Vuelve
Para implorarle que vuelva a casa decide enviar un mensaje. No quiere llamarle porque teme parecer una tonta entre sollozos.
En un impulso, escribe un simple: "Te quiero, papá. Vuelve conmigo, por favor".
El teléfono de Alberto vibra en manos de Ana. ¡Qué difícil explicarles a los niños la muerte!
En un impulso, escribe un simple: "Te quiero, papá. Vuelve conmigo, por favor".
El teléfono de Alberto vibra en manos de Ana. ¡Qué difícil explicarles a los niños la muerte!
Carmen, un relato con mucho sentimiento, la inocencia de los niños y su difícil relación con la muerte.
ResponderEliminarUn relato que hasta su palabra final, "muerte", nos mantiene sin saber la causa de ese "vuelve".
Buen relato, Carmen, me ha gustado.
Besos.
Gracias Javier. Ojalá no tuvieran que perder su inocencia los pequeños. Un abrazo grande.
EliminarEmotivo relato sobre la muerte. Apenas hablamos de ella los adultos, la hemos convertido en tabú, intentando negarla inútilmente. Por eso a esta madre le va a resultar muy difícil no sólo consolar al niño, sino explicarle en qué consiste esta pérdida.
ResponderEliminarMuy buen relato, Carmen. Besos.
Gracias Carmen. Tratamos a la muerte como algo ajeno, nos asusta y es muy difícil de explicar sin echar mano de las creencias.
EliminarUn abrazo grande
Un relato muy bueno, Carmen. Es cierto, ¡qué dificil explicarles a los niños la muerte!. Pero también es cierto que los niños comprenden mejor de lo que creemos, incluso algo tan doloroso como el morir. El método es, creo yo, contarles con sinceridad la verdad: que ya no está con nosotros; que está en un sitio mejor; que todos debemos pasar por la misma puerta. En la vida sólo hay dos certezas: que hemos nacido y que hemos de morir algún día; quien mejor lo asume, mejor lo lleva.
ResponderEliminarBesos.
Es cierto Luis, los niños son mucho más adaptables que los adultos. Muchas gracias y un beso grande.
EliminarCarmen, qué difícil para esa madre, explicar a su hijo la muerte del padre y que nunca va a volver, cuando ella debe de estar destrozada.
ResponderEliminarEn principio, nos has hecho creer que se trataba de una historia de desamor, para desvelarnos al final de qué se trata.
Muy buen micro, amiga.
Besos apretados. Y mucha suerte con la presentación de tu primer libro. Hay días que son inolvidables, como si fuese el nacimiento de un hijo.
Muchas gracias amiga. Fue un bonito momento. Feliz de todo lo vivido. Sin duda a madres y padres nos duele el dolor de los hijos. Un abrazo grande.
EliminarMuy emotivo tu micro. Yo he entendido que era el abuelo de los niños. La primera pérdida "natural", que un niño suele tener que afrontar en su vida. Difícil de explicar y muy doloroso, saber que ya nunca le volverán a ver...
ResponderEliminarEnhorabuena, Carmen.
Gracias Galilea. Esas primeras pérdidas son siempre las más difíciles de entender en los pequeños. Más aún con quienes comparten su día a día. Un beso
EliminarCarmen, qué historias tan potentes nos traes siempre...
ResponderEliminarBrutal este "Vuelve", un canto desesperado sobre la figura de una hija desconsolada y un padre fallecido. El papel de la madre es tremendo, deberá soportar la ausencia de su compañero y aliviar la pena de su hija.
Maravilloso, querida.
Un beso grande y mucha suerte con "Equipajes sin nombre". Deseando que lo presentes en Madrid o en un sitio al que pueda ir.
Malu.
Muchas gracias Malu. Ojalá sea pronto ese encuentro por tu tierra. Un abrazo grande y gracias también por tus palabras hacia mis relatos. Un abrazo grande.
EliminarUn bellísimo homenaje a la inocencia infantil. Precioso, Carmen. Me ha impactado.
ResponderEliminarA sus pies.
Ainsssssss gracias Patricia. No hay nada más hermoso que la inocencia amiga. Un Besazo enorme
EliminarLos que tenemos de desafortunada suerte de saber que es la pérdida de un padre (y más, a temprana edad) duele y siempre quedan las ganas de pedirle a Dios que nos regrese a nuestro héroe. Me he reflejado en tu micro. Buen trabajo Carmen.
ResponderEliminarMil gracias Geyna. Un abrazo grande
EliminarSe produce un vacío, que no puede llenarse con nada, y el mundo se tambalea. Estamos acostumbrados a pasar de puntillas por un tema que debiéramos tener siempre presente, prepararnos para ello desde pequeños, ya que es inevitable. De hecho, hablar sobre este asunto, no es triste ni tétrico, al contrario, afianza y hace valorar más la vida. Esto es la teoría, después, todos hacemos lo mismo, o sea, nada, y los niños no entienden lo que pasa y no se lo sabemos explicar, porque nosotros tampoco lo comprendemos.
ResponderEliminarDesgarrador y efectivo, Carmen
Un abrazo
Hay libros de psicología infantil que tratan expresamente este tema, cómo abordar el duelo infantil. Debe haberlo, porque es natural e incluso sano que El Niño no quede con expectativas falsas por explicaciones piadosas del tipo "papá está siempre contigo", "nosotros no lo vemos pero él sí" que pueden perjudicar más que ayudar. Por desgracia en mi familia hubo un caso así hace cuatro años, la niña tenía entonces 5 años y no entendía nada porque no se lo dijeron hasta un mes después. Su madre estaba tan destrozada anímicamente que tardó en tener vamos.
ResponderEliminarUn micro muy bueno. Un abrazo.
¡Cuánta ternura y cuánta inocencia hay en tu relato!
ResponderEliminarMe ha encantado, Carmen.
Un saludo.
Algunas llamadas nunca tendrán respuesta.
ResponderEliminarSaludos, Carmen
(Y enhorabuena por el libro.)