Somos como nos ven
La vida, ese hermoso territorio nacido para sentirnos confortables, nos exige. La realidad nos trasciende. Congela nuestra apariencia en su espejo deformante y nos devuelve el reflejo de lo que probablemente no queramos llegar a ser. El éxito o el fracaso deambulan por la delgada línea de una realidad trucada.
Pedro, lo primero es darte la bienvenida a 50palabras, si no me equivoco.
ResponderEliminarNos presentas un relato muy reflexivo, como dices somos como nos ven, aunque también somos como queremos que nos vean.
Yo pienso, y es una opinión personal, que en la vida hay que mostrarse tal como somos, pero ocurre en ocasiones que no nos gusta como nos ven los demás, pero eso no es culpa de los demás, si no de nosotros mismos.
Un abrazo, Pedro.
Muchas gracias por la bienvenida, Javier. Personalmente estoy muy de acuerdo con lo que dices.
ResponderEliminarEn el relato en particular, mi intención era reflejar de manera fría esa parte que se escapa de nuestro control, a la que a veces se le da más importancia de la que debiera.
Un placer formar parte de esta comunidad. ¡Un abrazo fuere!
Pedro, bienvenido a 50palabras.
ResponderEliminarSegún el título de tu micro "Somos como nos ven". Es cierto que no siempre nos mostramos abiertamente con todo el mundo y eso a veces distorsiona nuestra imagen. Además cada uno tiene una idea de sí mismo, que no siempre coincide con la que ven los demás.
Nos dejas un buen texto para la reflexión.
Besos.
Bienvenido, Pedro.
ResponderEliminarSiempre ha ganado ese ser que representamos ante los demás, y si se lo creen...pues ahí está, la delgada línea. Somos así.
Cada persona nos percibe con distintos matices, según los ojos y el momento de quien mira. Complejos y fascinantes, queramos o no, somos un compendio variable de circunstancias, puntos de vista y apariencias, seres difíciles de etiquetar. Como gustar a todos es tarea imposible, no deberíamos gastar en esos reflejos a los que aludes más energía que la justa, sin obsesiones.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenido
Cada vez entiendo más a Borges, que odiaba los espejos. No nos devuelven el reflejo de lo que no queremos llegar a ser, sino de lo que ya somos. Y, en la vida, el éxito es un fracaso camuflado.
ResponderEliminarSaludos, Pedro
Somos como nos ven, aunque no queramos admitirlo y aunque no nos guste.
ResponderEliminarLo del éxito o fracaso ya es para trabajarlo.
Muy reflexivo tu estreno, Pedro.
Bienvenido.
Malu.
Profundo relato, con un montón de ideas, cada una de las cuales, daría para una extensa conversación. Me lo tomaré como una invitación. Gracias, Pedro, y bienvenido.
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