Sola
Sola. Encerrada por el silencio. El botón la llama.
Silencio sofocante. Nadie habla ni muestra emociones.
Los ojos fijos en el botón. Bruscamente, cruza la sala.
Pulsa el botón. Espera. Uno. Dos. Tres.
Estampida. Súbito clamor. ¡Maravilloso caos! Sonríe.
Tres voces chillan al unísono: "¡Mamá! ¡Se ha ido el internet!".
Silencio sofocante. Nadie habla ni muestra emociones.
Los ojos fijos en el botón. Bruscamente, cruza la sala.
Pulsa el botón. Espera. Uno. Dos. Tres.
Estampida. Súbito clamor. ¡Maravilloso caos! Sonríe.
Tres voces chillan al unísono: "¡Mamá! ¡Se ha ido el internet!".
Ayer debía haber salido un relato que estaba pendiente de que el autor lo corrigiera. Como no lo hizo ni yo lo reemplacé a tiempo, he decidido rellenar el hueco con la adaptación de un relato en inglés que he encontrado en una web de relatos de 50 palabras que no conocía hasta hoy y que podéis visitar en el enlace. Resulta que es de 2009, así que ahora parezco un plagiador, pero a los que dominéis el idioma os recomiendo echarle un vistazo.
ResponderEliminarEsto de adaptar un relato del inglés no lo hacía desde junio de 2013, así que me apetecía hacer un guiño a los difíciles comienzos de 'Cincuenta palabras'.
Álex, tú y tu obra sois los genuinos. El que los comienzos fuesen difíciles aún le añade más mérito al éxito actual.
EliminarEn cualquier caso, es curiosa esta aportación.
Un abrazo
Gracias por la aportación.
ResponderEliminarPues es bien interesante este relato que has traducido. Eso de estar solo en compañía es cada vez más común. Esta madre no puede resistirse ante el botón del router y decide pulsarlo. Sabe que cortando internet, los silenciosos y ausentes moradores de esa casa protestarán de inmediato, o sea darán señales de vida, mitigando aunque sea por unos breves momentos la soledad y silencio sofocantes que ella está sufriendo. Un relato de rabiosa actualidad, reflejando la paradoja de que cuantos más artilugios tenemos para estar comunicados, más ajenos estamos de lo que ocurre a nuestro alrededor, ignorando incluso a las personas que tenemos al lado. ¡Qué vida esta! Gracias, Álex. Un abrazo.
ResponderEliminarExacto, me ha parecido muy interesante el tema y muy bien plasmado en esa escena.
EliminarCierto, el ritmo narrativo presagia un final tenso, pero rompe en jolgorio reivindicativo. Un acierto,Álex. Un abrazo.
ResponderEliminarMi profesor de inglés me ha pedido que adapte algunos de mis cincuenta, pero no sé si voy a ser capaz...
ResponderEliminarDespués de leer este, me estoy animando.
Gracias Álex.
Beso.
Malu.
Una madre cansada de que sus hijos no le hagan caso. A veces lo hace mi mujer conmigo: me corta el wifi.
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