Límite de una función en un punto
El silencio extiende sus alas y se posa suavemente en el salón. El pizarrón, salpicado e impávido, sigue mostrando la definición de Límite. Todos mantienen sus posturas grotescas mientras, afuera, unas sirenas agoreras ululan acercándose.
Espero inquieto. Sé que no comprenderán que las burlas duelen mucho más que unos disparos.
Espero inquieto. Sé que no comprenderán que las burlas duelen mucho más que unos disparos.
George, narras la historia de una persona que no soporta mas las burlas de los compañeros y se va a tomar la justicia por su mano. Esa frase final es muy buena, impacta en el lector y da una fuerza al relato, además de mostrarnos la reflexión del protagonista comparando burlas, disparos y el daño causado por ambas cosas.
ResponderEliminarEl título me encanta, como amante de las matemáticas quiero entender que nos quieres decir que hasta ese punto ha llegado la paciencia del protagonista, muchas veces cuando resolvíamos este tipo de problemas el límite era el infinito, pero en este caso no ha sido así.
Me ha gustado esta mezcla de la teoría matemática y el acoso escolar y sus consecuencias, aunque creo que nunca haya que tomarse la justicia uno por su cuenta.
Buen relato, Georges, me ha gustado.
Un abrazo.
Como bien dices, Javier, nunca hay que tomarse la justicia por mano propia, por lo que no justifico a mi protagonista aunque entienda sus sentimientos.
EliminarEn este caso f(x) –la tolerancia al bullying– tendía a cero y pasó lo que pasó.
Yo también diría que me gustan las matemáticas, si no fuera que por su culpa dejé las letras en el momento en que ellas me mimaban. Ahora trato de volver, pero ellas me miran con indiferencia y me dicen que me las arregle como pueda.
Me alegra que el micro te gustara.
Un abrazo.
Uf... has logrado que el silencio, que empieza asomándose al extender sus alas, se quede incrustado en el relato, imponiéndose sin límite sobre las sirenas que se quedan mudas.
ResponderEliminarExtraordinario.
Me has dejado mudo con tu “Extraordinario” y aunque sobrepasa un pelín el límite de lo objetivo, al venir de ti, me da ínfulas como para apropiarme de las alas del silencio, echarme a volar y expresar mi regocijo con un Yeeeaaahhh! sonoro como una convención de sirenas.
EliminarGracias, Patricia, me encanta que mi micro te haya llegado.
Un abrazo.
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Sin palabras, Georges. Me apunto a la nota de Javier. Infinitamente bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias, Manuel. Tu comentario me muestra que eres infinitamente generoso.
EliminarUn cordial saludo.
Cuando en un colegio o instituto algunos se ensañan con crueldad contra alguien nunca piensan en las consecuencias ni en el daño que producen, que el respeto es un límite vital que nunca debería traspasarse. Menos aún imaginan que sus figuras pueden quedar inmóviles, cosidas a disparos, si ofenden gravemente a alguien con una sensibilidad extrema y con menos aprecio a la vida de los demás que ellos. Una escena a la que se llega al confabularse varias circunstancias que poco a poco vas desgranando, una situación que, como vemos con demasiado frecuencia en las noticias, no es excepcional, sobre todo cuando se tiene fácil acceso a las armas.
ResponderEliminarImpactante, George.
Un saludo
Sí, Ángel, éste es un problema que, por el momento, en vez de decrecer, aumenta. Basta que haya un líder perverso y manipulador y sus seguidores harán cualquier cosa para congraciarse con él. Yo creo que en algún momento deben pensar en el daño que causan, pero tratan de no pensar mucho. Están felices de no ser ellos las víctimas.
EliminarY gracias a la tecnología de que disponen, el acoso no se limita al horario escolar sino que no tiene descanso.
Pienso que si bien oímos a menudo de casos de reacciones que terminan en masacres, los suicidios por esta causa son aún más abundantes, aunque vendan menos periódicos.
Un cordial saludo.
George, tu microrrelato es soberbio. El acoso escolar, el recurso desesperado a la violencia, el certero lenguaje matemático y el contraste entre el sonido de las sirenas y el silencio del aula.
ResponderEliminarEnhorabuena. Un gran abrazo.
Gracias, Carmen. Yo diría que elige el recurso a la violencia a pesar de saber que le arruinará la vida, una vida que ya no puede soportar.
EliminarLas matemáticas son muy útiles en todas nuestras actividades y hasta dan para expresar una idea en el título de un relato.
Un gran abrazo para ti.
Esta es, sin duda, una de las consecuencias del acoso escollar (bullying): Manifestaciones neuróticas y de ira. En este caso la victima ha puesto punto final a su acoso mediante un brote incontrolado de ira.
ResponderEliminarEste tema es ahora muy recurrente por aquí.
Me gusta mucho el titulo que le has puesto, y la descripción es tan espectacular, que he visto la escena con nitidez.
Muy bueno, George. Muchos besos.
En el acoso escolar, todos los participantes viven una situación muy enfermiza. Yo lo vi hace unos años, cuando trabajaba en un colegio, pero ahora los casos se han multiplicado.
EliminarMe alegra que te gustara, Olga.
Muchos besos para ti.
Cuando se sobrepasa un límite, se alcanza la rabia. Saludos, Georges
ResponderEliminarTodos tenemos nuestro límite. Hay quienes no toleran nada y otros que parecen soportarlo todo, pero llegados al límite de tolerancia, la situación se vuelve potencialmente explosiva.
EliminarSaludos, Plácido.
Georges, nos describes las consecuencias producidas por una situación de acoso escolar. Magnífica forma de contar lo sucedido que nos deja con el corazón congelado.
ResponderEliminarExcelente relato. Enhorabuena.
Besos
Muchas gracias, Pilar. Parece mentira que exista tal grado de perversidad en algunos niños, pero los casos están ahí, innegables e injustificables.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué bueno, George! Otro 10 para ti.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Gracias, Carles. Tú tan generoso y exagerado como siempre.
EliminarUn cordial saludo
Has logrado un muy buen relato, es visual, el silencio palpa al lector y la angustia se siente mientras se oyen las sirenas. !Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias, Anónimo.| Me alegra que el micro te haya gustado.
EliminarUn cordial saludo
Georges, de los relatos que hay que saborear con varias relecturas. El título está muy bien escogido. Y las forma de definir la postura de las víctimas, la pizarra manchada, la presencia policial, y el pensamiento de tu protagonista, es muy bueno.
ResponderEliminarUn relato lleno de genialidades sobre un tema que nos lleva a pensar que la sociedad tiene que espabilar para que nadie sufra acoso escolar, ni lleve un asesino dentro.
Un abrazo.
Pablo.
Gracias. Me alegra que el micro te haya llegado.
EliminarTienes razón en cuanto a que la sociedad tiene que espabilar para terminar con estos casos. Lamentablemente, yo que trabajé en un colegio y vi manejar muy bien los liderazgos perversos que conducían al bullying, ahora veo cómo los profesores miran para otro lado porque no tienen las aptitudes necesarias para manejarlo, la mayoría de los padres se desentienden de los problemas y dan cada vez más libertad y siempre la razón a sus hijos, por lo que parecería que estamos caminando en el sentido contrario a la solución del problema.
Un abrazo, Pablo.
Inspiradísimo relato, Georges. Has jugado con los hechos, los conceptos y las imágenes hasta crear una obra llena de fuerza y belleza, a pesar de la dureza de lo que cuenta.
ResponderEliminarExcepcional título, por cierto. Enhorabuena.
Un abrazo.
Gracias, Enrique. Me alegra que consideres al micro tan bueno. No estoy tan seguro de que lo sea. Lo que sí parece es que acerté con el título. Por lo menos, parte de esa larga definición, aprendida de memoria como un verso, ha servido para algo. Jaja.
EliminarUn abrazo para ti.
La desesperanza sirve la venganza en platos helados y devuelve, en este caso, menosprecio por desaparición.
ResponderEliminarRelato interesante, con una historia bien medida y mejor desarrollada, con un paralelismo impecable entre asignatura y sentimiento utilizando el límite como punto de cohesión, con un final claro sin resquicio para la duda.
Un grandísimo relato, en definitiva.
Enhorabuena, Georges.
Un abrazo.
Me alegra que hayas percibido la idea que tuve al escribir el relato, ese paralelismo que se resuelve cuando ambos límites coinciden en el tiempo y el espacio.
EliminarAgradezco tu comentario y valoración del micro. Para mí es un todo un honor proviniendo de un Escritor como tú.
Un Abrazo, Antonio.
Has "jugado" muy bien con las palabras y has creado un excelente relato. Un bico.
ResponderEliminarGracias, Maite. Me alegra que te gustara.
EliminarSi has visto los comentarios que he recibido, en especial uno no muy alejado del tuyo, y teniendo en cuenta lo que te he dicho en mi último mail, te debes estar riendo de mí.
Un bico para ti, guapa.
Tremenda historia espléndidamente narrada y con un toque algo críptico (al menos para los que somos de letras) en su título, meticulosamente elegido y para nada accesorio.
ResponderEliminarGran cincuenta, Georges. Enhorabuena.
Saludos.
Gracias, por tu generoso comentario, José Antonio. Me alegro por ti de que el título te resulte críptico, quiere decir que te has salvado de las definiciones matemáticas abstractas. Créeme, no te has perdido nada.
EliminarCordiales saludos.
Historia dura donde las haya, contada de forma exquisita y perfectamente conjugada con el lugar donde se desarrollan los hechos.
ResponderEliminarGran micro, Georges, el título brillante, enhorabuena, te has sacado un sobresaliente.
Besos.
Malu.
Gracias por tu valoración del micro, Malu. Yo diría que no serías una docente ecuánime. Eres demasiado generosa con los “Sobresaliente”
EliminarBesos para ti.
Creativo. Excelentes imágenes. Dureza de contenido. Belleza, al fin y al cabo... Enhorabuena, Georges.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, María José, por el análisis tan conciso como generoso que haces de mi micro. Para mí ha sido un placer el recibirlo.
EliminarBesos.
Has narrado de una forma muy lírica este "bowling for Columbine". La parte que más me ha gustado es esa relación que estableces entre las posturas grotescas de los que antes hacían las burlas. Creo que es una imagen muy Impactante y aunque tétrica, muy poética.
ResponderEliminarMucha suerte con las votaciones Georges.
Besos
Hola, Raquel. Gracias por tu comentario. Es cierta la relación que hay entre quienes antes se burlaban y ahora están en posturas grotescas, pero te confieso de que no la había visto hasta que tú me la has mostrado. Es que los relatos contienen más de lo que conscientemente queremos transmitir.
ResponderEliminarTe agradezco que me desees suerte para las votaciones, aunque el haber llegado hasta aquí ya es todo un logro.
Besos.
Qué bueno Georges. Está difícil decidirse por sólo 3 relatos en esta final...
ResponderEliminarImpresionante cómo lo cuentas, poco a añadir a los comentarios precedentes. Cuánto nos gustaría que nadie llegue al extremo de sentirse tan tan tan mal que piense en los disparos como único recurso.
Un beso.
Carme.
Gracias por tu comentario, Carme. Me alegra que te haya gustado la forma en que cuento la historia,
EliminarPor supuesto que sería fantástico que estas cosas no sucedieran, pero vivimos en un mundo en el que predomina el egoísmo, en el que no se puede mostrar debilidad, y si para evitar ser la víctima se debe formar parte de los acosadores, pues se hace. No sabes cuánto me gustaría saber lo que sienten quienes están es esa tesitura.
Besos