Optimismo
Los errores no deben ser castigados, sólo esperar que quien los ha cometido aprenda la lección. Y eso le ocurrió a ella.
Tras errar, caer y levantarse de nuevo, cayó otra vez, pero no era la misma.
Y tras caer en ese pozo sin fondo, se prometió caer de pie.
Tras errar, caer y levantarse de nuevo, cayó otra vez, pero no era la misma.
Y tras caer en ese pozo sin fondo, se prometió caer de pie.
Dinámica forma de introducirnos en ese secreto llamado resiliencia que tanto nos cuesta aprender. Aprender es errar, que diría el filósofo.Saludos, Víctor.
ResponderEliminarEl error es una parte fundamental del éxito. Sin los errores no aprenderíamos a mejorarnos a nosotros mismos. El día que aprendamos a permitirnos errores no sólo seremos más felices, humanos y comprensivos sino más competentes. Ser amable al errar con uno mismo y con los demás será parte fundamental.
ResponderEliminarFelicidades Víctor, un micro excelente.
Eso sí que es optimismo antropológico. Me recuerda un proverbio japonés: “Si caes siete veces, levántate ocho”. Me ha gustado. Saludos, Víctor
ResponderEliminar¡Bienvenido, Víctor, a este rincón literario del que ya formas parte!
ResponderEliminar¿Optimismo? ¡Siempre! Hay que mirar siempre para adelante y aprender de las caídas, de los errores. ¿Quién saca beneficios de los aciertos? De eso se trata la vida, de caer para aprender.
Un saludo.