Cirujana
Me dices que no tengo corazón, pero puedo explicarlo. Ocurrió hace mucho tiempo, siendo primerizo. No supe defenderme del veneno que despedían sus ocelos. Llegó despacio, untó mis labios con la burundanga de los suyos y se alejó después, sonriente, dejándome un enorme vacío y un penetrante olor a casquería.
¿A quien no le han robado el corazón alguna vez? Y la burundanga y el enamoramiento tienen los mismo efectos...
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un saludo
Robar el corazón requiere, según parece, de un hábil ejercicio de seducción y también de cruel extirpación. Original punto de vista sobre la conquista amorosa.
ResponderEliminarSaludos, Luis.
A traición... y en esos primeros amores. Ese mal sabor de boca...esa dificultad para volver a confiar.
ResponderEliminarMuy bueno tu micro.
Has llevado el desengaño amoroso hasta el extremo más visceral, literalmente.
ResponderEliminarUn relato muy visual, qué duda cabe.
Enhorabuena.
Saludos cordiales.
Hay muchos cirujanos en esto del amor...
ResponderEliminarEres el maestro del relato fotográfico, querido Luis.
Lo mejor de todo es la amnesia después de la burundanga, así se sufre menos.
Un beso, enhorabuena.
Malu.
Hay mujeres así, seguro que hombres también. Aparecen, te atrapan, te marcan para siempre y se marchan. Para ellas o ellos, los autores del ataque, no es más que un juego pasajero, pero ahí quedan las secuelas, en el interior más profundo, y son para siempre.
ResponderEliminarSiempre original, Luis
Un abrazo grande
Existen amores que arrasan todo a su paso. Así es el de esta "cirujana", un amor crudo y pasional.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis.
Luis, se ve, se nota la maestría que tienes para relatar y las palabras usadas.
ResponderEliminarUna cirujana amorosa o no...
Besicos
¿No sólo te quitó el capitán sino que se llevó tus entrañas? Curioso micro. Muy bien escrito. Saludos, Luis
ResponderEliminar¡Ay, qué cruel es el primer amor! Te lo roba todo y te deja, como bien apuntas, descorazonado.
ResponderEliminarMe ha gustado, Luis. Enhorabuena y nos seguimos leyendo. Un placer en tu caso.
Abrazos.
Excelente manera de relatar un primer amor en tan solo cincuenta palabras. Me ha recordado al irrefrenable amor de Sinuhé el Egipcio con Nefernefer, en la maravillosa novela de Waltari. Claro que él necesitó unos cuantos miles de palabras para decir lo que tú expresas de maravilla en este micro... Me ha encantado. Enhorabuena.
ResponderEliminarIncreíblemente bueno. Sobresaliente. Arriesgado. Como está encubierto de cotidianidad tu splatterpunk pasa desapercibido. No quisiera verme yo con esa criatura espantosa, venida de no se sabe dónde. Se entiende de esa manera la aparentemente rara decisión de titular el cincuenta con el apelativo del personaje secundario. Un saludo y suerte.
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