Miradas
Pidió otra copa. Desde la barra atisbó unos ojos que le miraban. Era de alta estatura, piel morena y sus formas le estremecieron. Se acercó y dijo su nombre. "Me llamo Pedro". "Yo, Alfredo", contestó.
Han pasado ya más de veinte años y aún se estremece cuando lo siente cerca.
Han pasado ya más de veinte años y aún se estremece cuando lo siente cerca.
Hola Asunción , si no me equivoco, eres nueva por esta página de 50palabras y te doy la bienvenida, nos conocemos de twitter y me alegra verte por aquí.
ResponderEliminarNos presentas una bella historia de amor, en la cual juegan un papel importante las miradas, tal y como titulas tu relato. En ocasiones las miradas dicen tanto, y en tu historia aún habiendo pasado 20 años le sigue estremeciendo, es precioso.
Buen relato, Asunción, me ha gustado.
Besos.
Tratándose de amor, los nombres solo coronan la circunstancia. lo demás es tiempo de vida compartido.
ResponderEliminarMuy bello, Asunción. bienvenida a cincuenta.
Toda relación empieza con una mirada. El resto: lugar, circunstancia, edad, condición o cualquier otra, sólo son detalles.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenida, Asunción
No sé si el estremecimiento de hace veinte años es el mismo de ahora, es decir, por distintos motivos. Saludos, Asunción
ResponderEliminarAsunción, bienvenida a la familia de 50palabras. Me alegra que te hayas animado a compartir con nosotros tu micro. Nos leemos en Tw y sé lo bonito que escribes.
ResponderEliminarNos traes una preciosa historia de amor entre dos hombres que empieza con una mirada. Hay miradas que estremecen toda la vida.
Bonito relato.
Besos.
Podría ser una historia de erostismo, de amor, o parte de un policial de policías y ladrones. Nos falta saber qué pasó en el curso de esos veinte años.
ResponderEliminarEnhorabuena a los protagonistas por su longevo amor, Asunción, y que Santa Lucía les conserve la vista para que puedan seguir mirándose como el primer día.
ResponderEliminarSaludos cordiales y bienvenida.
Asunción, bienvenida.
ResponderEliminarComo dice mi tango favorito: 2veinte años no es nada", sobre todo cuando hay amor, que es como un buen vino, mejora con los años.
Me ha gustado.
Pablo.
Miradas que atrapan desde el primer momento y que siguen teniendo importancia con el paso del tiempo.
ResponderEliminarBienvenida Asunción.
Malu.
Unas miradas que se cruzan y veinte años de estremecimiento. Solo un pero, y espero que no me lo tengas en cuenta, Asunción: las miradas son mutuas, entre Pedro y Alfredo, pero esa turbación por la cercanía de un cuerpo, en cambio, solo uno de los dos la siente. ¿Por qué ese estremecimiento no es también mutuo después de tanto tiempo?
ResponderEliminarBienvenida a este rincón cincuentista.
Saludos.