Tus amigos o yo
La comunicación entre nosotros parecía rota desde que se marchó. Una noche, sin avisar, volvió a llamar a mi puerta. La casa se llenó con su olor.
Aún le quiero, pero ha cambiado demasiado. Lo que peor llevo es que no haya venido solo. Convivir con esos gusanos resulta insufrible.
Aún le quiero, pero ha cambiado demasiado. Lo que peor llevo es que no haya venido solo. Convivir con esos gusanos resulta insufrible.
Ángel, no veas las imágenes que me han venido a la cabeza al leer la última frase y ver a ese zoombie o como lo queramos llamar con sus gusanos. Y claro luego vuelvo a releer la frase del olor y me parece que de agradable nada de nada, la verdad es que como dices ha cambiado demasiado y yo le propondría lo mismo que tú genial título "Tus amigos o yo" por mucho que lo lo quiera.
ResponderEliminarÁngel, has jugado de forma genial al engaño hasta que ha aparecido la palabra "gusanos" que da un giro total al relato.
Espléndido relato, Ángel, me ha gustado mucho, enhorabuena.
Un abrazo enorme.
Espero no haber errado en la interpretación ya que si no voy listo, jajaja.
EliminarLo has interpretado a las mil maravillas, como siempre haces, y si no, tampoco pasaría nada. Ya sabes que hay confianza.
EliminarPor mucho que se quiera a alguien y pasemos por alto algunas cosas, todo tiene un límite. Cada cual en su sitio, como se suele decir.
El sentimiento de la ausencia puede ser tan fuerte que es capaz de tener poder de convocatoria, mas del que nos pensamos.
Muchas gracias por tu comentario, Javier. Qué haríamos sin tus palabras.
Un abrazo enorme
Ay, Ángel, ¿qué hemos hecho contigo? Tanto marearte con el lado oscuro y acabas escribiendo esto... ¡Que me ha encantado! ¡Qué bueno! Otro de tus relatos que me hubiera gustado escribir a mí... y van...
ResponderEliminarAbrazo, aunque cruja.
Cuando uno se pasa al lado oscuro al final le coge cierto cariño. Pero tampoco hay problema para pasar al otro lado cuando sea menester.
EliminarA mí me gustaría escribir como tú lo haces. Por intentarlo que no sea.
Mil gracias y un abrazo con crujido
Me ha venido a la cabeza "El cementerio de animales" de Stephen King, que ya hace más de 20 años que me leí. Me ha llegado hasta el olor...
ResponderEliminarMuy bueno, Angel. Besos.
No he leído mucho del señor King, pero si te ha gustado a ti para mí ya es una lectura de referencia. Si además te ha gustado un poquito esta historia un tanto macabra (hay que decirlo) me llenas de alegría.
EliminarMuchas gracias, Olga. Besos
Esa comunicación rota, ese olor, lo cambiado que está y encima con gusanos... ¡¿A quién nos has traído, Ángel?!
ResponderEliminarExcelente, as usual.
Abrazo.
Reconozco que es un personaje un tanto impresentable. Además, la comunicación con él debe de ser un tanto compleja. Mejor que vuelva por donde vino.
EliminarMuchas gracias, Rafa. Un abrazo
Es el perfecto relato de terror. Ya el título es ideal para despistar. ¿Qué hombre no ha oído alguna vez esas palabras de boca de su media naranja?
ResponderEliminarY nos continúas despistando, seguimos esperando el “Tus amigos son unos atorrantes” hasta que nos tomas por sorpresa con lo que menos esperábamos.
Brillante, Ángel.
Claro que para los espíritus sensibles hay otra interpretación. No tienen más que situar la acción en Miami.
Un cordial saludo
Quizá estamos más acostumbrados a que el género de terror transcurra en siniestros castillos y noches de tormenta. El que los elementos que más temor nos producen se incrusten en lo cotidiano quizá introduce un grado de inquietud adicional.
EliminarA la persona amada se le pueden perdonar muchas cosas, pero hay amistades que no son de recibo.
Me alegro mucho de que te haya gustado. Muy agradecido por tus amables palabras y otro abrazo cordial para ti.
Ángel, cuando hablé de Miami no pensaba en el paisaje sino a otra acepción de la palabra "gusano" para referirse a mucha gente que vive allí.
EliminarPues por mucho que lo haya echado de menos, no sé si lo va a aguantar mucho tiempo más. Ese olor que deja en el dormitorio no hay quien lo aguante. Y tampoco está el muchacho para muchos trotes.
ResponderEliminarMuy ocurrente, Ángel. Un beso.
Tienes toda la razón. Ella estaba enamorada de él, pero el cambio ha sido demasiado profundo y radical. Por muy ciego que pueda ser el amor, hay cosas que es imposible obviar. Tampoco parece muy en forma el hombre, no.
EliminarMuchas gracias, Asun. Un beso
Ángel, Ángel, Ángel... te has ido al lado oscuro... Y sales muy airoso, tengo que decirlo.
ResponderEliminarLo primero de todo, ¡yo ni le habría abierto la puerta!
No creo que tu la pareja de protagonista aguante mucho tiempo más con ese olor y sobre todo, con esos amigos en casa. Porque ya sabes el dicho: "dime con quién andas... y te diré quién eres". No quiero ni pensarlo...
Genial el título, que le va como anillo al dedo, muy bueno el desarrollo, intentando darnos a entender que la historia va por otros derroteros y sorpresa final con esos amiguitos.
Un beso grande Ángel, enhorabuena.
Malu.
Puede que a través de la mirilla la cosa no pintara tan mal, pero al entrar en casa con esa compañía la percepción fue muy diferente. El problema será pedirle que vuelva por donde ha venido, que él no se empeñe en instalarse como un ocupa, en compañía de esas amistades indeseables que nadie ha invitado.
EliminarMuchas gracias, Malu. Un beso grande
Ángel, no dejas de sorprenderme, cambias de registro con tanta facilidad... no se te resiste ninguno de ellos.
ResponderEliminarAl leer tu micro, me ha llegado ese tono de humor negro que le has dado. Al acabar de leerlo, a pesar de olor y de los amigos que le acompañan, me ha dado la risa. Me has pillado totalmente desprevenida. Lo cuentas con esa naturalidad... El título, genial.
Muy buen micro con sorpresa final. Enhorabuena.
Besos apretados.
A la pobre señora se le ha caído el mito en un momento. Ha pasado de echarle de menos y de la dwvoción incondicional a la repulsa absoluta, no es para menos.
EliminarPienso que es positivo tratar de no anquilosarse a la hora de escribir y tocar todos los palos, que hay muchos. Ya sabes, esto es un eterno aprendizaje.
Ya sabes que nuestro ánimo y nuestro corazón están contigo. Mucho ánimo y un pronto restablecimiento.
Muchas gracias, Pilar, y muchos besos
Las historias de terror también pueden tener su lado humorístico, y así es como veo yo tu microcuento, dado que mi imaginación no es capaz de crear las imágenes de ese zombi agusanado, ni mi olfato tampoco es capaz de recrear la peste que debe de echar el difunto en cuestión.
ResponderEliminarDe entrada, éste debe de ser uno de esos que no se enteran de nada, porque lo suyo, una vez que uno la ha palmado, si decide presentarse en el mundo de los vivos, es hacerlo de fantasma, o aparecer en los sueños de la persona con la que uno quiera comunicarse, pero seguro que, en vida, se quedó enganchado al vídeo de Michael Jackson, Thriller, y se dijo que, cuando se muriese, él no iba a ser menos, e iba a regresar al mundo de los vivos con el aspecto de un zombi, y hasta puede que se haya marcado algunos pasos de baile mientras iba del cementerio a su antigua casa.
Y ahí lo tenemos, llamando a la puerta de su santa esposa, la cual, a pesar de su horroroso aspecto confiesa que aún lo quiere, pero claro, todo tiene un límite, y lo de los gusanos pasa de castaño oscuro; los gusanos, como mucho, en el queso, y para quienes sean capaz de comérselo, que no es mi caso.
Por tanto, la disyuntiva en la que le pone su pareja a ese zombi creo que no va a poder cumplirla, pues cuando logre librarse del todo de los gusanos se va a quedar en los puros huesos, y ese aspecto creo que es aún peor que el actual en el que ya ha sido rechazado.
Lo dicho, Ángel, si has pretendido horrorizar en mi caso no lo has conseguido, por el contrario, ahora me estoy sonriendo, quizá porque ese zombi provenía de un cementerio que no era serio como el de la canción de Mecano.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo contigo. Concebimos los fantasmas como almas en pena, personas que no son capaces de integrarse en su nueva dimensión porque han dejado asuntos pendientes de resolución o se encuentran demasiado apegados a lo que tenían, pero eso es una cosa, y lo de este personaje otra, pues no parece, en modo alguno, consciente de su metamorfosis y pretende actuar como si nada hubiese ocurrido, pero más pronto que tarde deberá entrar en razón. Además, esas nuevas amistades son demasiado posesivas, por así decirlo. No existe amor, por profundo que sea, capaz de superar una situación tan radical.
EliminarEntre el horror y el humor, quedémonos siempre con lo segundo, que es infinitamente más saludable.
Muy agradecido, como siempre, por tu amable comentario y tu acertado análisis.
Un abrazo grande, Enrique
Me has sorprendido con el cambio de tono, Ángel. El difunto que regresa al hogar con esos amigos que lo acompañan, los gusanos, y el hedor de la descomposición desaniman a la más entregada de las esposas. A mí me ha recordado a Lovecraft, es decir, que sin dejar de reconocer cierta ironía, la emoción que me ha despertado ha sido la del terror.
ResponderEliminarMuy buen micro, Ángel. Enhorabuena y besos.
El humor negro juega siempre a dos bandas. A veces predomina o se percibe una más que otra. Lo importante es que no deje indiferente. Ya me gustaría parecerme un poco a Lovecraft.
EliminarMuchas gracias, Carmen. Besos
En tu línea, Ángel, un micro con una técnica envidiable. A esto le sumas un poco de humor negro y una historia de amor de lo más rocambolesca. Que compren hojas de morera para dar de comer a las nuevas mascotas, si no quiere acabar el que ha vuelto en los huesos muy pronto.
ResponderEliminarGenial, amigo Ángel.
Un abrazo.
Pablo
La verdad es que al pobre hombre no hay por donde cogerle, ni siquiera si renunciase a esos nuevos amigos. Dicen que el amor todo lo puede, pero en el contrato firmado por esa pareja una de las partes ha introducido con posterioridas unas cláusulas bastante inaceptables.
EliminarMuchas gracias, Pablo.
Un abrazo grande
A mí también me has engañado, Ángel. Creía que ese olor que llenaba toda la casa era de un perfume caro y exquisito. La verdad es que la sorpresa me ha dado bastante repelús. No puedo con los gusanos, aunque sean de queso o de manzana. Un abrazo.
ResponderEliminarSon unos bichitos que no se hacen querer, una compañía poco placentera, pero no menos que quien los ha introducido en la casa.
ResponderEliminarMuchas gracias y un abrazo, Juana
Vaya manera de quedarte con el personal, Ángel. Con lo romántico que parecía ese nuevo comienzo y, ¡zas!, toma gusanos (ja. ja. ja). ¡Excelente!
ResponderEliminarUn saludo.
Las cosas pueden empezar bien, todo es etéreo y perfecto, pero en un momento dado pueden volverse las tornas. Hay fases que evolucionan, cambian, pero otras terminan sin solución de continuidad. Lo que se ha terminado no debe intentar resucitarse, pues sólo puede traer malas consecuencias.
EliminarMe alegra haberte dibujado una pequeña sonrisa.
Muchas gracias, Fina. Un saludo
Estupendo, me ha recordado "Historias para no dormir".
ResponderEliminarAquella serie genial ha pasado a la historia de la televisión, sin necesidad de demasiados efectos especiales, eran historias imaginativas, impactantes, que todos los que las vimos recordamos. Si esta pequeño invención te las ha recordado para mí es una alegría.
EliminarGracias y un saludo, Maite.
Ironía y humor tratado con mucho desparpajo, con esa capacidad tan tuya de hacer historias cortas que parecen largas, y es que las llenas de imágenes que se reproducen al leerlas y actúan de levadura narrativa hasta llegar a la guinda final.
ResponderEliminarUna historia con olor a calidad narrativa y aroma a puro de Chicho Ibáñez Serrador.
Excelente, Ángel. Enhorabuena.
Un abrazo.
Intentamos que medio centenar de palabras sean una condensación donde se deja entrever una realidad más grande. Esta página está llena de buenos ejemplos en ese sentido, entre ellos, unos cuantos, están dibujados, además, con un fino pincel que les confiere una belleza nada fácil de lograr. Estoy hablando de tus relatos, Antonio, una maravilla para disfrutar y aprender. Los demás lo hacemos lo mejor que podemos, no sé si bien. Sea como fuere, yo agradezco infinito tu lectura y tus palabras.
EliminarUn abrazo grande
Qué arte tienes para llevarnos a un lugar y después dar un giro magnífico y terrorífico. La segunda lectura todavía ha sido mejor que la primera. Reconozco que lo he leído varias veces más para simplemente disfrutar de cómo cada palabra estaba previamente estudiada y tan brillantemente sopesada. ¡Menuda visita tan poco higiénica la que recibió!
ResponderEliminarNo sabes cuánto me alegro de que te haya gustado. Cuando jugamos con un número tan limitado de palabras tan importante resulta lo que se dice que la forma en que se cuenta. La brevedad no admite prisas y sí un intento de que todo encaje sin que rechine. Me llena de satisfacción que pienses que me he acercado un poco a ello y te lo agradezco mucho. Por otro lado, llevas razón, quizá se trate de una de las visitas menos higiénicas que se puedan concebir.
EliminarMuchas gracias y un saludo, Enrique
Se fue de casa, por fuerza mayor, y ella pensando en lo fantasma que era
ResponderEliminarMuy bueno, Ángel todavía me estoy riendo.
Abrazo virtual.
Habría sido mejor para todos que se hubiese quedado comprando tabaco en algún sitio, en lugar de regresar en esas condiciones.
EliminarMe alegra que te haya gustado. Muchas gracias, María Jesús.
Un abrazo
Mil gracias y un abrazo
Tranquilo. Seguro que está de visita. El 2 de noviembre se vuelve a marchar.
ResponderEliminarUn micro tan macabro como divertido. Saludos, Ángel
Si la visita es corta y programada será más llevadera, el problema es que haya venido para quedarse.
EliminarMuchas gracias, Plácido. Un abrazo
Si es que el amor puede con todo, hasta con los gusanos, jajaja...
ResponderEliminarMe ha encantado, Ángel, con ese toque macabro y gore que le das a tu relato. Por cierto, muy bueno el título. A mí me despistó por completo lo cual hizo más genial al resto del relato.
Un beso.
Quizá se podría encuadrar en el género del humor negro, con un añadido de repelús.
ResponderEliminarAgradezco mucho tu visita y tu comentario.
Otro beso para ti
Vaya tiquismiquis nos ha salido la protagonista..., ¿o son celos?
ResponderEliminarSimpática revisión Z del "tus o amigos o yo" que encabeza el relato, Ángel.
Abrazo.
Hasta ahora nos hemos centrado en que él ha cambiado demasiado, pero tu visión de que el problema parte de ella, que no sabe aceptarle como es, también puede ser válida. Quizá en el fondo es que es demasiado acaparadora y le quiere para ella sola. Quién sabe. Somos complejos.
EliminarGracias, Carles. Un abrazo
Estupendo micro negro en el que humor y sorpresa se combinan perfectamente. Es como si saliese el payaso al abrir la caja, pero, claro, lleno de gusanos. A la pobre mujer no le hace ni pizca de gracia.Un abrazo.
ResponderEliminarEsa mujer ha pasado de echarle de menos a tener que echarle de casa ante la imposibilidad de soportarle, a él y a la compañía. Por fuerte que sean los sentimientos y funcione aquello del amor ciego, hay un cúmulo de circunstancias insufribles.
EliminarMe alegro de que se perciba el humor y la sorpresa que traté de incluir en estas cincuenta palabras.
Muchas gracias y un abrazo, Miguel
Parecía un reencuentro de lo más romántico, donde cuentan los pequeños detalles, significativos y personales. El olor es pieza fundamental entre dos personas que se comparten íntimamente pero, de ninguna manera podía olfatear en el primer párrafo, de dónde provenía ese aroma tan particular que inunda el segundo y justifica plenamente el ultimátum.
ResponderEliminarPropones una grotesca y original situación donde humor y horrendo escalofrío crean una metamorfosis narrativa cuando menos sorprendente y distinta.
Un abrazo, Ángel.
Nunca un ultimátum, resumido en las cuatro palabras del título, estuvo más justificado, y poco parece dadas las circunstancias; quien más, quien menos, aparte de expulsar a los amigos, también haría lo mismo con el visitante que retornó, quizá con ayuda de un exorcista.
EliminarAgradezco mucho tu comentario, aún más valioso si cabe, porque me consta que dispones de poco tiempo.
Gracias otra vez y un abrazo, Manuel
Hay regresos realmente inquietantes; quien se fue no es la misma persona que llama ahora a la puerta, y quizá quien se quedó también ha cambiado algo, pero aun así esa segunda parte merece una segunda oportunidad. Sin embargo, la situación que crea uno de tus personajes, más que inquietante es molesta, y es precisamente ese aspecto incómodo el que se impone en el relato frente a otro, el terrorífico, que podría ser el más presumible, pero que tú apartas a un lado con un gran sentido del humor. Maestría a fin de cuentas la que demuestras una vez más, al servicio de una inagotable imaginación para crear excelentes historias.
ResponderEliminarEnhorabuena, amigo Ángel.
Un abrazo.
Tratamos de contar mucho en cincuenta palabras, pero nunca pensamos que puede dar lugar a tantas y tan buenas interpretaciones, cuando quienes comentan lo hacen con gran criterio y también, cosa que se agradece mucho, cariño. Quizá la clave de este relato es tratar de superar el terror en beneficio de un humor bastante negro, basado en una de las mayores incomodidades que pueden imaginarse.
EliminarMuchas gracias por tu tiempo y tus palabras, amigo Enrique.
Un abrazo
Tu micro, Ángel, me trae olor a muerte. Los gusanos, que nunca llegan de forma individual y se asocian mucho con ella, me llevan a esa interpretación. Confieso que no he leído los comentarios previos. Por supuesto, podrías haber llamado "gusanos" a esos indeseables que vienen a nuestras vidas para aprovecharse de nosotros... Ahí lo dejo.
ResponderEliminarBesos.
La muerte está muy presente en este relato, aunque más bien se trata de un muerto viviente, que casi es peor. Para colmo, como dices, trae consigo una compañía que nadie quiere, un detalle que no es menor, pues nos revela su verdadera naturaleza.
EliminarGracias por tu comentario y un abrazo, María José
Bueno, bueno, los primeros días de marzo estuve un poco en off...No te había leído. Sin sorpresas porque siempre te salen redondos te felicito Ángel, tus cincuenta palabras son de ultimátum
ResponderEliminarBesicos, amigo
Nunca acabo de estar seguro del resultado de lo que escribo. Si puedo decirte que trato de hacerlo lo mejor posible, si te ha gustado a ti, me alegra mucho.
EliminarMuchas gracias y un abrazo, Carmen