso homenaje a miss Dickinson que a mi, sinceramente, se me hubiera pasado por alto, pensé que era algo más biográfico, jejeje.
ResponderEliminarAprovecho de agradecer tu dedicatoria para mi copia del libro "El Bosque de las Palabras", muy agradecido por tus palabras que quedan inmortalizada en mi mas favorito de los libros.
Un abrazo, un beso y dile a Javier que te saque de la habitación a cenar a un elegante restaurante, que no sea tacaño.
Jean, muchas gracias por tu sentido del humor y por tus bellas palabras para mi micro y para mi abrazo en forma de letras que te escribí a falta de poder dártelo personalmente.
EliminarBesos apretados.