Sólo deja pasar el tiempo
Mariela escribe en una servilleta de papel: "No tengo mi cuaderno, llevo un bolso pequeño". Sí, un pensamiento, una emoción. El bolígrafo relata, quizás sea un cuento. Sueños almacenados en silencio. Da un sorbo al café. Tiene grandes planes que nadie va a romper. Ni hoy, ni mañana, ni ayer.
Nos muestras una escena que en su habitualidad, a algunos, aún nos puede sorprender. Una chica con su café, sus sueños, sus instantes de introspección, sus anotaciones... Podemos imaginar tantas cosas de esa chica. Me ha gustado, Carmen. Saludos y suerte.
ResponderEliminarNo conocemos la edad de Mariela, ni ningún otro dato o circunstancia. Solo, y no es poco, que tiene la cabeza y el alma llena de proyectos, sueños e ilusiones, que le surgen ideas que apunta para no perderlas en lo primero que encuentra, que vive en una sana inquietud. Me cae bien este personaje, quizá sera porque me identifico un poco (o bastante) con ella; aunque también, porque me recuerda a la autora de este relato.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Carmen
Creo, que muchos de los que frecuentamos estos lugares nos podemos sentir identificados con tu protagnista. Gracias por recordarnos que la magia existe hasta en lo más cotidiano.
ResponderEliminar¡HOLA A TODOS!
ResponderEliminarESTOY MUY LIADA CON LAS LETRAS Y LAS FOTOS. QUIERO PEDIR DISCULPAS POR NO HABER ENTRADO A COMENTAR NINGÚN RELATO DE ESTE MES DE MAYO.
EN EL MOMENTO QUE PUEDA EMPEZARÉ Y OS LEERÉ. TENÍA APUNTADO EN EL CALENDARIO CUANDO SE PUBLICABA MI 50 Y QUERÍA VENIR A DECIRLO PERO OS HABÉIS ADELANTADO.
MIL GRACIAS
Y BESICOS A REPARTIR.
Carmen M. Marín
No podemos usar bolsos demasiado pequeños, sobre todo porque no nos caben, amén de lo habitual que llevamos casi todas las mujeres, el cuaderno con el boli para ir anotando retazos de pensamientos que pueden transformarse en relato, poema o sueño por cumplir.
ResponderEliminarYo también me he identificado con tu protagonista, Carmen. Podemos tomar café juntas, sin sacar el móvil, solo el cuaderno. Besos, tocaya.
Me lleva el relato a la imagen de don Antonio Machado y aquel verso último en el bolsillo de su chaqueta, "estos días azules y este sol de infancia". Los/las que tienen alma que habla, necesitan algo siempre en que registrar el inicio de su siguiente proyecto.
ResponderEliminarMicrorrelato espejo donde mirarnos y reconocernos. Un besico, Carmen.
No se puede dejar pasar un pensamiento, una idea... una emoción. Muy bueno eso de pelearse unos grandes planes; eso entre sorbo y sorbo de café.
ResponderEliminarMe ha encantado tu micro... llega nítido su aroma. Felicidades
Un cincuenta precioso, Carmen. Para mí, lo mejor está encerrado en la última frase: Ni hoy, ni mañana, ni ayer. Creo que tu protagonista ha abierto una puerta, ha salido por ella y la ha dejado cerrada para no volver a traspasarla. Lo ha dejado todo atrás y no necesita más que ese pequeño equipaje que transporta: un bolso pequeño repleto de esperanza.
ResponderEliminarA sus pies, señora mía.
Bello relato, Carmen, lo importante es recordar aquello que uno nunca quiere olvidar, ya sea para que no vuelva a ocurrir para saber que hacer en cada momento. Pero en ocasiones la memoria nos juega malas pasadas y es mejor escribirlo, sea donde sea y en cualquier momento. Y dejar pasar el tiempo, ya que el tiempo todo lo cura.
ResponderEliminarBesos, Carmen.
Adelante con los planes de Mariela. Ya sean instantáneos o frutas que maduran con el tiempo.
ResponderEliminar¡A soñar!
Beso, Carmen.
A veces al protagonista se le olvida que tiene que escribir, tiene otros planes.A veces al autor se le olvida que escribir es un arte pero a ti ni hoy ni mañana ni ayer no se te olvida nada porque es un relato genial.
ResponderEliminarUn abrazo de los dos.
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Carmen, me parece que Mariela viaja ligera de equipaje, todo lo lleva en su cabeza y le basta con un bolígrafo y un papel para no olvidar sus pensamientos e ideas. Nada hará que cambie sus planes, como ha hecho siempre.
ResponderEliminarBuen micro, conteniendo un bello mensaje.
Besos.
Adelante, siempre ir hacia adelante es lo que me ha sugerido este relato
ResponderEliminarta bien contado.
Suerte y un besito virtual
¡Horror!, me acabo de dar cuenta que al "ta", le falta la ene del "tan".
EliminarDisculpas mil
Nunca debemos olvidar ese cuaderno donde anotar nuestros planes de vida, por muy pequeño que sea el bolso.
ResponderEliminarUn beso, Carmen,
Creo que tu protagonista guarda un alma de escritora entre sueños, pensamientos y emociones. Escribir tiene la virtud de aunar tales cosas y las historias siempre acechan en la esquina más inesperada, esperando que les demos un lugar y un tiempo.
ResponderEliminarUn micro que consigue algo muy difícil oculto en su aparente sencillez, abrir la puerta de las sensaciones personales a quien lo lee. Enhorabuena Carmen.
Un fuerte abrazo.
A la protagonista de tu micro, Carmen, le pasa lo que a mí, que siempre llevo un papel doblado en el bolsillo del pantalón por si tengo que apuntar algo. Aunque sólo sea para pasar el tiempo. Saludos
ResponderEliminarHoy me vuelvo a asomar por aquí, para mandar mi 50 de junio.
ResponderEliminarY quería agradecer a todos vuestros comentarios. Me ayudan mucho. Me gustan, me elevan la moral cincuentera y me animan a seguir escribiendo.
Jesús Garabato
Ángel Sainz
Patricia J. Dorantes
Carmen Cano
Manuel Bocanegra
Galilea
Patricia Richmond
Carles Quiles
José Mª Garrido
Pilar Alejos
Mª Jesús Briones
Javier Puchades
Asun Paredes
Antonio Bolant
Plácido Romero
Gracias y besicos a repartir.
Una situación tan corriente, tan diaria y normal, como anotar algo que se nos ocurre mientras tomamos café (en este caso, la excepcionalidad está en que tiene que ser en una humilde servilleta de papel ante la ausencia del cuaderno habitual), sirve para que nos presentes a un personaje, Mariela, decidido a seguir siempre adelante, a perseguir sus sueños, pese a quien pese, le pese a quien le pese.
ResponderEliminarBuena historia la que nos dejas, Carmen. Solo una cosa: no dejes que el tiempo te sobrepase...
Enhorabuena. Nos seguimos leyendo.
Besos.
Además de esa inquietud con la que todos nos sentimos identificados, hay algo en tu relato, intenso, de encuentro con uno mismo, de contacto con esa propia verdad, tan diferente a veces de la del resto por mucho que pueda parecerse, que legitima cualquier decisión que podamos tomar, en cuanto los motivos que nos mueven, quizá más tarde de lo que hubiese sido preferible, se nos revelan irrefutables.
ResponderEliminarSeguramente me he ido por los cerros de Úbeda (lejos del Cabo de Palos). El así es que me ha gustado mucho tu relato.
Un abrazo, Carmen.
El así, no, el caso
ResponderEliminarCarmen, empecé el mes más o menos bien, pero luego se me pasan los días sin poder comentar todo lo que quiero... así que ahora llego al tuyo...
ResponderEliminarMariela tiene planes y nadie va a impedir que los haga, para mí la clave es la última frase, me parece genial, ni hoy, ni mañana, ni ayer. Tengo la sensación de que está huyendo de algo que le ha atormentado y parece que ha decidido romper con todo.
Un beso, Carmen.
Malu.