Resultado esperado
Forcejeamos sin concesiones durante un buen rato. Vencida ya toda resistencia le arranqué la cabeza, que salió disparada a gran velocidad, estrellándose contra la pared. Acto seguido, con esfuerzo titánico, fui despedazándolo hasta que ya no quedó nada. El hombre había vencido, como era previsible. El clavo nunca tuvo posibilidades.
José Ramón, con unas buenas tenazas no hay clavo que se resista. Me gusta ese planteamiento a modo de pelea de tu relato.
ResponderEliminarUn saludo.
El objeto más simple y cotidiano es capaz de poner en jaque a todo un supuesto ser superior. Al final, de una forma o de otra, éste último vencerá, sólo que a veces los elementos no lo ponen fácil. La pregunta es a quién no se le resiste, por ejemplo, algún frasco con cierre hermético al vacío.
ResponderEliminarUn saludo
no hay mejor elección que la de fajarte con un enemigo a tu medida. El triunfo asegurado nos insufla vitaminas de autoestima. De vez en cuando una dosis de bricolaje es un remedio infalible contra la depresión y otros demonios.
ResponderEliminarUna lucha feroz y bien resuelta, José Ramón. Saludos.
¡Qué bueno! Jeje... me ha impresionado. He visto una cabeza volar y el posterior descuartizamiento. Al final era un clavo... ¡Qué descanso!
ResponderEliminarEnhorabuena, me ha encantado.
Atención, los clavos son muy solidarios entre ellos. Cuando vayas a clavar otro, mucho cuidado con los dedos. Saludos, José Ramón
ResponderEliminarBuena sorpresa con la frase final, giro inesperado al texto.
ResponderEliminarEfecto conseguido!
Saludos.
Una lucha encarnizada que habría tenido una solución mucho menos fatigosa que la que nos narras espléndidamente en tu cincuenta, José Ramón. Me refiero a haber echado mano del refranero popular y de esa sabia sentencia de «un clavo saca otro clavo».
ResponderEliminarEnhorabuena por tu microhistoria cotidiana pero que la haces atractiva gracias a ese giro final.
Saludos.
Bueno José Ramón yo he visto algún clavo... Muy tozudo y kamikaze, que prefiere troncharse antes que sucumbir y entrar por el aro. Pero vamos no quiero contradecir tu micro. Jajaja
ResponderEliminarUn saludo