Celtar (I)
En el museo de Celtar, los visitantes vienen y van, como en una procesión. De pronto, el silencio es roto por una voz áspera: "Y pensar que ese era nuestro hogar".
A través de un marco se ve una masa amorfa e incandescente y debajo se puede leer: Planeta Tierra.
A través de un marco se ve una masa amorfa e incandescente y debajo se puede leer: Planeta Tierra.
Como se cumpla el dicho, nos quedan dos telediarios. Triste destino si hemos de ver los restos del planeta como detrito final expuestos en el museo de la devastación. Un relato que, por un momento, te hace tragar saliva e interrumpe la respiración. Saludos, Giancarlo.
ResponderEliminarA juzgar por la ola de calor que nos está derritiendo, por lo menos aquí en España, tu relato va a dejar pronto de pertenecer al género fantástico para ser realismo histórico.
ResponderEliminarSi se convierte en realidad, espero que los habitantes de Celtar no repitan nuestros errores.
Bonito y melancólico.
Abrazos, Giancarlo.
Esperemos que este inquietante relato de ciencia ficción no se convierta, con el tiempo, en histórico. Saludos, Giancarlo
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