Querida amiga
¡Querida amiga, ya sabes que las mujeres tenemos que ser fieles y sumisas ante nuestros maridos! Ellos son los que nos dan el sustento y el apoyo constantes y a ellos nos debemos. No dejes de complacerle en todo momento.
Tuya siempre,
Elena Francis.
...Y la radio comenzó a arder.
Tuya siempre,
Elena Francis.
...Y la radio comenzó a arder.
Comprende este relato genial parte de la historia más recalcitrante de este país y la espoleta, en la frase final, que revive la nueva actitud de la población, que abriría un tiempo político renovador, allá por los años 80; aunque también podrías hacer referencia al éxito arrollador que tuvo el programa en la radio.
ResponderEliminarUna mirada al pasado, Iñaki, llena de sabor, enlazando forma y contenido de manera magistral -a mi entender - que nos deja la controvertida imagen de una España que hacía bueno aquel dicho denigrante de que la buena mujer, con la pata rota y en casa. Saludos.
Un problema de elección de palabras, si hubiese recurrido a "aplicando la inteligencia emocional, podrás mantener el control de tu esposo y seguir viviendo a su costa, sin que sea consciente de ello, y si eres habilidosa con la ingeniería financiera hacerte con un capitalito que llevar a Panamá"...
ResponderEliminar"Finje que lo adoras y sé precavida en tus relaciones paralelas, al fin y al cabo, es tan solo un hombre"
O cualquier otra realidad alternativa a un machismo que sigue junto a nosotras
Tengo el recuerdo difuso de haber escuchado el programa durante alguna convalecencia, durante mi infancia. Desde mi ingenuidad, creo que me gustaba ¿? Duele pensar en el daño que pudieron haber causado sus directrices marcadas si alguien se lo tomaba en serio. Enhorabuena, Iñaki. Saludos y suerte.
ResponderEliminarNo me extraña que ardiera la radio...
ResponderEliminarMenos mal que son tiempos pasados.
Un beso Iñaki.
Malu.
Un relato que puede parecer una llamada a la nostalgia, cuando en realidad tiende a la reflexión, en tanto supone la evidencia de un cambio positivo en la sociedad. Todo tiempo pasado no tuvo, a la fuerza, que ser mejor.
ResponderEliminarUn saludo, Iñaki
Cómo hemos cambiado! Aunque falte y no sea suficiente... cómo hemos cambiado...
ResponderEliminarMuy bueno tu micro!
Como no podía ser de otra manera... La famosa Elen Francis que era por supuesto, un hombre.
ResponderEliminarSaludos
Ese arder de la radio, se presta a muchas interpretaciones. Una el arder de éxito del momento otra al arder de una mentalidad que había que superar.
ResponderEliminarFelicitaciones, Iñaqui
Al ritmo lento de las tardes de costura oía a doña Elena con las mujeres de mi familia. El programa gozaba de gran éxito entre el público femenino. Qué bien pensado este falso personaje para perpetuar la sumisión de la mujer. Algo hemos cambiado -creo yo-, aunque algunas mentes se encuentren todavía ancladas en aquel pasado de la pata quebrada y en casa, como recuerda Manuel. Y que arda lo que tenga que arder.
ResponderEliminarEnhorabuena, Iñaki. Un abrazo.
Iñaki, creo que tu magnífico micro bien podría titularse: Cásate, sé sumisa y escucha a Elena Francis.
ResponderEliminarSaludos