Encore (VI)
Hoy, como todos los días, desperté radiante y optimista, al menos al principio; pero no vi los rayos del sol herir mi ventana. Sequé mis rojas lágrimas y, al fin, logré encontrar mis ojos, sangrantes, debajo de la cama. El gato con cabeza de Amelia sonríe, lo intuyo, la siento.
Encore, mon ami, presiento, lo intuyo, lo sé, que estás escribiendo un gran relato. Y sonrío, resignada, esperando el momento en que nos hagas perder a todos la cabeza.
ResponderEliminarSiempre suya, Sr. Galindo, un abrazo de su admiradora.
Me da la impresión de haberme colado en un sueño del revés o en una irrealidad onírica, donde los parámetros comunes de medir están dislocados, de forma y manera que tienen tres pies los gatos y cabeza de otro también. Saludos, Andrés.
ResponderEliminarCon todo lo que has hecho en los últimos meses a tus parejas, no me extraña que el gato con cabeza de Amelia te haya arrancado los ojos. Un tenebroso micro.
ResponderEliminarSaludos, Andrés
Jopé. Y poco más puedo decir. Aparte de que me ha gustado y horrorizado a la vez. Suerte y un saludo, Andrés.
ResponderEliminarUn protagonista que empieza el día de la forma más positiva, pero que de forma progresiva se ve sumergido en la oscuridad y el tenebrismo, con un hecho desgarrador y un sueño que lo parece, un gato misterioso y temible, bajo el influjo de una mujer que no lo es menos.
ResponderEliminarUn saludo, Andrés
¿Qué vamos a hacer con Amelia y con el gato? Nos están dando ya muchos problemas, incluso después de muertos... Pero claro, con todo lo que les has ido haciendo en meses pasados... es normal que te quiten hasta los ojos, lo raro es que los hayas encontrado...
ResponderEliminarMe da miedo, Andrés...
Un beso.
Malu.
no se quien es amelia, pero creo que te ha sacado los ojos, o por lo menos no los pone en tí. Si acierto cómprame unas gafas. Es un buen relato de humor, espero,
ResponderEliminarUn abrazo de los dos
Jajaja Muy bueno Galindo. Te seguiré leyendo a ver si es el final, o a ver en qué acaba todo esto.
ResponderEliminarUn abrazo