Protección indestructible
Nunca olvidaré la noche en la que descubrí cómo derrotar a esos seres maléficos que solían visitarme. Tan sólo tuve que reunir el valor suficiente para levantarme de la cama e ir al dormitorio de mi abuela. Junto a ella, todos los monstruos desaparecieron, incapaces de atravesar mi escudo protector.
Infranqueable. El amor de los abuelos resiste cualquier embate. Emotivo y hermoso, un relato de amor para homenajear la vida. Saludos, Ana Belén.
ResponderEliminarMuy bonito, Ana Belén. La pena es que sea una destucción con fecha de caducidad. ¡Cuánto se echa de menos!
ResponderEliminarAbracicos.
La relación entre niños y abuelos es siempre especial, porque se salta la barrera de los padres, que tienen un papel más juicioso y responsable. La abuela puede con todos los seres maléficos y con todos los monstruos. A su lado solo encontrará un amor incondicional.
ResponderEliminarMuy bonito, Ana Belén. Besos.
¡Vaya! Me he llevado un chasco. Yo tendré que seguir haciéndoles frente ocultándome debajo de las sábanas. Enhorabuena por el micro. Saludos, Ana
ResponderEliminarAh... pues me trae recuerdos. Yo la llamaba y ella siempre aparecía hasta que me calmaba.
ResponderEliminarMuy bonito tu micro.
Gracias por vuestras opiniones. Estoy segura que todos tenemos bonitos recuerdos de nuestros abuelos y de su amor incondicional.
ResponderEliminarDonde halla una abuela, o un abuelo, que se quiten todas las corazas protectoras del mundo.
ResponderEliminarMuy tierno tu micro, Ana Belén, por esa llamada que provocas al recuerdo de nuestros abuelos, que siempre estaban ahí para protegernos (o están, para aquellos que sigan disfrutando de su presencia).
Un saludo.