La solución

Estimado Dr. Watson: 

Antes de tomar mi última dosis me gustaría dejarle resuelto el caso que, según usted, nunca quise investigar. 

Me propuse comprobar si era posible el asesinato perfecto y debo decirle que mi experimento fue un completo éxito. 

Hasta siempre. 

Su amigo Sherlock Holmes, o Jack "El destripador".
Escrito por Pablo Núñez - Twitter

59 comentarios :

  1. ¡Excelente, amigo Pablo! Yo que pensaba que iba a saber, de una vez por todas, quién era el asesino... Me encanta, como siempre, el arte con el que escribes y la oportunidad de los temas que abordas. Mis felicitaciones.
    Besos.

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    1. No sé quién será ese tal Pablo. ¿Quizá algún escurridizo asesino?
      Yo aún estoy en estado de Shock tras leer la carta.
      Saludos.
      Dr. Watson.

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  2. Pablo, como muy bien titulas has dado la solución, tantas interpretaciones y dudas sobre quien era Jack "el destripador" y ha tenido que ser en 50 palabras donde lo descubramos.
    Muy interesante historia la que nos has planteado este mes, esta carta de suicidio de Sherlock Holmes va a traer cola.
    Buen relato, Pablo.
    Un abrazo enorme.

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    1. Ahhh pero ya esas dudas fueron disipadas gracias a la ciencia y al ADN. Hoy ya sabemos la real identidad de Jack, se trata de un polaco llamado Aaron Kosminski

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    2. Javier: tan solo he copiado la carta que me dejó Sherlock. Y aún no me fío que haya muerto porque ya me engañó una vez.
      Empieza a ser un misterio ese tal Pablo.

      Pedro, eso que comentas es una invención de un escritor sin recursos para vender libros. Si fuera quien tú dices, mi amigo Sherlock lo hubiera descubierto. De hecho Aaron Kosminski lo conocimos bien. Era uno de los contactos que trabajaba para Holmes en los bajos fondos. De noche le gustaba vestirse de damisela y actuaba en un tugurio bajo el nombre de “Condesa Waleska”.

      Saludos a los dos.

      Watson.

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  3. Y tanto que va a traer cola... Acabo de inyectarle un antídoto y he avisado a Lestrade, que seguro que va a conseguir, al fin, su ansiado ascenso en Scotland Yard.
    Firmado, el Profesor Moriarty.
    P.D.: Pablo, nunca subestimes a los malos.
    Abrazos de la Sra. Ives.

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    1. Sra Ives: como bien sabrá a estas alturas Lestrade ha encontrado un hombre, con la inteligencia de un asno, disfrazado de Holmes pero que atiende al nombre de Pablo. De nuevo Moriarty ha fracasado, aunque nos ha ayudado a encontrar al tal Pablo.

      Saludos y recuerdos al señor Lovecraft.

      Watson

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  4. El asesinato perfecto es aquel en el que no es posible conocer al culpable. Nadie sospecharía de alguien que ha consagrado su vida a perseguir a los delincuentes más difíciles de atrapar, es la coartada perfecta, como un texto sin mácula es esta carta de despedida de un Sherlock a quien al final le puede la vanidad, algo acorde con el personaje, que termina por confesar su gran secreto, un experimento sin resolver al que solo él sabe dar solución.
    Un relato imaginativo y muy tuyo, acorde con tus inquietudes literarias y cinematográficas y, como no podía ser de otra forma, narrado de la forma más efectiva.
    Un abrazo grande, Pablo

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    1. Sr. Ángel: le agradezco sus palabras. El asesinato perfecto existe, conozco varios casos que Sherlock no pudo resolver, pero claro, como comprenderá nunca los publicaré.
      Le daré recuerdos al tal Pablo. Lo he conocido en el hospital. Se está recuperando de los efectos de la droga que le inyectó Holmes y su memoria empieza a despertar. Las pruebas que me he hecho han sido positivas: además de sano es un verdadero asno, aunque quizá los asnos no merezcan el apelativo de Pablo.
      Un saludo.
      Watson.

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  5. Ni siquiera los asesinatos de Jack fueron perfectos, aunque siglos después, se descubrió su identidad, se trata del polaco Aaron Kosminski quien para la fecha ya figuraba entre los sospechosos en los archivos de Scontland Yard... ¿O sería Sherlock en uno de sus perfectos disfraces?

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    1. Nada, Pedro, no te fíes. Aaron era uno de nuestros contactos y trabajaba de carnicero en Leadenhall Market. Una carne de primera la de nuestro polaco cabaretero.
      Un saludo.

      Watson

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  6. Debería confesarnos, Dr Pablo, qué come o qué toma para mantener este estado de gracia con las letras, los temas que trata y las múltiples perspectivas de enfoque que adopta en sus relatos. Ese misterio encerrado en cincuenta palabras que hace, sin embargo, que sean textos enormes, con una dimensión tan extraordinariamente literaria.
    Le advierto que si no confiesa pronto, le seguiremos la pista en cada micro. Reciba un admirado abrazo.

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    1. Sr. Bocanegra, ya he dicho antes que el tal Pablo es un tarado que no sabe hacer la o con un canuto. La historia contada es del puño y letra de Sherlock Holmes. también conozco a un tal Doyle que hace sus pinitos por la city, aunque últimamente está más preocupado por el esspiritismo.

      Saludos y gracias por sus amables palabras.

      Watson

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  7. El gran talento que tienes Pablo. Intuyo que un día de éstos habra un micro acerca de ti...
    ¡Simplemente genial! Saludos y muchos besos.

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    1. Sra. Nala: no sé qué pócima os habrá dado el tal Pablo, que más que palabras amables merece unas orejas de burro. Quizá se refiera usted a mí, el Dr. Watson, el que merezca más protagonismo que el que yo me he dado a mí mismo. No sé si mi modestia dejará alguna vez que mi pluma escriba una autobiografía. De momento seguiré buscando a Holmes.

      Saludos.

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  8. Pablo, con tu relato nos revelas el mayor enigma en la historia del crimen. Ha sido mayor su ego, no podía consentir que sus crímenes no tuviesen autor. Solo así pasaría a la historia.
    Buen relato.
    Besos.

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    1. Sra. Alejos: creoque el problema es que no saben mi nombre de pila. Me llamo John, no Paul ni Pablo ni Leenos ni McCartney. D todas formas no tengo inconveniente en que me llamen como deseen.
      Lleva razón en que mi amigo tiene un ego enorme, tan grande como su falta de gusto al interpretar el violín.

      Un saludo.

      Watson

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  9. AH, el gran Sherlock Holmes convertido en nada menos que en Jack el destripador, por obra y gracia de un escritor del siglo XXI; y todo ello en aras de la ciencia de la criminología.
    Qué tremendo es Usted, Dr. Núñez.
    Abrazo.

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    1. ¿Núñez? Creo que me he metido en una comunidad de locos. Bien, llamenme como quieran. Desde luego lleva razón en que Holmes ha dado la sor`presa al desvelar a Jack, a no ser que sea una de sus estratagemas para atrapar al criminal, que todo puede ser. Quizá ese Núñez sea Jack.
      Por cierto, escriba usted bien los números romanos. El I va enmedio de las dos X. Yo soy un escritor del siglo XIX.

      Un saludo Sr. Notinc.

      Watson.

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  10. Genial relato donde se mezcla lo misterioso con lo falso... ¿Te lo podré copiar para una novela, amigo Pablo? Enhorabuena, me ha encantado.

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    1. Estaré encantado, si me menciona en algún rincón de los agradecimientos. Pero no olvide poner John Watson. Lo de Pablo me chocaría.

      Un saludo Sr. da Casa y recuerdos a la Gioconda.

      Watson.

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  11. Genial relato, Pablo. Es admirable la originalidad de tus historias, que hasta se dan el lujo de desvelar viejos misterios.
    Es además una solución muy coherente: para encubrir, o no descubrir a un delincuente, nadie está mejor posicionado que los investigadores.
    Un placer leerte.
    Abrazos.

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    1. Georges, nunca se fíe de la coherencia si está por medio Holmes. Todo lo que pude parecer realidad quizá sea ficción, y al contrario.

      Muy amable su comentario.

      John (no Pablo) Watson

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  12. Enlazas de manera sorprendente y genial la realidad y la ficción: los crímenes londinenses más famosos de la historia cometidos por su detective de ficción más universal. Y finalizas con el suicidio del protagonista.
    Crimen perfecto y relato redondo y original, Pablo. Un beso.

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    1. A usted la conozco, creo. Quizá mi esitor me habló de usted como la domadora de los puntos, comas, puntos y comas y demás arreglos necesarios que la torpe pluma de un pobre médico no es capaz de dominar.
      Lleva razón en que en esta historia hay gato encerrado y la realidad y la ficción están entrelazadas, pero no sabría decirle cuál es una y cuál es otra.
      Como siempre, cuando aparece >Holmes siempre hay un misterio.

      Sra Cano, ha sido un placer conocerla.

      De momento dejo aquí mis comentarios. Me llama el agujero del tiempo y debo regresar a Baker Street entre la niebla del Londres victoriano.

      Volveré en cuanto mis quehaceres me lo permitan.

      Saludaré a mi paciente, el tal Pablo, aunque ya aviso que ahora cree que es el brigader Gerard al mando de un batallón de Napoleón. Una pena de hombre.

      Saludos.

      Watson.


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  13. Aún sabiendo que Holmes tuvo y tiene infindad de admiradores, a mi nunca me cayó demasiado bien; sobre todo, tras leer sus aventuras (hace muchos años). Me parecía misógino, despreciativo, drogadicto, chulo... (puedo estar equivocado, que quede claro). Encima, ahora resulta que es un degenerado asesino. Una joya, el tío. Sin bromas, me ha gustado tu relato, Pablo. Enhorabuena y suerte. Un saludo.

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    1. Comprendo que le resulte antipático Holmes. Es difícil convivir con él, pero a la larga se acostumbra uno. Recuerde que si le entretuvieron sus aventuras, el mérito no es de él, sino mío. Ni del tal Pablo del que estoy acabando hasta el gorro.

      Saludos.
      Watson

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  14. El crimen perfecto es el que, ni siquiera, nadie lo consideró como crimen. De ahí la famosa frase: "¡Qué parezca un accidente!"
    Buena teoría, magnífico relato amigo Pablo. ¡Mancantao! Chapeau!
    Un fuerte abrazo.

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    1. Sr. Moreno. ¡Cuánto me alegra que le encante este relato de JOHN Watson!

      he leído alguno de sus escritos y espero que pronto pueda disfrutar de un libro de su autoría.

      Un saludo.

      Watson.

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  15. Rafael Domingo2/5/17, 15:21

    Un 2 en 1 Pablo....Enhorabuena por el relato ganador de abril. Delicadeza suma en tus letras, como siempre...
    Y en éste de mayo, agradecer que nos traigas personajes tan interesantes, desde un punto de vista psicológico. Esa relación entre doctor y adicto sugiere múltiples enfoques..
    Y claro, el éxtasis final de programar su propio asesinato se veía venir...

    Un saludo

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    1. Sr Domingo: Le agradezco sus palabras y supongo que dice lo del 2 en 1 por la confusión entre el tal Pablo y yo. Al final me tendré que cambiar el nombre.

      Un saludo.

      JOHN Watson

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  16. Sólo Sherlock podría planificar el crimen perfecto, o una serie de ellos. Aunque parece que los remordimientos no sortean ni a la mente más fría, calculadora y privilegiada. Ese mismo tipo de mente encaja perfectamente con la de un psicópata y tú has jugado con la psicología entremezclando una misma capacidad, pero hacia fines opuestos.
    Brillante idea y brillante puesta en escena, Pablo. Enhorabuena.
    Me ha encantado.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias, Mr. Bolant.
      Lo expuesto no es un juego no ficción sino la realidad sacada de la mente más brillante de nuestro siglo. Mi amigo Sherlock es capaz de muchas cosas. Hasta de mentir.

      Un saludo.
      Dr. Watson

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  17. Muy bueno Pablo. Lo primero felicitarte por ganar el mes de Abril, con ese relato tan bonito. Y el de este mes es Impactante. Aunque hay un hombre que ha escrito un libro, donde señala diferentes posibles "Jack, s", y finalmente apunta a que un buen candidato sería Sir Arthur Conan Doyle... Así que muy posiblemente no vayas muy mal encaminado.
    Un abrazo.

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    1. Mi querida señorita Tevas: el tal Sir es un médico escocés que quiere robarme mis historias y publicarlas con su nombre así que no sería de extrañar que fuera el artífice de esta fechoría. No de fíe de él que es un truhán y un ladrón que me ha robado todo, o me lo quiere robar.

      Saludos.

      Watson

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  18. ¡Elemental, querido Núñez!
    Sólo tú eres capaz de escribir sobre esa verdad...
    ¡Así que Sherlock es el asesino! ¿Y ahora qué va a hacer el pobre Watson? Pobrecito mío...
    Me quedo pensando y pensando cómo eres capaz de crear tantos y tantos personajes, todos creíbles y cercanos, que se cuelan en nuestras casas gracias a tus letras y se quedan para siempre en nuestro recuerdo, formando parte de la biblioteca de esta peculiar familia que formamos.
    Un beso enorme, felicidades de nuevo por tu éxito con "El faro".
    Malu.

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    1. Mi querida Malu, conozco al tal Núñez y creo que anda buscando musas y, mientras la encuentra, usurpando relatos de otras grandes plumas y firmándolos como suyos. No es de fiar, tenga cuidado con él.

      Esta historia, es tan real como haya querido Holmes que lo sea.
      En cuanto a mí, Watson, no se preocupe que de momento me quedo en esta página a leer la historia de esa trilogía que ha comenzado y que tanto me atrae por su forma y su fondo.
      Un admirado saludo.

      Watson

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  19. Genial!!... Elemental... algo así tenía que ser!
    Fantástico!

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    1. Galilea, eso de elemental me suena mucho.
      Saludos.

      Watson

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  20. ¡Magnifico, genial!
    Siempre me gustó y me gusta el género epistolar. Tú, lo has bordado.
    Besicos, Pablo

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    1. El género epistolar es mi especialidad, y la de mi amigo Stoker.

      Pablo se va recuperando de su crisis de doble personalidad: parece que ya va respondiendo al tratamiento y ha dejado de comportarse como yo, aunque ahora se cree que es una oveja negra. Pobre, no da para más.

      Saludos.
      Watson

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  21. Muy bueno. Una extraordinaria sorpresa final, aunque resulta inverosímil que Sherlock Holmes sea Jack el Destripador.
    Saludos, Pablo

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    1. Mr. Romero, a mí también me resulta inverosímil​ lo que me escribe Holmes, pero es que sus historias, tan reales, lo son.

      Saludos.
      Watson

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  22. Muy ingenioso, imaginativo y divertido. Ya me parecía a mí que ese Sherlock Holmes guardaba algo oscuro tras esa mirada aguda y penetrante... Felicidades, Pablo. Un abrazo.

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    1. No sabe usted bien lo oscuro que puede llegar ser Holmes.

      Si puedo, ya iré contando sus aventuras.
      Saludos.
      Watson

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  23. Lo bueno que tiene la literatura es que lo más inverosímil cabe dentro de ella, sólo hace falta que la utilice alguien con talento, como es tu caso.
    Por un lado, está ese juego con personajes reales e imaginarios, que ya se sabe que muchos personajes imaginarios acaban siendo más reales que los de carne y hueso; y algunos acaban teniendo tanta importancia que se ‘comen’ incluso a sus creadores, sería el caso de Sherlock y Watson, o el de Don Quijote y Sancho, por poner dos de los ejemplos más relevantes.
    Así que el ínclito Sherlock, quizá después de que su creador, ingenuamente, decidiera matarlo, pasó a la vida real para dar una vuelta más de tuerca a su endiablada inteligencia, proponiéndose cometer el crimen perfecto. ¿Quién iba a sospechar que, tras un personaje literario, se escondía el famoso Jack el Destripador?
    Pero acabó vencido por algo a lo que Dostoievski daba suma importancia: la conciencia. Al parecer, ella es la que le ha creado los remordimientos y el sentido de culpa que hacen que Sherlock decida acabar con su vida y confesarle a su más fiel compañero y amigo el demoníaco experimento que llevó a cabo.
    Muy bien imbricadas todas esas ideas en una sugerente trama que ha dado como resultado un estupendo microcuento, enhorabuena, Pablo. Un abrazo.

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    1. Es usted un estudioso, Mr. Ángulo. Qué gran análisis, digno del mismo Holmes, ha hecho de este caso sin resolver. No crea que Sherlock tiene conciencia, que aún tengo que ver si hay gato encerrado tras esta carta.
      Le informaré.

      Saludos.
      Watson

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  24. ¡¡Genial, paisano!! En un mismo cincuenta, unes de forma indisoluble al investigador y al investigado, al detective y al criminal, a Sherlock (Holmes) y a Jack («el Destripador»). Y fíjate que yo creo intuir que planea en tu relato alguien más, alguien que se desdobla cuando ingiere cierta «dosis» misteriosa, al igual que hace tu personaje (Sherlock/Jack). Está claro, al menos para mí, que parece que él/ellos ha/han querido seguir el ejemplo de otro dúo indisoluble de la literatura universal. Me refiero al doctor Jekill y al señor Hide. Y en ambos casos, en ambas parejas, con ánimo científico, de búsqueda de lo ignoto.
    Creo, aún más, que el título, muy bien elegido, juega precisamente con la polisemia del vocablo «solución», en el sentido de desenlace de un asunto o de un problema y, también, en el de una mezcla homogénea que obtenemos al disolver una o más sustancias, que llamamos solutos, en otra diferente, por lo general un líquido, que denominamos disolvente. Y de ello, estoy seguro, tú sabes profesionalmente mucho.
    Pero aún hay más, porque el formato que eliges para dejarnos tu historia es el de una carta dirigida a un nuevo personaje (en este caso, el tercero en discordia), que aspira a unirse al dúo ya referido Sherlock/Jack, y que no es otro que el siempre segundón Dr. Watson, quien una vez más parece no haberse enterado de la misa la mitad.

    Bueno, tal vez me he dejado llevar por una imaginación inusual en mí, desbordada tras leer tu fantástico cincuenta, Pablo, pero es lo que me han sugerido esas cincuenta palabras, tan precisas como segundos en un minuto, y ese título, para mí, elegido perfectamente para la ocasión que nos has contado, una vez más de manera excelente.

    Enhorabuena, amigo y paisano. Siempre un placer leerte y disfrutar leyéndote. Por aquí o por donde sea que te prodigues.

    Un abrazo muy fuerte.

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    1. Mr. Barrionuevo, me alegra tener por aquí a otro londinense.
      Me llena segundón, lo que es un halago al compararme con Holmes, cuya mente es la más brillante de esta era victoriana.
      Me hace usted pensar en ese amigo escocés de Sir Arthur, Stevenson, y su personaje de doble personalidad. ¿Será esto un juego entre ambos? Ya todo me hace dudar.
      Un saludo y si pasa por Baker Street no deje de visitarme. Una taza de té o una copa de Jerez estará esperándole.

      Saludos, paisano.
      Watson

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  25. Me los has confirmado, este Sherlock ocultaba algo.

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    1. Y tanto que ocultaba. Y oculta, no tenga la mejor duda.

      Saludos, Mrs. Moreno.

      Watson

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  26. Estimado Sr. Núñez:
    Encuentro tu relato tan perfecto como el crimen de su personaje.
    Adoptas al tratar temas como este un estilo tan acorde al de las historias que te los han inspirado que hace que tus relatos sean doblemente bellos.
    Por otro lado está el ingenio de la trama que has creado y tu habilidad para sintetizarlos en tan poco espacio, ambas cosas extraordinarias.
    El resultado es, en mi opinión, otra extraordinaria propuesta, redonda, de esas que suelen figurar en el cuadro de honor a fin de mes.
    Enhorabuena, amigo. Vaya marcha que llevas.
    Un abrazo.

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    1. Mr. Mochón, creo que ha errado al escribir mi nombre. En cuanto al resto, le agradezco sus palabras. De hecho, estoy pensando en dejar la medicina y dedicarme a contar las historias que tengo guardadas de Holmes, que, aunque reales, parecen ficción por lo increíble de sus tramas.

      Reciba un saludo.

      Watson

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  27. Embobado me quedo ante vuestros brillantes comentarios. El mes pasado prometí contestaros a cada uno, como merecía, personalmente, y no cumplí. Pero este, aunque tenga que pedir ayuda al mismísimo profesor Moriarti, cumpliré. De momento, muchas gracias a todos.
    ¡Pero qué grandes sois y qué placer pasearse por esta, nuestra casa!
    Besos y abrazos.
    Pablo.

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    1. Sr. Pablo, vuelva a su habitación del hospital y deje de suplantar identidades que no le pertenecen.

      Watson.

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  28. Enrique Caño13/5/17, 21:32

    Tras el éxito de tu relato anterior retomas un 50 súper original. ¡Caramba con nuestro Sherlock Holmes, nunca pensé que fuera a llegar hasta estos extremos. Su inteligencia le lleva a poder no sólo resolver los asesinatos más perfectos, sino a conseguir ¡el asesinato perfecto!
    Un abrazo. Nos seguimos leyendo.

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    1. Mr. Caño, no sabe las sorpresas que guarda Holmes. Cuando lo conocí golpeaba cadáveres para estudiar los hematomas que quedaban a los muertos. Un verdadero caso digno de estudio. En cuanto a lo de conseguir el asesinato perfecto, es muy capaz de conseguirlo para demostrar al mundo de lo que es capaz.

      Saludos.

      Watson

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  29. Has sacado punta de forma magistral al sarcasmo de Sherlock y de Pablo, a la par, y eso me ha gustado todavía más. Muy bueno. Un abrazo.

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    1. Mrs. Aguas, lo único que he hecho es transcribir la carta de mi amigo Holmes, aunque le agradezco el mérito que me da y no merezco. Me ha dado usted que pensar si el Pablo que estoy tratando es Holmes disfrazado, pero es imposible. Ni Sherlock es capaz, por mucho que interprete y se disfrace, de ser tan borrico, y perdone la expresión y que me perdonen también tan adorables animales, mucho más listos que el tan nombrado Pablo, el que no merece ni una línea más.

      Saludos.

      Watson

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