El cántaro a la fuente
En el parque, mi compañera y yo siempre coincidimos con Gala y su compañero, pero observo que ellos, cada día se demoran más en enlazarnos el collar canino para llevarnos de vuelta a casa.
Me encanta Gala, pero creo que a mi dueña, le encanta más el dueño de Gala.
Me encanta Gala, pero creo que a mi dueña, le encanta más el dueño de Gala.
El perro, hoy por hoy, es el amigo fiel de los encuentros. Una cosa lleva a la otra. El esparcimiento del animal requiere de la conversación o el devaneo de sus dueños y sucede a veces esa historia maravillosa que relatas. Otros, avispados donde los haya, llevan perro para provocar la situación. Al parecer, se liga más en los parques para perros que por internet.
ResponderEliminarLa perspectiva desde el punto de vista del perro resulta muy original. Saludos, Isidro.
Sí, puede ser un buen sustituto del WhatsApp. Esta es la versión light de otro relato mío más largo y algo más "más torrido", pero esencialmente es lo mismo.
EliminarMuchas gracias manuel por pasarte y pasearte por aquí.
Un abrazo.
¡Mira que no he echado de menos tener un perro, en mis tiempos mozos, para emplearlo en el ligoteo! Realmente, no sé si funciona, pero lo que sí creo es que ayuda a entablar conversación... lo demás, viene despues (si es que llega). Buen punto de vista perruno. Felicidades, Isidro.
ResponderEliminarBesos.
Siempre se está a tiempo para tener la compañía de un perro y es verdad que tiene sus grandes ventajas.
EliminarMuchas gracias, Mariajo, por tu comentario.
Un fuerte abrazo.
Ya se sabe, Isidro, el roce hace el cariño y con la escusa del perrito pues a ligar.
ResponderEliminarMenos mal que a los perros no les da por escaparse, ya que como cada día tardan más...
Muy buen título, Isidro y bun relato.
Un abrazo.
Al final todo queda en "un buen apaño", jejeje.
EliminarMuchas gracias Javier por comentar.
un fuerte abrazo y nos seguimos leyendo por whatsapp, ya que lo de los perros no nos "pilla a mano"
Pues va a ser cierto eso de con un perro o un bebé, en el parque, se puede ligar a todo tren. Lástima no tener ni una cosa ni otra. Sin bromas, me ha gustado. Suerte y saludos, Isidro.
ResponderEliminarYa le he dicho a Mariajo que nunca es tarde para la experiencia canina. Lo recomiendo.
EliminarMuchas gracias Jesus.
Un abrazo fuerte.
La gente está deseando relacionarse, lo difícil es romper el hielo. Para ello, nada más cálido que el mejor amigo del hombre (y de la mujer). Esa demora en volver a casa de los dueños caninos de tu relato promete. Si el cántaro va a la fuente es por algo, ya se verá luego si luego si se rompe o no.
ResponderEliminarDos abrazacos, Isidro, artista
Quién sabe, quizás esa relación fue completamente fortuita. La vida te da sorpresas.
EliminarHabrá que esperar al siguiente capítulo para ver «La ruptura del cántaro»
Muchas gracias por tu gentil comentario, amigo Angel.
Vayan dos abrazacos fuertes.
¡Mancantao, Isidoro! Chapeau por esa candidez de trazo, como chiquillos por primera vez pecando.
ResponderEliminarNo sé por qué, pero hoy necesitaba un micro como éste.
Gracias por compartirlo.
Salut.
Me alegra que te haya gustado y te haya alegrado el día.
EliminarYa no necesito quedarme finalista para estar contento. Tus palabras me son suficientes.
Un fuerte abrazo, Dipandra.
Por algo se tardan más cada día. Eso ha la bien, ésta historia se ve con buen desenlace. ¿Te imagi as que los perros hablaran realmente? Cuantas historias habría. Me ha enamorado tu micro. ¡Excelente Isidro! Besos.
ResponderEliminarQuise decir Habla
EliminarY quise decir imaginas...estos dedos...
Que los perros hablasen, sería "la leche", pero mucho me temo que entonces no serían el mejor amigo del Hombre, porque son sinceros y espontáneos en su comportamiento y eso a los humanos, "nos puede doler muy frecuentemente"
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado.
Un beso.
De entrada, ya me ha gustado que la historia esté narrada por un perro. Y es un buen narrador, porque no se le escapa el interés que los dueños se van mostrando al alargar su tiempo de esparcimiento sin collar. Parece que este cántaro sí se rompe y que los parques son buenos lugares para entablar relaciones.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Isidro. Besos.
Carmen, me da que tú también tienes o has tenido perro. Suele haber una sensibilidad especial por parte de los dueños de animales domésticos.
EliminarMuchas gracias, Carmen, por tu comentario.
Un 50 muy canino y amoroso.
ResponderEliminarUna forma de romper el hielo es conocerse por sus mascotas, el resto ya depende de ellos. Si se dilata el tiempo parace que será primavera siempre en sus encuentros.
Genial micro Isidro.
Un beso.
Muchas veces los canes actúan de rompehielos además de "coaches" emocionales y para mantenimiento físico. ¡Ponga un perro en su vida! sería el eslogan del relato, jejeje!
EliminarMuchas gracias por comentar, amiga Belén.
Besos.
Qué tierno. Me ha recordado a la maravillosa escena del parque de "101 dálmatas", la original de dibujos animados.
ResponderEliminarUn abrazo, Isidro.
Es verdad, aunque aquí la cosa no era tan multitudinaria. Se resumía a dos parejas mixtas y paralelas a la vez.
EliminarMuchas gracias por leer y comentar, amiga Asun.
Un fuerte abrazo.
Está claro, si te haces con un perrito y adquieres cierta instrucción sobre su mundo y su adiestramiento, ya tienes un buen camino recorrido para conseguir ligar.
ResponderEliminarMuy bueno, ahijado.
¡Yo ni con esas!
EliminarMuchas gracias, padrino, por pasarte y comentar.
Un fuerte abrazo.
Guauuuuu...
ResponderEliminarSoy consciente de que hay un mundo perruno que me pierdo por completo. Pero también sé, por amigas que tienen perros, que es de lo más interesante, grupos de WhatsApp de amistades que se han forjado gracias a los perros, horas fijas para bajar al parque con los canes, quedadas perrunas para que los animales socialicen...
Tu relato es una pequeña muestra de algo de todo esto, yendo un poco más al terreno del "ligoteo", que has reflejado a la perfección, querido Isidro. Estoy convencida de que tienes un perro, la otra parte no sé si la explotas, ja, ja, ja.
Un beso grande.
Malu.
Tuve, durante 20 años 2 perritas cócker, encantadoras que inicialmente eran para mis hijas y que al final nos ocupábamos más mi mujer y yo. (También suele sonar familiar esta historia)
EliminarConocí a mucha gente, pero para referirnos a ellos, era por "El o la dueña" de... Coco o de Luna, o..." o sea, sabíamos el nombre del can pero, a veces, no el del dueño.
En cuanto a ligar... me ha gustado lo que dice (abajo) Enrique Angulo: Ligo menos que Quasimodo en Marbella. jejeje!
Muchas gracias por comentar, amiga Malu. (Buenas vacaciones de Semana Santa)
Un abrazo.
Como no hagas algo, te va a tocar soportar a Gala a todas horas.
ResponderEliminarSaludos, Isidro
Intentaré "llevarlo a gala". jeje!
EliminarMuchas gracias Plácido por comentar.
Un abrazo.
Los ligoteos de parque y perretes. Veo que has acudido a un clásico, y has convertido en narrador a uno de los canes. Muy original.
ResponderEliminarUn saludo
Ya sabes de los deseos de muchos propietarios de perros cuando dicen: "Es que sólo le falta hablar". Pues... ¡habla!
EliminarMuchas gracias, Raquel.
Saludos.
Me encanta el aire, inocente y natural, con el que el narrador perruno nos presenta “lo que puede ser el inicio de una bella amistad”
ResponderEliminarEl perro, como mejor amigo del hombre, es de gran ayuda en estos lances. También es un buen amigo de quienes nos gusta escribir. Tu micro lo demuestra y a mí también me ha dado una mano alguna vez.
Muy bueno, Isidro.
Un abrazo.
Me alegra que te guste. Como verás los perros nos ayudan mucho, incluso hasta a escribir relatos.
EliminarMil gracias por tu gentil comentario.
Un fuerte abrazo.
El perro es el mejor amigo del hombre, pero el hombre, en muchos casos no es el mejor amigo ni de su padre. Aunque esto parece que no viene a microcuento, lo he soltado.
ResponderEliminarComo Cervantes, en El coloquio de los perros, has dado voz a uno de esos canes, el cual nos informa de sus aventuras con su dueña y con el dueño de otra perra, de lo que ocurre y de lo que se deduce que acabará ocurriendo.
El perro parece que es un buen cebo para ligar, a mí no me dio buenos resultados en su día, de entrada, porque el perro que sacaba a pasear no era mío, sino de una tía, y quizás, porque entonces a los perros no se les prestaba tanta atención como ahora, también puede ser que yo ligase menos que Quasimodo en Marbella, que dijo Forges en una de sus viñetas.
Lo que sí es cierto es que esa perra –de raza fox terrier y de nombre Dina- era una bendita, no así el perro –de la misma raza y de nombre Ari- que la sustituyó al morirse, y al que también paseé con idénticos resultados en cuanto a lo del ligue.
Pero creo que en tu microcuento va a haber mucha más chicha canina y humana en lo que a relaciones amorosas se refiere, me alegro por ellos.
Muy original el microcuento centrándote en lo cotidiano, en lo que puede pasar en el parque cercano a nuestro casa, y en lo que uno puede imaginar con respecto a lo que pasa, lo cual no es nada fácil. Un abrazo, Isidro.
Veo que entiendes muy bien el lenguaje y la conducta de perros y dueños.
EliminarLo de Forges "m'ancantao", jejeej!
Muchísimas gracias por tu pedazo de comentario.
Dicen que se liga mucho con los perros cuando los sacan de paseo. Y según la raza de perro, también, se liga más o menos. Osea que el can actúa como la “Celestina” más infalible.
ResponderEliminarMuy bien, Isidro. Besotes.
Qué duda cabe que las relaciones sociales que se fomentan con los perros, son más "cercanas" que los grupos de whatsapp, pero tiene que haber de todo.
EliminarMe alegro de volverte a leer por aquí.
Besos, Olga.
Una vez conocí a alguien que ligaba así y, según la susodicha persona, no se le daba nada mal. Esto, yo nunca he tenido perro, que conste ;)
ResponderEliminarBonita historia, Isidro.
Un abrazo.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Creo que deberías planteártelo. Lo de tener un perro, digo. Tiene muchas compensaciones, ahora bien: Es uno más en la familia.
EliminarMe alegro mucho de volverte "a ver"
Muchísimas gracias por leer y comentar.
Un fuerte abrazo.
Una historia de amor -o mejor dicho, dos historias de amor en paralelo- narrada desde la perspectiva de un perro muy sagaz. Curioso cincuenta y mucho más curioso que el único nombre que se menciona, y hasta por tres veces, sea el de la perra, pareja del protagonista canino. Pero claro, es que supongo que será el amor de su vida... perruna.
ResponderEliminarSimpático y bonito microrrelato, amigo Isidro. Enhorabuena y nos seguimos leyendo, con o sin perro de por medio.
Un abrazo.
Los protagonistas son los perros. El que habla es el novio de Gala y sus dueños... ¡llevan una vida paralela! jejeje!
EliminarMuchas gracias por leer y comentar, amigo Barrionuevo.
Un fuerte abrazo.
Cuántos amores humanos se habrán cruzado y después unido por un primer amor a los perros...
ResponderEliminarA mí también me ha hecho retroceder tu simpática historia unos cuantos años, a aquellos de las mágicas lecturas disney.
Entrañable e impecablemente contado, Isidro. Enhorabuena.
Un abrazo.
Muchas gracias Antonio.
EliminarUn fuerte abrazo
Dicen que se liga bastante sacando a pasear a los perritos, y por lo que veo parece que es más que nada por eso de la insistencia. Si no que se lo pregunten a ese perro tan simpático y avispado, y que además parece que te ha dictado este relato, jajja.
ResponderEliminarEs un disfrute siempre leer lo que escribes.
Un abrazaco, Isidro.
¿Cómo has sabido que me lo ha dictado el perro? jejeje
EliminarMuchas gracias, Quique.
Dos abrazacos.
Y yo con tres perros y dos gatos... debería sacarlos más seguido (si es que me deja mi esposa).
ResponderEliminarTierno relato Isidro, me gusta el estilo que le has dado.
Saludos y un gran abrazo.
Estoy convencido que deberías sacarlos más, aunque lo tuyo más parece un zoo!!!! ¡5 fieras!
EliminarGracias, Jean y un fuerte abrazo
Bonito relato, de una historia doble de amor, muy bien contado tio. Tú en tu linea artista. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMe alegra que te guste.
EliminarMuchas gracias, Ruben. Un fuerte abrazo a ti y a la familia.