Esperando diagnóstico

Que infamia, se quedó mirándome, explorándome por dentro, mordiendo mi labio entregado, nunca pude escapar, fue tan impresionante que sus dientes afilados traspasaban mi pequeña lengua. Luego supe que la pasión de sus besos era sanguínea. Sigo incrédulo de su placer. El médico todavía no descarta contaminación vampírica por beso.
Escrito por Edwin Antonio Gaona Salinas - Web

14 comentarios :

  1. Interesante, aunque yo tildaría la primera palabra. Muy original. Suerte

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    1. Gracias amigo, seguro con un labio mordido no leí la tilde.

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  2. Esa mordedura es pura pasión animal, pero parece haber destilado una esencia emocional difícil de olvidar.
    Intenso, Edwin. Saludos.

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    1. Gracias, yo no se cuán dolido estuve. Ahora no se si exista dictamen médico, ahí no se si lo escriba.

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  3. Después de un beso como ese, en el límite mismo del peligro, cuando no traspasándolo, aunque también con un placer nunca experimentado, todo lo que le suceda en su vida a partir de ahora a tu protagonista ha de resultarle, por fuerza, insulso. Quizá se haya infectado de vampirismo, convirtiéndose en uno de ellos. Tal vez sea lo que desee, aunque aún no quiera reconocerlo. Tengo curiosidad por conocer cómo serían los términos médicos para calificar con terminologia médica, en un informe, un caso como este.
    Un relato con fuerza.
    Un saludo, Edwin

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    1. Gracias, amigo, imagínate en los dictámenes médicos encontrar trastorno mental, parafilia, vampirismo clínico. Me cruzaría por el refrigerador mirando las carnes frescas para ver si me sale una gana ambiciosa por lo rojo, antes de empezar en serio algo más fresco. Ja ja ja.

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  4. Has trabajado muy bien la sensualidad del placer unido al dolor, puro masoquismo vampírico.
    Suerte, Edwin.

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  5. ¡Ese vampiro sabía cómo morder! Tremenda pasión le contagió. Dolor, sangre... pasión Gore!
    Pisando fuerte con este cincuenta.

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  6. Los besos mordidos siempre acaban mal. Un buen micro. Saludos, Edwin

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  7. Beso, pasión, mordedura, dientes afiliados... O vampirismo o sadismo, placer y dolor.
    Un saludo, Edwin.

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