Te echo de menos
Será su olor, su tacto en mi piel, el vaivén de sus movimientos... Me contagia de su libertad, me sumerge en otro tiempo y en otro lugar. Te hace caer en un embrujo que te atrapa, te arrastra, y te hace olvidar.
Cómo te echo de menos, mi querido mar.
Cómo te echo de menos, mi querido mar.
Lulu, y quien no se enamora del mar. Tu historia de amor la cuantas de tal manera que hasta la última palabra no descubrimos de quien está enamorado o enamorada.
ResponderEliminarBuen relato, Lulu.
Besos.
Lulu, olvidé darte la bienvenida a 50palabras.
Eliminar¿Y quién no?
ResponderEliminarBienvenida, Lulu, a este rincón cincuentista que ya es también tu casa literaria. Espero no tener que recordarte tu acertado título.
Enhorabuena por tu primer cincuenta.
Cuando lo he leído se me ha venido a la cabeza el conocido poema de Rafael Alberti (1902-1999), «El mar. La mar», y no he podido resistir la tentación de añadirlo a mi comentario:
«El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!»
De 'Marinero en tierra? (1924).
Evocador relato. Lo mejor es que a cada uno nos aporta unas vivencias, aromas, recuerdos en definitiva, que son muy particulares, pero todos agradables.
ResponderEliminarBienvenida al club "cincuentista", espero que te sientas como en casa.
Enhorabuena y un abrazo.
Hola, Lulu, bienvenida a cincuenta. Esta casa tiene su vaivén propio. Si te dejas arropar por sus palabras, sentirás mecerte como si del mar se tratara.
ResponderEliminarDurante un tiempo en que viví en Madrid después de haber vivido años en Málaga, yo, sin ser marinero, experimentaba con frecuencia la sensación que tan bien recreas en el relato. El mar es mucho más que ola y arena. Es horizonte, palabra en movimiento, esencia que se hace color y horizonte, cielo líquido en el suelo, corazón salado que palpita...
Gracias por traerlo aquí, tan bello, esta mañana. Suerte, saludos.
Lulu, bienvenida a 50 Palabras. Llegas con brisa marina y olor a sal. Enamorados del mar, te recibimos agradecidos por todas las sensaciones que evocan tu micro.
ResponderEliminarMe sumo al homenaje albertiano de José Antonio (bellísimo "Marinero en tierra").
Un beso.
Muchísimas gracias a todos, por la bienvenida y por tan bonitas palabras. Un saludo a todos !
ResponderEliminarEl mar con esa inmensidad rotunda que se pierde en el horizonte, bajo el rumor de su respiración y movimientos, inevitablemente ha de atraernos, aunque no se trate del elemento en el que nos manejamos cada día, sin olvidar que hay que tenerle respeto y saber que también podemos ser blanco de su ira.
ResponderEliminarBienvenida y un saludo, Lourdes
Yo puedo echar de menos a mi querido Aznaitín, pero no el mar. En cualquier caso, me ha gustado el micro. Saludos, Lulu
ResponderEliminarBienvenida, Lourdes, a la familia cincuentista. Espero que permanezcas con nosotros. Respecto al micro, hablar del mar siempre es acertado porque es tan rico en matices, se puede decir tanto de él... Lo que tú relatas es puro sentimiento. Felicidades. Besos.
ResponderEliminarLulu, bienvenida a la familia.
ResponderEliminarLos que hemks nacido cerquita del mar sabemos muy bien de los sentimientos que expresas en tu micro.
Muy buen estreno.
Besos
Hola Lulu, me ha gustado mucho cómo has mantenido la incertidumbre del relato hasta el final. Cuando he conocido que te referías al mar, la segunda lectura me ha gustado aún más. Felicidades.
ResponderEliminarQué tendrá el mar que nos atrapa y fascina, supongo que todavía hay algo dentro de nosotros que nos recuerda que es de ahí de donde salimos. Muy bonito, Lulu. Un saludo y bienvenida.
ResponderEliminarEl mar. La mar.
ResponderEliminar¿Qué será lo que nos da, que tanto lo echamos de menos?
Precioso relato para tu estreno Lulu
Un beso, bienvenida.
Malu.
¡Quién no echa de menos el mar! Sobre todo los que vivimos en el interior. Muy bien contado, Lulu.
ResponderEliminarBienvenida.
Pablo
Te seduce y te atrapa.
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