Saliendo de cuentas
Fueron cincuenta promesas falsas, cuarenta disculpas sin alma, treinta cartas sin respuesta, veinte llamadas vacías y diez lágrimas ahogadas.
Hoy saboreo nueve cigarrillos sin filtro, ocho porciones de chocolate negro, siete helados de vainilla, seis copas de vino, cinco minutos aterida, cuatro ardiendo, tres auto-caricias, dos gemidos y un olvido.
Hoy saboreo nueve cigarrillos sin filtro, ocho porciones de chocolate negro, siete helados de vainilla, seis copas de vino, cinco minutos aterida, cuatro ardiendo, tres auto-caricias, dos gemidos y un olvido.
Pero qué bonito lo cuentas, Belén. Genial. Desde el título hasta el olvido.
ResponderEliminarBesos.
Pablo.
Belén, me gusta este "Saliendo de cuentas", esa forma de contar hacia atras. Primero de diez en diez, como echándole en cara las cosas a él. Y luego haces una verdadera cuenta atrás, de uno en uno, de todo aquello que ha hecho ella para llegar al olvido.
ResponderEliminarEnhorabuena, Belén.
Besos.
Sumar simboliza la positividad, mientras que restar o sustraer se identifica con la pérdida. Todo puede cuantificarse, pasar de un conjunto de sensaciones y acciones llevadas por los sentimientos, a quedarse en un unitario olvido, junto con el vacío de la soledad más desgarradora, que ni el tabaco ni los bocados más dulces pueden llenar. Valientes y llenas de estilo esas "auto-caricias".
ResponderEliminarPoético, triste, hermoso y bien contado. No se puede pedir más, nada menos se puede esperar tampoco de quien firma estas impecables cincuenta palabras.
Un abrazo grande, Belén
Aparte del posible simbolismo de esa cuenta atrás que parece terminar, afortunadamente, con los diversos placeres que preceden a un necesario y anhelado olvido; nos la muestras con gran maestría poética y apreciada sencillez. Enhorabuena. Un saludo y suerte, Belén.
ResponderEliminarUna cuenta atrás que termina en un olvido, no se me antoja mejor forma para hacerlo.
ResponderEliminarAcertadísimo este relato para ir restando todo lo que ha hecho daño a tu protagonista. A partir de ahora, se cierra esa cuenta y se abre otra, pero siempre sumando. Todo en positivo.
Poesía de principio a fin y de menos a más, así son tus letras y los textos que nos regalas, querida poeta azul.
Un beso enorme, Belén.
Malu.
el lenguaje descendente y depresivo que utilizas es una buena base para hacer que el relato enganche, y en cincuenta palabras como estas no se puede tener mas que un resultado. Genial, aunque a la protaonsita no le convenza. Un abrazo de los dos.
ResponderEliminarExacta narración la de esta cuenta atrás llena de ingenio y precisión. No solo sale de cuentas, sino que las salda. Saludos, Belén.
ResponderEliminarBelén, nadie como tú para convertir en poesía una historia de desamor, desencuentros y olvido. Una maravilla.
ResponderEliminarBesos.
Conforma iba leyendo el micro, he entrado en pánico. Creí que la protagonista se iba a tomar una píldora de cianuro. Menos mal que no ha llegado a tanto. Enhorabuena por el micro, Mª Belén. Saludos
ResponderEliminarMuy bien Belén, no hay nada tan necesario que no se pueda sustituir.
ResponderEliminarUn abrazo
Has escogido una original forma, decreciente, para contarnos un desamor, con imágenes muy visuales de sabores y sinsabores.
ResponderEliminarBesito virtual, Belén
Decreciendo para poder crecer, para poner punto y partida desde el necesario olvido.
ResponderEliminarUn primer párrafo con descuentos a zancadas que desembocan irremediablemente en un inmenso caudal de lágrimas. Un segundo párrafo plagado de herramientas reparadoras del daño recibido, pero esta vez paso a paso, saboreando sensaciones que nutren los vacíos y hacen gemir al desengaño.
¡Menudo caudal de sensaciones nos has regalado, Belén! Una maravilla. Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
Conforme descuentas va ganando lo que nos cuentas. Ingenio bañado en sensibilidad este micro de amor-desamor y decepción. ¡Enhorabuena, Belén! Besos.
ResponderEliminarBelén, una poética cuenta atrás para llegar al olvido. No lo has podido decir más bonito.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Besos muy apretados.
Siempre es bueno salir de cuentas y olvidar...
ResponderEliminarMuy bien trazado este relato, en cincuenta palabras has hecho mucha poesía.
Mucha suerte, amiga Belén.
Apenas si pudimos hablar en Valencia.
Besicos
Hermoso relato de desamor, Belén. Los desaires y decepciones en el primer párrafo y los ajustes en el segundo, para llegar indemne al olvido y poder comenzar a sumar.
ResponderEliminarUn relato poético y muy bien narrado en su cuenta atrás.
Me encantó volver a verte. Besos azules.
Tiene trazas de clásico este relato, Belén. Me encanta cuando imprimes ese ritmo a tus obras, ya sean prosa o poesía, que, bien mirado, muchas veces cuesta encontrar la frontera entre una y otra.
ResponderEliminarParece que le ha costado, pero que al final tu personaje ha logrado olvidar a un amor bastante nocivo, y que lo ha hecho en soledad y con una terapia bastante sencilla, aunque sumamente eficaz.
Fantástica propuesta, Belén.
Un abrazo.
Plas, plas, plas. Muy bueno. en tu línea poético-prosística, que no sé si existirá ese palabro, pero si no existe, hay que inventarlo para definir tu escritura. ¡Y punto!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y suerte!
no había descubierto que escriias tan bien.
ResponderEliminarun beso de los dos.