Una mota en el cosmos
Se oscurecieron las estrellas y el sol. Los astrónomos no podían ver la causa con sus modernísimos telescopios.
Una colosal mano atravesó la atmósfera y agarró el planeta, desquebrajándolo.
La creímos Dios. El Apocalipsis.
¡Qué equivocados estábamos creyéndonos solos en el universo! ¡Creyendo que todo se regía por nuestras leyes!
Una colosal mano atravesó la atmósfera y agarró el planeta, desquebrajándolo.
La creímos Dios. El Apocalipsis.
¡Qué equivocados estábamos creyéndonos solos en el universo! ¡Creyendo que todo se regía por nuestras leyes!
Tú título lo dice todo, no somos nada, y tu relato viene genial después del descubrimiento por parte de la NASA, de los llamados "exoplanetas".
ResponderEliminarBuen relato, Valentín.
Un abrazo.
Pues es verdad que cayó en buena fecha jeje.
EliminarSiempre tan atento. Gracias
Un cincuenta que nos pone bien a las claras el egocentrismo del que peca la raza humana, cuando va siendo necesario que terminemos por reconocer, de una vez por todas, que al final somos lo que somos: nada de nada o muy poco en lo mucho. Solo un reparo, Valentín, a tu historia: para resquebrajar la Tierra no necesitamos manos ajenas, porque con las nuestras ya nos es más que suficiente.
ResponderEliminarBuen relato. Enhorabuena por tu apocalíptica historia pero creíble. Y no tengas mucho en cuenta mi objeción, dicha sin ningún ánimo crítico.
Un saludo muy cordial.
Se acepta y de buen grado. Gracias por tus palabras
EliminarBien reflejas la pequeñez que somos expuesta a los vaivenes de lo incierto y, sin embargo, engreídos en ser el centro del universo. No somos más que polvo efímero, una mota en el cosmos. Queda dicho.
ResponderEliminarSaludos, Valentín.
Y muy bien dicho. Gracias
EliminarPues yo me voy más por lo lovecraftiano del asunto. ¿Quién estruja el planeta? Arrepentíos, pecadores, Cthulhu se acerca.
ResponderEliminarDigno final de un diario del mismísimo Randolph Carter.
Jeje. Muy bueno. Muchas gracias
EliminarPues con tu efectivo texto nos muestras y demuestras eso: que no somos nada, aunque nos creamos los amos del mundo. Suerte, Valentín. Un saludo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias!!
EliminarCualquier día pasa y nos da una lección de humildad; aunque me da el pálpito de que el "manazas" que haga polvo el planeta va ser un terrícola con mucho poder y poca cabeza. Muy interesante y bien contado, Valentín. Saludos.
ResponderEliminarGracias
EliminarSomos efímeros, limitados en el tiempo, tenemos una fecha de caducidad, y nos pasamos la existencia creyendo que estamos tocados por una eternidad divina, despreciando otras formas de vida, sin respeto ni por nosotros mismos. Un grano de arena en una playa enorme, una mota de polvo en el cosmos, no somos otra cosa. Esa mano implacable, sea cual sea la forma que adopte, aparecerá antes o después, de forma individual o colectiva. Un canto a la humildad y el respeto con el que deberíamos manejarnos.
ResponderEliminarUn saludo, Valentín
Muy ciertas tus palabras. Mil Gracias
Eliminar¡Vaya sorpresa! Dios nos trata con mano dura.
ResponderEliminarUn buen micro. Saludos, Valentín
Muchas gracias
EliminarEl egocentrismo de la especie humana no tiene límites. Creemos que todo lo demás gira en torno a nosotros y que nada tiene sentido fuera. Me ha gustado este reflexivo micro. Felicidades.
ResponderEliminarBesos.
Gracias!
EliminarAun en nuestra pequeñez nos creemos el centro del Universo. Una buena lección de humildad.
ResponderEliminarBuen micro, Valentín. Un abrazo.
Gracias
Eliminar¡Me encanta Valentín! una mano gigantesca y alienigena se me ponen los pelos como escarpias.
ResponderEliminarUn saludo
Es que me encantan los relatos donde la realidad y la fantasía se confunden, dónde las leyes de la lógica o de la física pierden su consistencia, y la imaginación a su libre albedrío cobra todo el protagonismo.
ResponderEliminarDesde aquí hago un alegato a favor de los géneros de ciencia ficción, terror... A veces, me da la sensación que están menos valorados que el realismo, el drama y yo, no estoy para nada de acuerdo.
Ahora si.
Un abrazo Valentín
Totalmente de acuerdo. Mi respuesta te la dejo en el último comentario.
EliminarGracias por tu apoyo. Te invito a leer mis otro relatos en http://www.sttorybox.com/users/valentinbayonmuntaner
Gracias
A veces, con el simple gesto de salir a campo abierto una noche de tormenta es suficiente para descburir cuán insignificantes somos.
ResponderEliminarBuen relato, Valentín.
Saludos cordiales.
Bien cierto. Gracias
EliminarValentín, qué razón tienes en la idea de que somos muy egocéntricos creyéndonos solos en el Universo. Nos queda mucho por descubrir y hay un infinito que desconocemos. Muy buen relato. Un saludo.
ResponderEliminarGracias
EliminarNo estaría mal que un día nos llevásemos una sorpresa, lo mismo hasta se nos bajaban un poco los humos. Buen micro, Valentín. Un saludo.
ResponderEliminarSi que es verdad. Gracias
EliminarDesde luego que estamos muy equivocados, Valentín. Y somos una milésima de mota en el cosmos, creyéndonos los reyes del mambo.
ResponderEliminarBuen planteamiento nos dejas.
Un beso.
Malu.
Gracias!
EliminarGracias a todos, de verdad.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Raquel Tevas, el terror y la ciencia ficción son maravillosos y hay que reivindicarlos. Pocos concursos tienen por vencedores relatos o novelas de esos géneros, excepto los exclusivos de ellos.
Genial relato 3en el que el título da un colofón perfecto a esa escena tan bien narrada que puede ser de ciencia ficción, o no en un futuro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Muchas gracias por tus palabras
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