Geometría
Me encuentro en una esfera, dándole mil vueltas a las cosas, sin parar de girar. Tú vas en un cubo, con todas tus normas, empujando un lado hasta caer sobre otro.
Estoy esperando que nuestros cuerpos geométricos coincidan en un mismo espacio euclídeo y, pese a nuestras diferencias, poder circunscribirnos.
Estoy esperando que nuestros cuerpos geométricos coincidan en un mismo espacio euclídeo y, pese a nuestras diferencias, poder circunscribirnos.
Muy buen micro, M. Carme. La geometría siempre me ha atraído y agradezco que la hayas imbricado tan bien dentro de un relato. Te felicito. Besos.
ResponderEliminarGracias M.José. La geometría era más entretenida que las operaciones matemáticas ;-)
EliminarCelebro que te guste.
Un beso.
Carme, ojalá estos amantes platónicos encuentren la dimensión adecuada para que sus diferentes líneas geométricas logren dibujar un mismo trazado. Me gusta la utilización de este lenguaje geométrico para hablar de amor, reunir en un mismo texto una ciencia tan exacta como las matemáticas con algo tan frágil y volátil como el amor.
ResponderEliminarBuen relato, Carme, me ha gustado.
Besos.
Bonito comentario siguiendo la línea matemática del relato
EliminarParece que podemos hablar del amor con muchos lenguajes :-)
Un beso.
Como dijo alguien alguna vez, respecto a hombres y mujeres en general: "Somos diferentes, pero viva la diferencia". Las distancias que parecen separar,a veces no son tales, sino que complementan. El saber cuándo ocurre eso es un misterio que depende de dos figuras geométricas. Por el contrario, hay veces en que unas supuestas líneas paralelas nunca llegan a tocarse.
ResponderEliminarUn relato matemáticamente interesante, Carme
Un abrazo
Pues más o menos ahí está el relato: dos figuras geométricas distintas buscando comparación con dos formas de ser distintas - alguien que le da vueltas a las cosas, y alguien muy "cuadriculado" con sus normas. Pero quién sabe si al coincidir pueden encontrar más puntos en común de los esperados, y luego...
EliminarUn beso.
Parece que la Geometría puede llegar a ser perfecta para una relación, espacio-tiempo. Y, si las diferencias se subsanan una teoría perfecta.
ResponderEliminarMe gustan estos micros que aúnan ciencia y ficción
Besicos, tocaya.
La geometría tiene mucho de perfección, las relaciones ya no tanto porque dependen de las personas, pero se pueden acercar bastante ;-)
EliminarEncantada de que te guste.
Un beso
Como ingeniera (aunque soy Ingeniera
ResponderEliminaren alimentos) te puedo felicitar por la forma en la que implicaste la geometría. Por lectora, me emociona tanto tu relato. Buen trabajo. Saludos M. Carme.
¡Qué bien! Objetivo conseguido.
EliminarGracias por tu comentario Geyna.
Matemáticamente, preciso; narrativamente, redondo.
ResponderEliminarSaludos, Carme.
Emocionalmente, contenta.
Eliminar(de todos vuestros comentarios)
Muchas gracias Manuel,
un abrazo
¿Te digo la verdad? La geografía se me daba regular, pero con tu micro lo he entendido perfectamente. Nunca le vi el romanticismo a las matemáticas, pero tu micro rezuma belleza, poesía y es puro romance.
ResponderEliminarEse poder coincidir en el espacio euclídeo me parece precioso. Y lo de circunscribirse... un acierto tu historia. Enhorabuena.
Un beso grande.
Malu.
Oyoyoy Malu... me dejas con una ancha sonrisa con tu comentario.
EliminarY te mando una pirámide de besos.
Carme.
¿Coincidirán alguna vez? Espero que sí.
ResponderEliminarMuy original el micro. Me encanta.
Síiii!!
EliminarYo soy de naturaleza optimista, así que apuesto por un encuentro en un espacio reducido, con lo que eso de circunscribirse está hecho.
Gracias por comentar!
Con exactitud matemática narras una historia de amor entre seres diferentes que se atraen.
ResponderEliminarCuando uno deje de darle tantas vueltas a todo y el otro se decida a saltarse las normas, seguro que podrán circunscribirse. O inscribirse en un Registro Civil, si ven que va para largo.
Me ha encantado tu micro, Carme. Un beso.
Y a mí me encanta que pases la inscripció al registro civil - buena aportación!!
EliminarMuchas gracias tocaya.
Otro beso de vuelta.
Carme, has sido capaz de relatar una historia de amor entre dos cuerpos geométricos diferentes. Deseo que encuentren ese lugar común que necesitan para amarse.
ResponderEliminarMuy buen micro.
Besos apretados.
Creo que por aquí, en algún rincón del blog, les podemos hacer un rinconcito para ese encuentro.
EliminarGracias Pilar, un beso para ti.
Muy original. Una carta de amor en toda regla y es que cuando las aristas se cruzan los ángulos dejan de ser obtusos.
ResponderEliminarjeje
Que bonito eso que dices, Luisa, de las aristas y los ángulos.
EliminarEl amor está en todas partes, en las esferas, cubos, etc., depende de donde nos metamos los humanos. Aunque es mejor no encerrarse en ninguna parte.
Un abrazo.
Carme.
Pues no des más vueltas al asunto, Carme. Tírate de cabeza dentro del cubo y que sea lo que la geometría ordene.
ResponderEliminarMuy majo relato.
Eso mismo, de cabeza a por el otro cuerpo (geométrico).
EliminarComo resultado saldrán unos cubosferas preciosos, ya verás.
Un beso!
Seguramente ambos tenéis cosas que aprender él uno del otro, porque ni es bueno tanto dar vueltas a las cosas ni ser tan cuadriculado ante una realidad que no lo es. Si llegáis a ccircunscribiros estoy seguro de que vuestros hijos serán geométicamente perfectos.
ResponderEliminarInteresante y simpático relato, Me.Carme, con muchas fórmulas dentro.
Un abrazo.
Ya tienes razón Enrique, la realidad siempre es más sencilla que lo que nos montamos en la cabeza.
EliminarTe mando un beso viajando en una esfera, para que llegue rodando.
Carme.
Genial, original y gráfico, Carme. Me encanta.
ResponderEliminarUn beso.
Asun, celebro que te guste.
EliminarLa verdad es que mi inspiración fue gráfica: una foto de una joven dentro de una esfera.
Besitos para ti también.
Yo soy como un dodecaedro. No hay forma de que nadie case conmigo.
ResponderEliminarCurioso micro. Saludos, M. Carme
Qué bonito poliedro el dodecaedro Plácido.
EliminarPara encontrar tu figura geométrica complementaria quizá tienes que pasearte por más espacios (euclídeos o no ;-)
Un abrazo.
Carme, has diseñado un relato genial. Este amor, a priori imposible, entre Doña Esfera y Don Cubo, puede hallar una dimensión en el que sí sea factible. Sólo es cuestión de que encuentren el punto de intersección.
ResponderEliminarLo dicho: Un relato genial. Bravo.
Petó.