Fuera de contexto
Algo debió de ir mal, y Mozart nació en 2006. De buena familia, estudió a los grandes compositores desde los tres años, y ya imitaba a Beethoven a los siete. Aparcó la música para estudiar una ingeniería en Viena y, enfermo de quién sabe qué, falleció repentinamente a los 35.
Es que algunos "meten la pata".
ResponderEliminarAy, no me pegues, capitán, y no me inhabilites por mis chistes malos.
Besos, besos, besos, muchos.
Alex, por lo que veo, aunque no sabemos porqué motivos, Mozart haya nacido 250 años más tarde, no se ha librado de su destino. Parece ser que todo está ya escrito, aunque suceda "fuera de contexto".
ResponderEliminarRecupérate pronto. Besos apretados.
Nadie puede huír a lo que ya está escrito. Mejor que se quedara en su sitio, si no sabrá Dios que sería de su música. Enhorabuena mi ÁLEX. Besos desde el otro lado del charco.
ResponderEliminarEste Mozart está fuera de contexto, pero su destino ya estaba escrito, y ante eso poco le quedaba por hacer.
ResponderEliminarÁlex te deseo una rápida mejoría, que pronto puedas correr.
Un abrazo.
Pues sí, hay cosas de las que no se puede escapar. Y no lo digo por la predestinación, que yo en particular la veo tan difícil de gestionar como innecesaria, sino porque si eres Mozart, aunque nazcas en el paleolítico llevarás un millón de sinfonías en un el adn, y quizá hasta la obsolescencia precoz programada. Pero sí que tendrás siempre el libre albedrío para cambiar tu realidad a discreción y en función de las circunstancias.
ResponderEliminarMuy bueno, Álex. Alentando siempre el debate y con muy buenas letras.
Abrazos y a ponerte bien pronto.
Para que un genio sea posible, primero tiene que nacer con un talento innato, pero después y no es menos importante, necesita de unas condiciones especiales para poder desarrollarse y prosperar en aquello que es tan brillante. Alguien como él, en estos tiempos, puede que hubiese tenido que aparcar la música para ganarse la vida, hubiera sido uno más, ni nos hubiésemos enterado de su existencia. No es lo mismo nacer en un lugar o en otro, en una época o en otra diferente. No hay estadísticas sobre esto, pero es escalofriante sólo pararse a pensar la cantidad de genialidad desperdiciada por unas circunstancias prosaicas y obstinadas que se imponen sobre todo.
ResponderEliminarUn abrazo grande y un pronto restablecimiento, Álex
Me encanta como has resumido una vida que de haber nacido en otra época, se habría desarrollado de forma muy diferente. Aunque, al final, no se ha podido librar de la predestinación de una muerte precoz.
ResponderEliminarUn beso, espero que te recuperes muy pronto.
Este Mozart del siglo XXI tiene el talento del clásico, pero sus circunstancias son otras y se ve obligado a abandonar la música por una profesión más rentable. Cuántos talentos no se habrán malogrado por no encontrar el caldo de cultivo necesario.
ResponderEliminarMuy bueno este Mozart fuera de contexto. Recuperate pronto, Álex. Un beso.
No sé yo si Mozart habría sido Mozart si hubiera nacido en 2006. Ahora los niños están entontecidos con los teléfonos inteligentes y tantas otras distracciones. Lo mejor, quizá, es que no habría muerto tan joven.
ResponderEliminarSaludos, Álex
Muchas gracias por vuestros comentarios y los buenos deseos; me estoy recuperando bien de la operación, gracias.
ResponderEliminarEn realidad con este relato repetí en parte el tema del anterior. La clave está en el "enfermo de quién sabe qué", pues en realidad estaba enfermo de que Mozart no estaba siendo Mozart, lo que hace que, irónicamente, muera a la misma edad pero sin haber hecho nada destacable de su vida, lo que transforma una muerte "grande" en un final más bien penoso a una vida incompleta. Todo ello atribuido, como decís, a que el contexto es distinto (el "yo soy yo y mis circunstancias", vaya, que a veces caemos en el error de creer que "yo soy yo y punto").
¡Abrazos!
Me alegro de que tus buenas noticias en relación con tu operación. Ánimo y un abrazo grande, Álex.
ResponderEliminarEn cuanto al relato, y más allá de tu característica acide, yo me lo he mirado desde una perspectiva cuántica y me ha gustado.
Abrazo.
Querido Álex, me alegra mucho que estés recuperándote bien de la operación.
ResponderEliminarDespués de la explicación a tu relato, te diré que sí, triste aquel que piensa en el "yo soy yo y punto", muy triste.
Un besazo.
Malu.
En primer lugar, Álex, deseo que, cuando escribo esto, estés recuperado del todo de esa operación.
ResponderEliminarEn cuanto a la tesis de tu microcuento, estoy totalmente de acuerdo con ella, de hecho, todos somos personajes de, si no un microcuento, sí de un cuento, o de una novela, que vamos escribiendo a cuatro manos con el destino; eso los más capacitados, porque algunos sólo la escribimos a una mano, y, a veces, es el destino el que escribe él solito largas parrafadas en el libro de nuestras vidas.
Así que este tema de reflexión da para mucho, para tanto que, a mi entender, somos incapaces de comprenderlo del todo. Pues cualquier vida sería distinta de haber pasado por otras circunstancias, cualquiera sería otro diferente a quien es de haber nacido en otra época, en otro lugar, de tener otra familia, etcétera.
De hecho, el propio paso del tiempo nos va modelando y, quizá por fortuna, no tenemos una memoria precisa de lo que fuimos, porque de tenerla y comparar a aquel yo del pasado con el yo actual quizá nos llevásemos grandes sorpresas.
Mis aplausos por tu microcuento y un abrazo.