Furiosa

Miren. Estoy harta. Apenas comienzo a cantar, aparecen media docena de marineros. A la primera estrofa, ya los tengo encima. No sé de dónde salen. Ni siquiera me dejan terminar la canción. Me ponen furiosa. Normal que los mate. ¿Es que una sirena no tiene derecho a cantar en paz?
Escrito por Plácido Romero - Twitter

17 comentarios :

  1. Plácido, me parece que tu sirena protagonista, cantase o no tendría a marineros encima. Aunque ya se sabe que el canto de las sirenas los atrae. Ahora la población de marineros va a disminuir bastante como cante mucho la sirenita.
    Buen relato, Plácido.
    Un abrazo.

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  2. Me sugiere la actitud de tu sirena desesperada la de algunas ciudades que manifiestan su rechazo a cierto tipo de turismo en masa. Convertidos todos en un santo Tomás de saldo y ocasión queremos ver y tocar con nuestras propios ojos y manos cualquiera cosa que se nos venda como auténtica. No nos vayamos a perder nada que si no la existencia carece de sentido. Vivir a tope, sentirlo todo y consumirlo para engorde de un ego descomunal que acumula detritos plásticos en los océanos y siembra miseria a lo largo de los continentes esquilmados.
    Pobres sirenas que ni así van a encontrar solución a su problema. No en sirenas varadas, sino en sirenas valladas van a tener que convertir su espacio para poder cantar sin que la sobe toda la marinería de los cruceros que atraviesan el Mediterráneo. ¡Si Ulises levantara la cabeza!
    Irónico y corrosivo me ha resultado este micro genial. Saludos, Plácido.

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    1. Genial, Manuel, la precisa disección que has hecho, en unas pocas líneas, de algunos de los males de estos tiempos de ruido y furia, donde los privilegiados del planeta pululamos de aquí para allá arrasándolo todo como una plaga de langostas; cada vez con menos respeto hacia las personas y las cosas, cada vez con menos educación, cada vez con menos solidaridad con los desheredados.
      Un abrazo.

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  3. La sirena, de su hogar marino fue raptada y obligada a ganarse el pescado cantando en un tugurio; al menos se vengaba matando, ¡qué menos!
    Buen relato, Plácido.

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  4. Las sirenas no son esos seres de atracción fatal que nos contaron, sino mujeres anfibias que solo desean cantar en la intimidad sin que nadie las moleste. Se les puede reprochar que sus modales son un poco drásticos, pero también hay que tener en cuenta que tal vez los marineros son un poco pesaditos.
    Buen giro a un personaje clásico, en una nueva versión con humor negro.
    Un abrazo, Plácido

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  5. Ja, ja, ja... Para mí que a partir de ahora más de uno va a salir como alma que lleva el diablo cuando se tope con una. Desde La Sirenita de Disney veo que ha llovido bastante, sí señor... Me ha gustado mucho, Plácido. Muy simpático. Un abrazote.

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  6. Pobre chica, los admiradores son una lata, aunque la forma de quitárselos de encima no es muy ortodoxa. Al final los echará de menos.
    Buena apuesta, Plácido.
    Un abrazo.

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  7. Mucha furia muestra la pobre sirenita, pero no sé por qué, no me la imagino cantando en una playa solitaria. Se me hace que para inspirarse necesita un puerto donde no falten marineros. Jaja.
    Muy bueno, Plácido.
    Cordiales saludos.

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  8. Todas las historias pueden ser vistas desde muchos ángulos, por otra parte, ya se sabe que la historia la escriben los vencedores.
    Así que en tu historia escuchamos justificarse a una sirena, tan temibles ellas, tan malvadas, causantes de la perdición de tantos marineros ingenuos.
    Pero también hay que escucharlas a ellas, sus quejas, sus razones, y entonces se ve que no todo es blanco o negro, sino que, como en la vida, la gama de grises es casi infinita, y que esos males que a veces causan se deben a su hartazgo de siglos hacia los humanos que no dejan de meterse en todo, de hurgar en todo, de arrasarlo todo.
    Por supuesto que tienen derecho a que las dejen en paz, a que disfruten con sus cantos, a que no las agobien cual paparazzi, quizá son un poco drásticas, quizá se les va un poco la mano, pero toda paciencia tiene un límite.
    Por otra parte, el papel lo aguanta todo y, al menos literariamente, se les puede dar un castigo ejemplar a esos plastas.
    Un plácido abrazo, Plácido.

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  9. Me parece muy interesante conocer la versión de las propias sirenas sobre la fatal atracción que ejerce su canto sobre los marineros. Aunque reaccionen de modo tan drástico, entendemos que son víctimas de un acoso que no les permite vivir en paz. Es una actualización crítica y humorística del mito griego. Y una acertada alegoría del turismo invasor actual.
    Enhorabuena, Plácido. Me encantan tus micros mitológicos. Un fuerte abrazo.

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  10. A mí me ha hecho pensar en el irresistible poder de atracción de la belleza y de lo incómodo que puede llegar a ser para algunas personas.
    Muy simpático y original este punto de vista opuesto de la situación, con más de una lectura.
    Un abrazo, Plácido.

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  11. Plácido, si es que las pobres sirenas no encuentran un lugar tranquilo donde cantar, víctimas de su propia belleza y la magia de su voz. Y estos marineros que no tienen autocontrol... un verdadero suplicio.
    Muy original al contarnos la opinión de las sirenas, que están muy hartas...
    Muy buen micro.
    Besos apretados.

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  12. Deja que se enteren en el Area 51 y verás como te caen armados y equipados. Saludos y felicitaciones Plácido, es muy bonito tu relato.

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  13. Muchas gracias por vuestros comentarios. Evidentemente, lo que hace la sirena de mi micro no se puede justificar, pero tenemos que entenderla: ella sólo quiere cantar. Es lo que queremos todos. Cuando conocí a Javier Puchades a través de Twitter, lo que me gustó de él era lo que tenía escrito en su biografía: “Vivo y dejo vivir”. De eso se trata.
    Saludos

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  14. Pues visto así, desde ese punto de vista, no deja de tener su parte de razón aunque se lo tome un poco demasiado a la tremenda, ¿no?
    Muy beuno

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  15. En casi todas las historias clásicas, se retratan a los 'malos' como si no tuvieran vida más allá de hacer imposible la de los demás. Me ha encantado esa reivindicación de que, hasta los héroes, pueden dar el coñazo.
    Estupendo micro, Placido. Enhorabuena.
    Un saludo.

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  16. Muy buen giro de tuerca. Faltaría más, de hecho añadiría, que cualquier mujer tiene derecho a cantar en pez. jajaja
    SAludos.

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