Cisnes y patitos feos
Se abrocha los patines, mientras observa a los que ya llenan la pista: piruetas imposibles se mezclan con terribles batacazos.
Y ahí está ella, como un cisne, deslizándose majestuosa y elegante por el hielo.
Quiere acercarse, pero la visión de tan bella imagen le hace sentirse como un pato mareado.
Y ahí está ella, como un cisne, deslizándose majestuosa y elegante por el hielo.
Quiere acercarse, pero la visión de tan bella imagen le hace sentirse como un pato mareado.
Nada nos aleja tanto de lo que deseamos como la sublimación desmedida, que suele coincidir con una baja autoestima que exacerba más la desproporción si cabe. En esta bella historia, aún vislumbro la posibilidad de que vuelvan a encontrarse cuando él se cubra de ese plumaje maravilloso y brillante que cubre a las ánades. Saludos, Maest.
ResponderEliminarPues sí, tienes razón Manuel. A veces mitificamos a otros tanto que nosotros mismos nos empequeñecemos.
EliminarGracias.
Saludos
Ay, cómo te entiendo patito. Pero entre las letras cincuentistas todos patinamos igual, nos pegamos batacazos igual y patinamos con la majestuosidad que nos da la gana, aunque haya quien quiera hacernos sentir mal. Tú no, eh. ¡A patinar!
ResponderEliminarUn beso, Maest.
cua, cua :)
EliminarMe encanta cuando le encontráis otro sentido.
Gracias guapa. Besos
Hay personas hechas para las piruetas imposibles y la elegancia majestuosa; otras, para los batacazos. No sirve que digan que con constancia y trabajo todo se consigue, que la gente no nace, sino que se hace, porque no es cierto; en esta aseveración pueda haber sitio para algún matiz, pero la esencia no cambia. El problema viene cuando alguien del segundo grupo de no elegidos se enamora de una persona del primero. El patito feo lo seguirá siendo, por mucho que digan los cuentos, y tiene un espacio muy limitado.
ResponderEliminarUn relato simpático, aunque no exento de cierta impotencia y hasta dolor al no poder llegar a donde quisiera por parte del protagonista.
Un saludo, Maest
A veces nos marcamos límites imposibles. Y por eso nos frustramos.
EliminarPasito a paso tal vez lleguemos. O no. Quién sabe...
Gracias Ángel
Ni los cisnes son siempre cisnes, ni los patos siempre patos. Mejor esperar a que ella salga de la pista de patinaje.
ResponderEliminarEnhorabuena por el micro, Maest. Describes muy bien el sentimiento de alguien que está enamorado y que no se atreve a acercarse a su amada. Saludos
Gracias Plácido.
EliminarUna historia de (casi) todos los días :)
Coincido con Plácido, no se es siempre cisne o pato. Seguro que dentro o fuera de la pista hay oportunidades.
ResponderEliminarUn beso, Maes.
Malu.
El truco está en que hay que saber buscarlas.
EliminarBesos Malú :)