Salir a dar la cara
Con el rostro descompuesto, el desvelo marcado en las ojeras cargadas de amargura, cogió sus arrestos. Se dirigió al trabajo con la promesa en el corazón de su hijo de conseguir lo necesario para la operación.
Esbozó una sonrisa y dio un espectáculo callejero digno del mejor payaso del mundo.
Esbozó una sonrisa y dio un espectáculo callejero digno del mejor payaso del mundo.
¡Extraordinario, CJ! Desde el título a la frase final y con un desenlace de incertidumbre, pues difícilmente un artista callejero pueda recaudar mucho. Pero tú dejas abierta la puerta de la esperanza y, con el alma en vilo, tengo la seguridad de que lo conseguirá. O sea, que me has hecho meterme de cabeza en la historia.
ResponderEliminarUn relato que como en una de tus frases esta lleno de amargura, pero que la necesidad hace que supere todo y de lo mejor de si mismo. Título muy acertado ya que nadie como los artistas callejeros para dar la cara al público.
ResponderEliminarBuen relato Christopher.
Un abrazo.
Por un hijo se hace cualquier cosa, hasta algo tan difícil como sobreponer el alma y recomponer un rostro descompuesto por el dolor, en pos de una esperanza. Con esa motivación se puede conseguir cualquier cosa, tu protagonista y su hijo lo merecen.
ResponderEliminarUn relato que, partiendo del dolor, se vuelve emotivo y animoso.
Un saludo
Christopher, un emotivo relato, donde un padre hace lo que haga falta para poder salvar a su hijo.
ResponderEliminarSu trabajo de payaso le obliga a tragarse su dolor y dar la función con su mejor sonrisa.
Buen relato.
Besos
:( lloro
ResponderEliminarNo creo que sea payaso de profesión, sino que fue capaz de cualquier "payasada", con tal de atraer la atención para solucionar el problema de su hijo.
ResponderEliminarMi admiración por los artistas y por dar la cara en tu relato.
Suerte y saludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHay finales inesperados que son, como los globos, sólo aire. Y luego hay finales como los de este micro: una buena sorpresa final. Enhorabuena, Christopher
ResponderEliminar¡Magnífico! No quería limitarme al "Me gusta", pero es lo único que se me ocurre decir.
ResponderEliminarUn saludo, Christopher.
Christopher, este micro me parece buenísimo.
ResponderEliminarLo has escrito de una forma brillante, con unas metáforas muy acertadas. Y el final es prodigioso. De mis favoritos.
Un abrazo.
Pablo.
Por los hijos hacemos lo indecible. Entrañable y muy emotivo el papel de este padre luchador. El título también muy acertado. Felicidades, Christopher. Saludos.
ResponderEliminarHay mucha fuerza y capacidad de conmoción en tu relato, Christopher, logradas a base de muy buen hacer literario y de un gran final, en el que sorprendes al lector (al menos a mí, que esperaba una respuesta violenta del personaje ante su desesperada situación).
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un abrazo.
Con el amor como motor de cambio y la fuerza de la expresividad, logras un nuevo maquillaje para el payaso que hace reir escondiendo su amargura. Un retrato de esos artistas callejeros que inmunes a la indiferencia de muchos nos regalan su pasión, nos expresan su talento y nos dan una lección de esfuerzo y perseverancia.
ResponderEliminarIntenso y muy bien contado, Cristopher. Enhorabuena.
Un saludo.
Lo conseguirá.
ResponderEliminar¡Qué será lo que no haga un padre por un hijo!
ResponderEliminarMuy bien escogido el título y perfectamente narrado, con el dramatismo justo, para dar al micro el peso que le corresponde.
Enhorabuena Cristopher.
Malu.