El ojo de vidrio
Tan pronto abrió los párpados, miró a su alrededor y dio un salto en la incómoda camilla. Horrorizado por lo que veía, pegó un terrible grito y, llevándose ambas manos a su ojo izquierdo, le rogó histéricamente al doctor que le quitara, rápido, ese maldito ojo de su cavidad ocular.
Vemos solo aquello que queremos ver, pero hay veces en que se ve lo que no se quiere y se constata que el horror nos rodea cada día. Inquietante, Sir Helder. Saludos.
ResponderEliminarHola Manuel, muy cierto lo que dices, saludos.
EliminarDe bruces contra la realidad...Y dejas entrever con el título que ya hubo una anterior enucleación del ojo derecho...Reincidente, pues...
ResponderEliminarBuen relato, sí señor...
Muchas gracias, Rafael 🤗
EliminarMe has recordado una serie de televisión que veía de pequeña con mis hermanos. Eran historias asombrosas y extraordinarias que nos dejaban pasmados y maravillados. No recuerdo cómo se llamaba, pero tu relato tiene el mismo aire sobrecogedor.
ResponderEliminarExtraordinario, Sir.
Hola Patricia, ¿no será Escalofríos? ¿Le tenés a la oscuridad? De pequeño veía esas series y me encantaban, Saludos.
EliminarEspeluznante ojo de vidrio. ¿Sería un ojo mágico, que le estaba mostrando su futuro inmediato?.
ResponderEliminarMe has dejado con la incógnita.
Saludos virtuales, Sir Helder
Hola, María, es mejor que no lo sepas 🙊
EliminarRecuerda que la curiosidad mató al gato.
Saludos.
Terrorífico relato. ¿Qué veía el enfermo? Mejor no saberlo. Saludos, Helder
ResponderEliminarHola, Plácido, buena elección, saludos.
EliminarEl enfermo no soporta la visión de la realidad, la suya, la que él ve. Y los lectores imaginamos las escenas más espeluznantes.
ResponderEliminarInquietante micro, Sir Helder. Un abrazo.