Ojalá
Ojalá no le hubiera escrito un mensaje. Ojalá no lo hubiera leído. Ojalá no hubiésemos discutido aquella noche. Ojalá le hubiera dicho cada día que la quería. Ojalá aquel imbécil no hubiera cogido el coche. Ojalá no se hubiera tomado la última. Ojalá ella hubiera levantado la vista del móvil.
Ojalá pudiéramos volver a pensar y repetir las cosas, siempre sería bueno tener una segunda oportunidad y aprender de los errores. Pero en ocasiones eso es imposible, y las circunstancias, como en tu relato hacen que el final sea único y fatal.
ResponderEliminarManuel, llenas de "ojalá" tu relato y en cada uno nos muestras lo que pudiera haber sido, lo que tal vez hubiera evitado ese desenlace. A mí me gusta esa reiteración, creo que le da fuerza al relato.
Me ha gustado tu relato, Manuel, pero aún me gusto mucho más conocerte el pasado fin de semana, fue un placer.
Un abrazo enorme.
La interjección "ojalá" puede acompañar a un deseo cargado de futuro, o por el contrario, y es el caso de tu relato, a un lamento sin remedio, con detalle de lo que se hizo mal, o podría haberse hecho y se tomó otro camino. Los detalles son importantes y todo puede cambiar en un segundo. Una secuencia de frases cortas con el mismo inicio que desgranan una historia desgraciada, que el narrador comparte con nosotros.
ResponderEliminarOjalá tuviéramos muchos tu imaginación.
Un abrazo grande, Manuel
Doloroso, muy doloroso relato, Manuel. Ese ojalá, de uso normalmente desesperanzado, como en la preciosa canción de Silvio, aquí funciona a modo de gemido desolador, además de como pegamento para que esas amargas frases conformen una historia (de las de para no dormir, desde luego).
ResponderEliminarUn abrazo.
La vida está llena de "ojalás" imposibles de alcanzar y deseos no cumplidos. En tu relato son un lamento ante sucesos encadenados que confluyen en una tragedia que se podría haber evitado si una sola de esas frases no se hubiera hecho realidad.
ResponderEliminarMuy buen relato, Manuel. Un beso y suerte.
Pues a mí los ojalases no me conmueven... Si no hubiera sucedido esta tragedia, ¿se lamentaría o seguiría ofendido por lo que sea que haya pasado, incapaz de pedir el perdón que ahora ojalá ojalá?
ResponderEliminarEn cambio, este relato, sí que me ha emocionado, por lo trabajado que está y los sentimientos que consigue sacar afuera. Relatazo con mayúsculas.
Desempolvo mi sombrero, que no sé por qué no lo saco más, y te hago una reverencia doble con tirabuzón versallesco de las de ahí queda eso.
Ese ojalá lastimero es un mantra doloroso que clama arrepentimiento, pero que además, teje con sólidas puntadas narrativas la historia de un trío que ojalá, por su bien, no se hubiesen encontrado. Saludos, Manuel
ResponderEliminarTantas veces hubiésemos querido que las cosas sucedieran de distinto modo...
ResponderEliminarEn algunas ocasiones, habría estado a nuestro alcance cambiarlas, otras se escaparían a nuestra voluntad. A veces, esos "ojalås"... son parte de la ruleta rusa de la vida. O tal vez no, tal vez todo tenga una explicación... tal vez las cosas no suceden porque sí. Tal vez los eslabones de la cadena, se suceden cada uno ocupando su lugar.
Me ha gustado mucho tu micro.
"Ojalá", anafórico lamento de una sucesión de acciones que, una tras otra, han conducido al desenlace trágico. Solo con que una de ellas no se hubiese cumplido el protagonista no tendría que repetirse esta queja.
ResponderEliminarMuy bien hilvanado el relato, Manuel, en este cúmulo de circunstancias adversas que el azar prepara en ocasiones.
Enhorabuena y un beso.
Me parece que un ojalá es suficiente: ¿a quién se le ocurre leer un mensaje en el móvil mientras está conduciendo? Un buen micro, Manuel. Saludos
ResponderEliminarLa vida está llena de "ojalás", querido Manuel. Nunca sabremos lo que hubiera pasado de no haber hecho una u otra cosa. Lo que se sabe a ciencia cierta es lo que se hace día a día y eso es lo que marca la vida de las personas.
ResponderEliminarUn relato lleno de posibilidades, escrito como solo un grande entre los grande sabe hacerlo.
Y ahora sí, voy a decir yo un ojalá... "Ojalá algún día llegue yo a tener tu talento".
Enhorabuena, un beso.
Malu.
Manuel, demasiados "Ojalá" cuando ya no tiene remedio. Hay que cambiar las cosas mientras y no posponerlas.
ResponderEliminarMuy buen micro, amigo.
Besos muy apretados.