La singular pareja
—¡Arráncaselo, por Dios! Debemos salir de este atolladero en el que nos hemos metido... Inténtalo otra vez, cariño, por favor.
Bonnie se afana, empleando sus escasas fuerzas, en robarle. Sin embargo, necesitará la ayuda de Clyde, el viejo gánster. Por algo son la más malvada pareja de todos los tiempos.
Bonnie se afana, empleando sus escasas fuerzas, en robarle. Sin embargo, necesitará la ayuda de Clyde, el viejo gánster. Por algo son la más malvada pareja de todos los tiempos.
Me encantó, María José (que ya he copiado mil veces tu nombre 😉).
ResponderEliminarMe imagino a los dos intentando arrancar ese Óscar a la película equivocada, para intentar huir después como en los viejos tiempos. Que yo sepa, ese ha sido, de momento su último golpe.
Gran relato, M. José.
Un beso.
Pablo.
Jajaja, tal vez he sido un poco dura contigo, Pablo... Ya estaba pensando en rebajarte la pena, pero resulta que eres muy obediente...
EliminarLeo tu comentario, y los de los demás compañeros, y me temo que voy a decepcionaros un poco: el micro ya lo había mandado a Álex antes de la ceremonia de los Óscar. Lo curioso es que sucediese luego lo que ocurrió, jajaja. Yo pretendía hacer una parodia de Bonnie y Clyde, ancianos, que siguen con su "trabajo", a pesar de estar muy achacosos pero manteniéndose unidos. Pero, sea como sea, me encanta vuestra interpretación. Besos.
Mª José, has utilizado de forma genial a los protagonistas de ficción que en su día interpretaron los actores que en la última ceremonia de entrega de los Oscar cometieron el "gran error" al nombrar la mejor película. La imagen que planteas luchando por arrancarles la estatuilla es muy buena y humorística.
ResponderEliminarBuen relato, Mª José.
Besos.
Amigo Javier, el relato ya lo había enviado a Álex antes de la ceremonia de los Óscar. Es curioso lo que ocurrió luego. Yo debo de ser un poco meiga, jajaja. Gracias por tu comentario. Besos.
EliminarAsí que Bonnie & Clide siguen haciendo de las suyas. Pues me parece genial que hayas recuperado a esta singular pareja, como bien describes en el título, ni que sea a propósito del desaguisado de los Óscar.
ResponderEliminarBeso, María José.
Pues no, Carles, no ha sido a propósito. El envío del relato fue anterior. Pero la anécdota le da otra interpretación, igualmente válida. Gracias y un beso.
EliminarSimpática, entrañable, irónica esta viñeta que nos muestra a la legendaria pareja falta de fuelle y reflejos intentando mantener el tipo.
ResponderEliminarGenio y figura. Saludos, Mª José.
Lo has interpretado de manera magistral, Manuel. Esa era mi intención. La de mostrar a dos gansters ancianos, con achaques, que siguen luchando por hacer su "trabajo".
EliminarGracias. Besos.
A mi también se me ha venido a la cabeza el pobre Warren, dejado a los pies de los caballos por su, en la ficción, inseparable Faye. Tenga uno amores inmortales para esto. También me has traído a la mente con ese "arráncaselo, por Dios" a otra de esas parejas aparentemente indisolubles, como fue la que formaron durante años Carlos Sáinz u Luis Moya. Enhorabuena y suerte, María José. Saludos.
ResponderEliminarJajaja, gracias, Jesús. Efectivamente, una vez escrito, a mí también me recordaba la frase a Luis Moya.
EliminarGracias por tus interpretaciones (y por tantas cosas).
Besos. AA.
Ay, me ha encantado. Los he visto en el atolladero Jajajajajaj. Enhorabuena María José me has sacado una sonrisa al recordar la película y la anécdota. Besitos
ResponderEliminarMe encanta ver que te ha divertido. Esa era mi intención. Gracias por comentar.
EliminarBesazos, Carmen.
La vida puso a unos actores que encarnaron a una pareja mítica en uno de sus papeles más difíciles Una anécdota que también fue un error y que se recordará tanto o más que cualquiera de sus trabajos, la vida es caprichosa y tiene estas cosas. Tú lo has enfocado desde un punto de vista simpático y divertido, saber reírse de todo es un signo de sabiduría.
ResponderEliminarUn abrazo, María José
Como ya expliqué antes, yo ya había escrito y enviado el texto antes de la ceremmonia de los Óscar. Sea como fuere, me encanta que hayáis hecho esa lectura paródica porque yo también queria divertir. Pretendía poner a unos gansters viejos, achacosos, intentando hacer su "trabajo" pero mantiéndose unidos.
EliminarAbrazos, Ángel.
Bonnie y Clyde siempre fueron demasiado ingenuos. No deberían haber confiado en alguien que sólo estaba preocupado por hacerse selfis con medio Hollywood.
ResponderEliminarSaludos, María José
Plácido, yo intentaba hablar de los personajes y no de los actores que los llevaban al cine. Como he dicho más arriba, cuando envié mi texto a Álex, no había sucedido la famosa anécdota. Es una interpretación que me gusta, con todo, pues mantiene la atmósfera paródica que yo quería imprimir al relato.
EliminarGracias y un abrazo.
Buenísimo, Maria José. Cuando vi lo ocurrido al día siguiente de la entrega de los Oscar, pensé que era un buen tema para un micro. Tú lo has bordado.
ResponderEliminarUn beso.
Jaja, Asun, yo me adelanté a la anécdota. El relato estaba escrito y enviado antes del suceso. Pero me encanta que lo hayáis interpretado de ese modo tan divertido.
EliminarUn abrazo fuerte.
Nos traes a la mítica pareja de delincuentes. ¿Quien no recuerda la escena del tiroteo con ese Warren Beuty jovenzuelo?? Supongo que es un guiño al inicidente de los Oscar's. Jajaja
ResponderEliminarUn saludo Maria José.
Pues no es un guiño a lo sucedido en los Óscar, porque lo he escrito y enviado antes de ocurrir. Era un recuerdo a la mítica pareja, que murió joven, pero que yo he querido mostrar vieja y llena de achaques, pero siempre unida...
EliminarBesos, Raquel.
Pues tienes poderes adivinatorios. Desde luego lo sucedido en los Oscar's fue un error de los organizadores, que para mi no desmerece en absoluto a estos dos grandes actores.
EliminarSimpático micro en la que nos presentas a la famosa pareja, ahora venida a menos, que se ha metido en nuevos y sorpresivos problemas. Jaja
ResponderEliminarMuy divertido, Ma.José.
Besos
Gracias, Georges. Como he dicho más arriba, me anticipé a los acontecimientos, jajaja. Pretendía provocar una sonrisa, con mi idea original del micro, y ha brotado por la interpretación festiva vuestra.
EliminarBesos también para ti.
Pues a mí, esa pareja siempre me resultó simpática. Quizá sea porque conocí el famoso tema musical antes de ver la peli. El tema me sigue encantando. La película también y la pareja... más. (Sobre todo ella)
ResponderEliminarBuen relato Mariajo. Un besazo.
Yo recuerdo, siendo niña, la mala traducción de la letra que circulaba entre mis amigas. Yo me quejaba con que "no pegaba", que era mejor en inglés. Gracias, Isidro.
ResponderEliminarBesazos múltiples.
Creo que son la pareja de gangsters más simpáticos de la historia. Hasta nos da pena cuando cayeron en desgracia. Lo has plasmado con mucha gracia.
ResponderEliminarBesito virtual, María José
Desde luego, María Jesús, eran una pareja que caia bien. Aunque no creo que pensasen lo mismo las personas a las que robaban...
EliminarUn abrazo fuerte.
¡Ja, ja, ja... Mª José... y tan singular!
ResponderEliminarLo has descrito fenomenal. Lo mejor de toda la historia de los Óscar´s es que a ellos, con la edad que tienen, yo creo que ya les da igual todo. Y además, creo que nos dejan una lección, hasta los grandes mitos se equivocan.
Un beso grande.
Malu.
Querida Malu, aunque yo pretendía centrarme en los personajes, más que en los actores, concuerdo contigo en que los mitos también se equivocan, desde luego.
EliminarBesazos.
Creo, María José, que no tenías que habernos desvelado que tu cincuenta no tenía nada que ver con la anécdota en la entrega de los premios Óscar. ¡Seguro que todos habríamos pensado lo mismo, los que ya te habían leído y los que te leyeran después, porque eso mismito me pasó a mí!
ResponderEliminarDicho esto, tu cincuenta, que parece premonitorio de lo que sucedió (el propio título parece indicarnos algo), nos pretende señalar que todo tiene su tiempo y que, en el caso hipotético de que tanto Bonnie como Clyde hubieran salido de aquella sangrienta emboscada, con el paso de los años, y por ley natural, uno tendría que haberse dedicado a, por ejemplo, jugar al dominó y otra, por ejemplo también, a hacer croché o punto inglés. O viceversa, que también podría ser.
Me ha gustado tu planteamiento, con cierta ironía y buen sentido del humor. Así que no puedo más que darte mi enhorabuena y decirte que nos seguimos leyendo.
Un beso.
Gracias, José Antonio. Yo lo he desvelado porque soy muy honesta, jajaja. En realidad, sólo lo sabíamos Jesús, Alex y yo...
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado el sentido humorístico del micro. Siendo niña, admiraba a Bonnie y Clyde, me parecían simpáticos y sus fechorías unas "naderías". En fin, me temo que estaba muy alejada de la realidad de los personajes.
Besos.
He sonreido con tu 50. Es bonito recuperar a dos personajes tan singulares y darles esa edad en la que sus robos son más bien un tormento que el placer con el que gozaban antes.
ResponderEliminarGenial María José.
Besos bonita.
Bonita tú, M. Belén, siempre. Me alegra haberte arrancado una sonrisa pues ese era mi objetivo. ¡Misión cumplida!
ResponderEliminarBesazos.
María José, me ha gustado encontrarme de nuevo con esta mítica pareja. Parece que el tiempo ha dejado su huella, pero siguen siendo los malvados más simpáticos de nuestras fantasías infantiles.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Carmen. Somos muchos los que disfrutamos con sus "aventuras", pensando que eran casi unos santos....
ResponderEliminarBesazos.
Una bonita historia de amor y huida fatal.
ResponderEliminarMuy bien, M. José. Besotes.
Gracias, Olga. Me alegro de que te haya llegado...
EliminarBesazos.
La realidad imita al arte, dicen, y así parece que ha pasado con la ceremonia de los Oscar y tu microcuento. Esa casualidad le hubiese encantado a Paul Auster quien, en algunos de sus libros, cuenta anécdotas de casualidades sorprendentes que le han ocurrido a él.
ResponderEliminarDesde luego que la pareja, tanto la de los asesinos, como la de los actores que les dieron vida en la gran pantalla –como suele decirse- fueron y son singulares, y en los Oscar quedó demostrado lo que tú, de forma irónica has plasmado en tu historia: que los años no pasan en balde para nadie. Estamos programados para la decadencia, lo cual, no tiene ninguna gracia, dicho sea de paso.
Aparte de eso, reflejas también ese empeño que tenemos los humanos de persistir en nuestros errores, de negarnos a aceptar esas verdades insoslayables que, por incómodas –por recordar el título del documental de Al Gore sobre el cambio climático- nos negamos a aceptar, y no digo que no haya en ello un fondo de instinto de supervivencia, pues ninguno de nosotros tiene capacidad para comprender, primero, y asumir, después, los grandes problemas de este mundo tan enrevesado.
Así que a esos pobres Bonnie y Clyde que has rescatados de la muerte –supongo que después de extraerles las decenas de balas que les metieron en sus cuerpos- se van a llevar unos buenos mamporros, cualquier día de estos, por parte de alguien a quien asalten si no se jubilan de inmediato.
Muy irónico el microcuento, con la vista puesta en un Hollywood, que, quizá, también esté ya un poco gagá. Enhorabuena, María José, un abrazo.
Me encantan tus detallados comentarios y,sobre todo, los dirigidos a mí... Como ya sabes, mi pensamiento, al hacer el micro, eran los personajes y su historia de amor y fechorías. He querido retratarlos de ancianos, con pocos reflejos y escasa fuerza física, pero con el cariño mutuo que los caracterizó en vida. Es probable que fuesen una pareja con una relación tan explosiva como la vida que llevaban, pero muchos hemos crecido con ese halo romántico que envolvía a la pareja. He intentado retratar con humor una situación nada festiva, en definitiva.
EliminarGracias, Enrique. Besos.
Sensacional micro, María José, rememorando a esta legendaria pareja de fugitivos. Los años no pasan el balde y entiendo que llega un momento en el que ya ninguno de los dos tiene la suficiente fuerza como para arrebatar nada sin la ayuda del otro. Aún con estas dificultades, ellos siguen desempeñando su "trabajo" sin poner fin a sus fechorías. Enhorabuena, un micro auténtico y creativo. Un abrazo. Enrique.
ResponderEliminarMuchas gracias, Enrique, por tus piropos totalmente inmerecidos. He querido dar una vuelta de tuerca a la historia de la famosa pareja, haciendo que sobreviva a su muerte prematura, pero sin perder su gusto por el latrocinio. Los he retratado ancianos, con escasos reflejos y fuerza física, pero con su espíritu rebelde y malvado, aún presente. Me alegro mucho de que te haya gustado, Enrique.
ResponderEliminarBesos.
Genio, y figura hasta con las fuerzas mermadas por la vejez, donde el amor por lo ajeno sigue tan intenso como el que se procesan.
ResponderEliminarUna original puesta en escena sobre una imposible vejez de la famosa pareja de delincuentes, que sabe arrancar una simpática sonrisa.
Un abrazo María José.
Que te haya arrancado una sonrisa, Antonio, es lo más bonito que me podías decir. Eso pretendía, ni más, ni menos. Como bien dices, es una escena de una imposible vejez real, pero sí muy posible, en la imaginación...
ResponderEliminarBesos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSon infinitas las situaciones que nos permites imaginar para escenificar la acción, y todas simpáticas (yo no habría caído en la de los oscars, de hecho había hecho una primera lectura equivocada también y en otro sentido). El caso es que cada vez que lo he leído me ha ido gustando más tu relato y que, como el resto de compañeros, me he alegrado de que hayas prolongado la vida a esta nada corriente pareja.
ResponderEliminarUn abrazo, María José.
Muchas gracias, Enrique, por tus lecturas. Es cierto que cualquiera de los microrrelatos han de leerse varias veces para interpretar mejor su significado... y el mío no iba a ser menos, jajaja.
ResponderEliminarOtro abrazo fuerte para ti.