¿Cuándo se deshumanizó la humanidad?
Y llegó internet, que permitió que cualquier persona, desde el más remoto lugar del planeta, pudiera tener acceso global a la información; y después vinieron los chats, las redes sociales...
Hasta que un día, no se sabe muy bien en virtud de qué "bien común"..., se declaró ilegal la intimidad.
Hasta que un día, no se sabe muy bien en virtud de qué "bien común"..., se declaró ilegal la intimidad.
Somos seres sociales y como tales actuamos, a ello dirigimos la tecnología, que cada día avanza más, pero todo tiene un límite. En todo caso, la culpa nunca será de los progresos técnicos, sino del mal uso que les demos. Esperemos que nunca haya que responder a la pregunta del título.
ResponderEliminarUn saludo, Jesús
Muchas gracias, Ángel. Es cierto, la tecnología, como tal, es neutra; somos nosotros quienes la debemos utilizar para lo bueno y no para lo malo. En todo caso, nunca está de más tenerlo siempre en mente: más vale prevenir que curar. De ahí la importancia que libros como "1984", "Fahrenheit 451" o "Un mundo feliz" tienen (aparte de su calidad literaria, claro) Un saludo.
EliminarApocalíptico tu apuesta de Marzo. Esperemos que no llegue la sangre al río.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, Raquel. Tienes razón, me he puesto algo radical, y yo también confío que nunca lleguemos a tanto, pero, como he contestado más arriba a Ángel, nunca está de más tenerlo siempre en mente. Un saludo.
EliminarTienes razón, Luis, rozamos ya el esperpento. Algunos hasta escriben en Twitter, me han contado. Aunque debe ser ciencia ficción de esa que tan bien escribes tú.
ResponderEliminarAbrazote.
jajaja... sí, Patricia, y no sólo escriben (escribimos, yo el 1º) de vez en cuando, sino a todas horas... jajaja... y con la pretensión, encima, de que nos lean... Aunque lo malo no es que escribamos en las redes sociales, sino el mal uso (o el uso interesado) que se pueda hacer con toda la información que publicamos en la red. Y lo peor no es que lo que escribamos sea ficción, poesía, etc... sino toda la información personal que circula por ahí y que, al final, podamos lleguar a vivir en una especie de "neo-1984" y hayamos perdido lo más sagrado de nosotros mismos, nuestra identidad más íntima, nuestra intimidad. Quizá exagero, claro, pero... quizá no tanto. Esperemos que todo se quede en ciencia ficción..., de esa que escribo tan bien... jajajaja. Muchas gracias, escritora.
EliminarCritica mordaz a la Nueva Era. Tienes toda la razón, Luis, cuestión de tiempo, y a lo mejor más breve de lo que pensamos.
ResponderEliminarSuerta y un saludo
Muchas gracias, María Jesús. Lo importante es el uso que hagamos de las redes. Esperemos que no nos tengamos que arrepentir de nada en el futuro. Un saludo.
EliminarDe entrada creo que nosotros mismos estamos quitando el contenido a la palabra intimidad, cada uno a su manera en un grado u otros, después... ya veremos qué pasa, parece una distopía que puede ser verdad.
ResponderEliminarMuchas gracias, Luisa. Es cierto, todo depende de nosotros y de cómo usemos la internet. Confiemos que aprendamos a utilizarla para el bien. Un saludo.
EliminarSe nos abre un nuevo camino con tanta innovación y nuevas tecnologías. No es cuestión de cerrar los ojos ante lo que ya es evidente, pero tampoco procede lanzarse a lo loco sin saber dónde llegaremos a parar. La virtud, una vez más, estará en ese punto medio entre ir avanzando y progresando pero con seguridad y conciencia. De otra forma, como cuentas en tu micro, llegará un día donde se declare ilegal la intimidad. Que ese "bien común" no nos arrebate nunca nuestra humanidad y sensatez.
ResponderEliminarMuchas gracias, Enrique. Tienes razón, confiemos que sepamos conservar nuestra humanidad ante los retos del futuro. Un saludo.
EliminarEs cierto que hacemos uso y abuso de las redes sociales, pero espero que no se cumpla tu distopía y podamos salvaguardar algo de intimidad. Mientras tanto, algunos nos imponen la suya en cuanto abrimos la pantalla.
ResponderEliminarUn micro muy interesante, Luis. Un gran abrazo.
Muchas gracias, Carmen. Sí, tienes razón, y algunos no es que no tengan intimidad, es que no quieren tenerla, jajaja... Confío que sepamos usar bien la tecnología en general y las redes sociales en particular. Un abrazo.
EliminarMalo es que alguien pierda el norte, regalando su intimidad en internet. Pero peor es cuando otros, utilizan las redes para vilipendiar... humillar, ofender a los demás. Entre los chavales, ahora mismo, es el foco donde más fácil se puede destrozar una vida. Autogestionarse está bien. Pero ahí donde no hay freno, malo. Pienso que confiar, no es suficiente. Imprescindible normas, reglas de "juego" y salvaguardar derechos. Concienciar a nuestros hijos, en casa y en los colegios. Y por supuesto, a nivel personal... cabeza.
ResponderEliminarMuy bueno para la reflexión tu microrrelato. Enhorabuena!
Muchas gracias. Estoy de acuerdo contigo. El descontrol no es bueno y, aunque internet tiene mucho bueno, también puede ser utilizada para lo malo. Depende de todos nosotros aprender a usarla. Un saludo.
EliminarMuchas veces pienso en el tema de tu micro, Luis. Y da miedo la cantidad de personas para las que las redes sociales se han convertido en su única forma de comunicarse. Lo que hace tan solo 10-15 años nos parecía un tema de ciencia ficción ahora está tan generalizado que lo raro es no ser asiduo de alguna de estas redes sociales.
ResponderEliminarLo importante no es evadirlas sino saber usarlas bien y sobre todo enseñar a las siguientes generaciones, que no se queden atrapados en una trampa que los pueda destruir.
Muy bueno, y el título muy apropiado.
Muchas gracias, Asun. Tienes razón, lo importante es que sepamos aprender a usar razonalmente las redes sociales, porque es muy facil caer en el abuso, y luego será tarde rectifiar. Me alegro que te guste mi relato. Un abrazo.
EliminarA la pregunta que te haces con el título de tu microcuento te contestaré que, en mi opinión, la humanidad nunca estuvo muy humanizada, pues lo que hemos hecho con los animales y los unos con los otros es de puro espanto.
ResponderEliminarClaro está que las diferencias entre unos seres humanos y otros en ese sentido son enormes, pero si tuviesen que juzgarnos seres superiores, no sé si pasaría como con lo del pecado original, o como con lo de las elecciones democráticas para gobierno de un país, que por malo que sea hay que aguantarlo aunque tú no lo hayas votado. O sea, quizá tuviésemos que pagar todos lo hecho por algunos, como en el rescate a los bancos en nuestro bendito país.
En cuanto a los tiempos tecnológicos que vivimos creo que son de auténtica locura, me pasa con respecto a ellos lo mismo que con el coche, no sé si son un bien o un mal.
Por otro lado, no sé dónde pueden llevarnos esos inventos que no sólo transforman nuestras vidas, sino que, además, las aceleran y las someten al estrés de la multitud de estímulos y de los cambios cada vez más rápidos.
Y la intimidad está ya a la altura del betún la pobre, si por casualidad, y por las circunstancias que fuere, uno se hiciese famoso, ya podía dar por perdida esa intimidad, pues tendría moscones encima a todas las horas, y gente pendiente de cada paso que uno diese.
Y no sólo eso, cada uno de nosotros hemos proporcionado tal cantidad de datos que si hicieran una investigación sobre ellos acabarían sabiendo de nosotros más que nosotros mismos, pues muchas de esas cosas las habremos olvidado.
En definitiva, muy pertinente y actual tu microcuento, aunque creo que los que decidan retirarse de ese pandemonio de las redes sociales van a ser cuatro gatos. Así que veremos dónde nos lleva esta nave.
Un abrazo, Luis.
Muchas gracias, Enrique. Es muy cierto lo que dices. La tecnología, en general, y las redes sociales, en partiular, nacieron para, en teoria, mejorar nuestras vidas, pero corremos el peligro de que, si no aprendemos a usarlas bien, provoquen más mal que bien. Supongo que, como todo, la virtud está en hacer un uso moderado de ello, y, de vez en cuando, apagar el ordenador y la TV y pasear por el campo y respirar el aire puro que aún nos queda. Un abrazo.
EliminarNo sé si llegarán a prohibir oficialmente la intimidad, pero de lo que no tengo ninguna duda es que de nos la están arrebatando a marchas forzadas...y encima les pagamos por ello.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Luis.
Muchas gracias, Carles. Sí, es cierto. De todas formas aún no está todo perdido. Aún podemos reaccionar; al menos ese es mi deseo. Confiemos que no lleguemos a tanto. Un saludo.
EliminarInquietante micro de ciencia ficción. Ya sólo falta que el nuevo Gran Hermano nos vigile con una webcam.
ResponderEliminarSaludos, Luis
Muchas gracias, Plácido. Todo se andará, todo se andará, y si no al tiempo... Y con una webcam que llevaremos todos implantada bajo la piel, que así es más cómodo, jajajaja... Nos estamos volviendo locos y no nos damos cuenta. Un saludo.
EliminarLuis, me gusta mucho ese giro final. La confrontación entre lo público y lo privado, en la que resulta ganador lo primero. Es triste, pero constatable. Buen relato.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, María José. Es cierto lo que dices, lo privado cada vez goza de menos importancia en esta sociedad nuestra tan "de escaparate". Una lástima.
EliminarUn saludo.
Pues créeme, tocayo, que no lo veo tan lejano...
ResponderEliminarMuy actual, aunque triste, pero buenísima tu propuesta, enhorabuena.
Malu.
Muchas gracias, Malu. Esperemos que sepamos aslvaguardar nuestra intimidad, o nos convertiremos en maniquíes de escaparate.
EliminarUn saludo.