Te hablarán de mí
Estas palabras que grabo son para ti.
Espero que tu madre, que aún te lleva dentro, conozca a un buen hombre.
Un meteorito descomunal se dirige hacia nuestro planeta. El cohete lleno de explosivos necesitaba un piloto. Me presté voluntario para que tuvieras una vida. Te esperaré en la otra.
Espero que tu madre, que aún te lleva dentro, conozca a un buen hombre.
Un meteorito descomunal se dirige hacia nuestro planeta. El cohete lleno de explosivos necesitaba un piloto. Me presté voluntario para que tuvieras una vida. Te esperaré en la otra.
Bestial historia. Me ha dejado paralizada sin saber que decir. Una visión Apocalíptica que posiblemente esté más cerca de lo que pensemos, desde la necesidad del sacrificio de un padre, ofreciendo en vano su vida, por su hijo y demás habitantes de la tierra.
ResponderEliminarCuanto más vueltas le doy más terror siento.
Saludos cordiales, Ángel.
Un padre que prefiere una muerte segura para que su hijo, y con él la Humanidad entera, puedan, quizá, tener una oportunidad y que no les suceda como a los dinosaurios. Al haber ocurrido otras veces, no es descartable que algo así pueda suceder. De darse el caso, sería muy difícil de frenar. Una amenaza más que añadir a las que penden sobre este planeta, la peor de ellas somos nosotros mismos.
EliminarGracias por tu lectura y tu punto de vista, siempre interesante.
Saludos, María Jesús
Los ángeles existen y están entre nosotros. Lo malo es que no salen a la luz y sus méritos se los apropian aprovechados y facinerosos. Ellos no buscan reconocimientos ni medallas, se contentan con sembrar semillas de su sombra, que germinan en los seres insignificantes que caminan junto a ellos y que nunca les olvidarán aunque se acabe el mundo.
ResponderEliminarAdemás escriben muy bonito y son más guapos que Bruce Willis.
Abrazotes, Ángel.
Si que es cierto que hay gente buena y generosa, que no necesitan hacer ruido ni salir en películas para que quienes les conocen reconozcan su valía. Además escriben, y de qué manera, sacando de esta forma lo bueno que tienen dentro para compartirlo con los demás.
EliminarLo mejor de estas personas especiales es que les gusta pasar desapercibidas, tanto es así que hasta se ponen seudónimos para no ser reconocidas, no quieren honores, aunque los merezcan todos. Yo conozco una, se hace llamar como una escritora maestra del suspense y como un genio del relato de terror.
Mil gracias por tus palabras y muchos abrazotes
Una historia que conmueve, tu protagonista entrega su vida para dar vida a los demás. Y encima con la entereza de dejar ese mensaje para su hijo.
ResponderEliminarMe gusta mucho el título, creo que muchísima gente le hablará de su padre.
Me ha recordado en parte a la pelicula "Armageddon", héroes y personas que dan la vida por los demás.
Buen relato, Angel.
Un abrazo enorme.
El protagonista sabe bien lo que hace y quiere dejar constancia de sus motivos para privar a su hijo de tener un padre. No duda en dirigirse hacia un final cierto si con ello salva la vida de todos.
EliminarConozco el argumento de esa película y sé quien es el protagonista, pero no cómo termina, tengo delito, porque aún no la he visto, quizá sería hora de hacerlo.
Muchas gracias Javier, siempre ahí.
Otro abrazo enorme para ti
Ojala hayan calculado mal y el meteorito pase de largo. La extraordinaria generosidad de este hombre ya ha quedado demostrada. Muy emotiva e imaginativa tu propuesta, Ángel. Un abrazo.
ResponderEliminarLa idea que apuntas sería un final muy bueno. Un error de cálculo, el peligro disipado, la valía del hombre demostrada y un niño que sigue teniendo a un padre capaz de todo por él, eso que aún no le conoce.
EliminarMuchas gracias, Juana. Un abrazo
Tal como yo lo veo, el verdadero protagonista de este relato es el dramatismo. Se apodera de la situación desde la primera frase y el hilo narrativo que nos va conduciendo al desenlace se tensa cada vez más en la concatenación de hechos que prepara su camino al héroe, que sacrificará su vida por la de su hijo y por la de los demás habitantes del planeta.
ResponderEliminarEs una emotiva escena, a la que solo falta la banda sonora para ser una secuencia memorable de una buena película de ciencia ficción. Te veo, Ángel, con un pie en la alfombra roja. Un abrazote.
A grandes males grandes remedios; o lo que viene a ser lo mismo, ante una situación extrema, una solución desesperada, un último cartucho con lo que ello tiene de radical y dramático.
EliminarEn Hollywood son capaces (ellos, yo no, seguro) de desarrollar cualquier idea y añadirle efectos especiales. Algo saldría, que por lo menos entretuviera.
Muchas gracias por tus palabras, Manuel, versadas, llenas de criterio y enriquecedoras.
Un abrazote
Los héroes dispuestos a sacrificarse por los demás, aunque raros, existen, ya viajen en cohetes o en patineta. Lo hemos visto esta semana en Londres y se merecen nuestra admiración y lo del título. Que nunca los olvidemos.
ResponderEliminarUn abrazo, Angel.
Hay que pedir que no se produzcan situaciones extremas que pongan vidas en peligro. Cuando de forma inevitable ocurren, algunas personas sacan a relucir lo mejor que tienen. Este relato es pura ficción. Héroes como el de Londres son reales, merecen todos los homenajes y un recuerdo permanente.
EliminarMuchas gracias, Georges. Un abrazo
Ángel, conmovedora historia, en la que un padre antepone el que la humanidad tenga una oportunidad a su propia vida.
ResponderEliminarCoincido con Javier. Me ha recordado a la película Armageddon. Siempre, a lo largo de la historia, ha habido héroes anónimos que han contribuido a que la historia continúe.
Buen micro.
Besos apretados.
Los héroes verdaderos son los anónimos. Hacen lo correcto sin permitir que el miedo o el egoísmo les paralice, sin buscar celebridad o reconocimiento. Nada puede tener más sentido ni existe acto de amor mayor que el de aquel que da su vida por otros.
EliminarMuchas gracias, Pilar.
Muchos besos
Cuando parece que estamos leyendo una historia emotiva en la que un padre se despide de su hijo aún no nacido, en un giro espectacular nos encontramos con un héroe dispuesto a sacrificarse para que su hijo y todos los habitantes del planeta puedan vivir. De lo íntimo a la ciencia ficción, con la amenaza del meteorito.
ResponderEliminarGenial e imaginativo, Ángel. Un abrazo enorme.
Queremos pensar que es ciencia ficción y sin duda lo es, aunque la posibilidad de que un enorme meteorito impacte contra la Tierra, con consecuencias fatales, no es tan remota. Esperemos tener los medios para frenar esa amenaza si llegara a producirse. Mejor sacrificar una vida, aunque sea la propia, que la de millones de personas, incluidas ese hijo al que se quiere antes incluso de llegar.
EliminarMuchas gracias, Carmen.
Un abrazo enorme y enhorabuena por tus recientes y merecidísimos éxitos
Vaya semanita llevas, Ángel, entre el soldado novato y el padre suicida. Eso sí, siempre sorprendiendo y deleitando.
ResponderEliminarAbrazo fuerte.
Si que llevas razón y seguro que a ti te sucede algo parecido. Hay etapas en las que nos ponemos romanticones, p irónico-burlescos, y otras en las que, sin saber el motivo, solo salen historias en las que matamos gente, por fortuna es de forma virtual.
EliminarMuchas gracias y un abrazo fuerte, Rafa
Gran muestra del amor paterno que aflora cuando aún no has nacido. De una forma muy bella y original nos has encandilado con esta historia que destila tu habitual maestría.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Creo que Manuel lo ha clavado en su comentario. Es muy potente la sensación de dramatismo que desprende.
ResponderEliminarPero tu relato me confirma la vieja teoría que defiende el egoísmo, en mayor o menor medida, como motor de nuestros actos, para bien o para mal. En este caso, tu héroe salva a la humanidad con el particular deseo de salvar a su hijo...
Ya ves, artista; tus relatos nunca dejan indiferente.
Un fuerte abrazo.
Como no podía ser menos, tu aportación es de lo más interesante. El egoísmo como motor de nuestros actos es algo a tener en consideración, pues si lo pensamos bien, de alguna forma está presente hasta en la acción en apariencia más desprendida. He escuchado a personas que consagran su vida a los necesitados decir que reciben mucho a cambio y que por eso lo hacen. El caso es hacer lo más adecuado en cada momento.
EliminarMuchas gracias y un abrazo fuerte, Antonio
Los padres, ¡qué no harían por sus hijos... ! Es un hermoso testimonio del amor inmenso de ese papá a su futuro hijo. No duda en morir para salvarlo.
ResponderEliminarEl relato se mete por cada poro de la piel cuando te detienes a leerlo. Se vive casi en primera persona. Muy bonito, Ángel. Mucho sentimiento y eso captura. Un abrazo.
Cuando un padre o madre no den todo por sus hijos el mundo habrá perdido todo su sentido. Es cierto que hay personas desequilibradas que no lo hacen, e incluso, cometen tropelías peores, pero por fortuna, son excepciones.
EliminarAgradezco tu lectura y tus palabras, María José
Un abrazo
Debido a lo que vivimos o nos han ido inculcado desde pequeños, el ser humano me parece que es temeroso por naturaleza. Nos asusta un ruido, la posibildad de coger un catarro, de que nos den calabazas, un posible castigo... En las pelis vemos muchos héroes y, aunque también alguno hay dispuesto a actuar como tal, en el realidad la cosa parece cambiar. Así, como algunos actúan sin pensarlo, otros sopesan hasta el último imprevisto, dejando pasar la "oportunidad". Aquí, nuestro héroe podría pensar: y si el "posible" niño no es mío, y si la madre no le dice nada de como he actuado por él, y si no llega a nacer, y si a pesar de mi sacrificio nadie me recuerda... Pero nuestro héroe parece obviar todas sus dudas, si es que las tiene. Esperemos que su hijo y el resto de la humanidad se lo agradezcan adecuadamente. Me ha gustado, Ángel. Saludos y suerte.
ResponderEliminarEs cierto que vivimos en un miedo permanente, somos frágiles y lo sabemos, algún día desapareceremos de este valle de alegría a ratos y lágrimas que, con sus defectos, es lo único que conocemos y a él nos aferramos. Somos así. Por ello, cuando surge alguien con las ideas claras, dispuesto a arriesgar o incluso perder ese don preciado e irreemplazable que llamamos vida, por ayudar a otros, le consideramos un héroe, su actitud nos sorprende. Héroes anónimos ha habido muchos, pero las circunstancias no nos han permitido conocerlos. El protagonista quiere dejar constancia a ese hijo de los motivos por los que no va a tener padre.
EliminarMuchas gracias por tu interesante reflexión y un abrazo, Jesús
Imposible contar en menos palabras una historia tan grande. Saludos, Ángel
ResponderEliminarIntentamos aprovechar los recursos que tenemos cincuenta palabras y a veces hasta menos, de eso tú sabes mucho, Plácido.
EliminarMuchas gracias. Saludos
Dar la vida por los nuestros... Un precioso relato que en una película de cienciaficción yo no habría disfrutado, el poder de las letras es infinito como el universo. Un abrazo.
ResponderEliminarPersonas que han dado la vida por otros ha habido muchas a lo largo de la historia y no deja de haberlas. Sea como sea el futuro, seguro que no será diferente y, como bien dices, las letras nos permiten imaginarlo.
EliminarGracias y un abrazo, Carmen
Uauu, Angel! Qué genial historia y qué arte resumiendo en cincuenta palabras. Me dejas a mí sin ninguna.
ResponderEliminarDos fuertes abrazacos, artista.
No te imagino quedándote sin buenas palabras, escritas o verbales. Ya me gustaría a mí tener tu facilidad para decir lo más apropiado en el momento más oportuno.
EliminarMuchas gracias, fenómeno.
Ahí van otros dos abrazacos fuertes
Impresionante, Ángel.
ResponderEliminarCuánta historia supiste contarnos en cincuenta palabras.
Pasar por esta página siempre es un placer: asombro, risas, sorpresa, evocación, anecdotarios, escenas imperdibles.
Un abrazo y felicitaciones para todos los contadores de cuentos.
Esa página tan especial no deja a nadie indiferente. Tiene algo de magia y está hecha para el puro disfrute, un lugar donde todos nos enriquecemos.
EliminarGracias por lo que me toca, Lu
Un abrazo
¡Caray, Ángel! originalísimo e intergaláctico microrrelato el tuyo. Eres una verdadera caja de sorpresas, pero todas son buenas (esa es la diferencia con respecto al resto de los mortales...). Enhorabuena, amigo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pues yo creo que eres tú la que andas más cerca de lo divino que de lo humano. Tu inquietud y tus buenas letras te avalan.
EliminarMuchas gracias, María José.
Un abrazo fuerte
Una escena de ficción que, quien sabe si se dará algún día...
ResponderEliminarNo me gustaría ser testigo de algo así.
Bien contado como siempre y tu imaginación siempre por todo lo alto esta vez hasta el espacio.
Eres infinito, amgio. Las musas te acompañan.
Besicos, Ángel.
Esperemos que hoy o en el futuro, un padre pueda demostrar el amor por su hijo, incluso antes de conocerlo, sin que se tengan que dar situaciones tan extremas.
EliminarGracias, Carmen, por tus amables palabras y por tu amistad.
Un abrazo grande
¡Jolín, Ángel! Siento pavor...
ResponderEliminarLos padres, ¡ay, los padres! ¿Qué es lo que no hace un padre por un hijo? Aunque hay que reconocer que este hombre ya se ha pasado...
Sin duda alguna a este niño le hablarán de su padre, incluso saldrá en los libros de historia.
Nos has relatado de forma magistral parte de una vida actual e incluso parte de una vida futura. Lo tuyo es mucho...
Un beso grande, junto con mi enhorabuena por este micro tan original, que aunque parezca que pertenece al campo de la ciencia ficción, está también cerca de la realidad. (Luego dices que no quedan temas...).
Malu.
Como bien dices, hay una realidad inalterable, no importa el tiempo que pase, la época en la que se produce o las modas. o las modas. Un padre, si es como debe, dará todo por un hijo; si de paso salva a la Humanidad mejor aún.
EliminarQue no falten los buenos sentimientos como los que el protagonista ha demostrado, pero sobre todo, que no falten nunca tus palabras y tus buenas letras.
Mil gracias y un abrazo fuerte, Malu
Ángel, qué historia tan bonita has escrito. El sacrificio que va a realizar el padre no tiene precio. Qué detalle dejar ese pedazo de regalo a su hija; ella crecerá orgullosa de él y verá todo lo que le rodea como un regalo de su padre, y nunca mejor dicho, pues antes de que nazca ya le ha dado la vida ¡dos veces!.
ResponderEliminarTodo un Súper Padre. Enhorabuena por el micro.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho la frase que apuntas al final de tu comentario, pues es cierto que el protagonista ha dado dos veces la vida por su hija. Ella crecerá sin un padre, aunque quizá, como él ha deseado, esa mujer y madre conozca a un buen hombre, en cuyo caso la pequeña volverá a tener una suerte doble: dos buenos padres que velarán por ella, uno terrenal y otro en otra dimensión, además de su madre, claro está.
EliminarMuchas gracias por tu lectura y por tus amables palabras.
Un abrazo, Enrique
Quiero pensar que todos llevamos dentro un héroe, y que este puede surgir en cuanto se produzcan las circunstancias necesarias. Las que tú planteas creo que serían suficientes para que se produjera el fenómeno en cualquiera de nosotros sin dudarlo un solo instante. Me sorprende una vez más el don que tienes para generar tan grandes historias (esta es colosal) con tan pocas palabras, así como para llenar el interior de tus personajes con las emociones y sentimientos oportunos.
ResponderEliminarImpecable relato, Ángel, manejando estructura y contenido con enorme maestría.
Enhorabuena, amigo.
Un abrazo.
Si por un hijo y, de paso, por salvar a la humanidad entera, no sale lo mejor de nosotros, es que esa versión que creíamos tener, o deberíamos, no existe. Nunca sabremos a ciencia cierta cuál será nuestra reacción en determinados momentos a no ser que se produzcan, pero queremos pensar que la respuesta adecuada, que no siempre es la más fácil, tendría que ser la que aflorase.
EliminarA mí me asombra la variedad de temas que abordas, pero no menos que la forma en que lo haces.
Mil gracias por tus palabras, amigo, por éstas y por todas.
Un abrazo grande, Enrique
Tu imaginación no tiene límites, Àngel, y en todos los registros. Hoy sorprendes con un súper-mega-héroe que salva a toda la Humanidad por amor a un niño aún por nacer.
ResponderEliminarUn beso, crak.
Al hilo de una frase de tu comentario, se podría extraer la siguiente sentencia: "quien salva a un niño, salva a toda la Humanidad". Por amor somos capaces de cualquier cosa. El amor hacia alguien que aún no se conoce, pero se siente, es posible.
EliminarMil gracias, Asun
Un beso, campeona
Tu relato me recuerda alguna película de ciencia ficción, y la que más me recuerda es Armageddon, en la que un asteroide amenaza la supervivencia de la Tierra, también aquí hay el sacrificio de una vida, la del personaje que interpreta Bruce Willis, también por toda la humanidad y por su hija, ya adulta, salvando, igualmente, al prometido de esta que le ha acompañado en la misión.
ResponderEliminarLo que sí es cierto es que vivimos en un planeta y en un universo inestables, y que una situación como la que describes, o como la de tantas novelas y películas de ciencia ficción podría darse.
Y en esos momentos críticos, como en tantos otros a lo largo de la Historia, es seguro que no faltarían personas dispuestas a sacrificar sus vidas para salvar a mucha gente o la toda la humanidad.
Y este para mí es un gran misterio, el que dentro del género humano haya auténticos monstruos capaces de cometer los más espantosos de los genocidios, y personas altruistas y generosas que están dispuestas a perder sus vidas por salvar las de muchos otros, es algo que vemos incluso en la vida cotidiana. ¿Por qué ese abismo entre el comportamiento entre unas y otras personas, algo que a veces se da hasta entre hermanos?
Y, en el caso de esos héroes, ocurre muchas veces que salvan a personas que apenas conocen, o no conocen, así que con mucha más razón se dará con un padre por su hijo.
Dicho todo lo anterior, y como ya han comentado algunos compañeros, tu historia tiene un gran dramatismo, tanto a nivel individual como a nivel de toda la humanidad, pues uno se pone en situación e imagina la angustia de todos los mortales ante la amenaza, y luego el respiro cuando el peligro pasa; además de imaginar a ese niño convertido en un hombre pensando en su padre.
Genial, Ángel, un fuerte abrazo.
Si digo que tus comentarios son un lujo seguro que me repito, pero no por reiterado por mi parte deja de ser menos cierto. Siento mi ignorancia, creo que no confesada hasta ahora, pero aunque suene raro tengo que decir que aún no he visto la película Armageddon. Sé que aparece Bruce Willis y un meteorito que se dirige contra la Tierra, hasta ahí llega mi conocimiento, de hecho, por ti me entero del desenlace, cosa que no me importa, por supuesto, ya iba siendo hora. A ver si un día puedo verla. En Disney París hay una atracción con el mismo nombre en la que he tenido ocasión de montar dos veces ya, pero desconozco si tiene mucho que ver con la película o solo se basa en ella de manera lejana; en fin, lo mío tiene delito. Hecha esta confesión, la posibilidad que apuntas de que un cuerpo celeste de dimensiones considerables se estrelle contra el planeta con fatales consecuencias no es tan remota; como bien sabes, se trata de la principal hipótesis que se maneja actualmente en el caso de los dinosaurios, anteriores a nuestra especie.
EliminarAl igual que te sucede a ti, me resulta fascinante que el ser humano sea capaz de lo mejor y de lo peor. Dicen que nadie sabe en realidad cómo es hasta que no se encuentra en una situación extrema, ahí es cuando se producen las heroicidades y las cobardías, aflora aquello de lo que somos capaces o nuestros límites.
Si es cierto que hay otra vida después de ésta, acortar la primera para que otros puedan sobrevivir solo sería adelantar lo inevitable, pero aun así se trataría de un sacrificio encomiable que no todo el mundo estaría dispuesto a asumir.
Agradezco mucho tus palabras, que merecen conservarse como el tesoro que son.
Gracias otra vez y un abrazo fuerte, Enrique