Última voluntad
Con la noche como aliada y la soledad de testigo, se encaminó hacia lo desconocido. En su hatillo, esquirlas de caducos sueños por salvoconducto. La hallaron en la frontera entre ambos mundos con la esperanza aún dibujada en su rostro y una mirada de súplica que acudió en su auxilio.
El horizonte de los sueños está sobrevalorado, creo que deberíamos saber reconvenir nuestros proyectos, ajustar nuestras pretensiones (a veces, necesidades creadas) escuchando nuestro núcleo interior, que casi nunca demanda tanto como queremos conseguir.
ResponderEliminarTu bello relato destila la tristeza de quien perdido definitivamente, muere en la soledad de la desesperanza. saludos, FRN
Y seguro que ese núcleo interior no cesaba de gritarle que la vida, como ya se encargó de hacérnoslo saber Calderón de la Barca, no deja de ser un sueño. Gracias por tu comentario, Manuel.
EliminarUn abrazo.
Un abrazo, Fina, con las iniciales se me ha olvidado que eras tú.
EliminarEso me había parecido ;)
EliminarPuede que me equivoque, pero me ha parecido ver en tu protagonista a una persona sola a su pesar, llena de frustraciones, en un intento de suicidio, viendo cómo, a pesar de todo, alguien acude en su auxilio antes de que este acto de poner fin a su vida se convierta en verdad en su última voluntad, de ahí esa esperanza en el rostro y esa mirada de súplica. Una acción, narrada con un lenguaje claro y hermoso, que solo trataba de llamar la atención, eso si, de forma desesperada.
ResponderEliminarUn abrazo, Fina
Bravo, Ángel. Yo no lo habría explicado mejor.
EliminarUn abrazo.
Tal vez la última voluntad de tu protagonista es que alguien evitara lo que iba a ocurrir, es un grito desesperado de ayuda.
ResponderEliminarRelato escrito con un lenguaje poético que hace sentir la situación de la protagonista.
Me ha gustado, Fina.
Besos.
O tal vez es que, dado que todo le salía mal, esperaba que al menos eso fuera una excepción. Me alegro de que te haya gustado, Javier.
EliminarUn abrazo.
Me gusta el tono que le has dado al micro, para exponer una terrible realidad.
ResponderEliminarHas querido darle un punto de esperanza con la mirada de súplica que acudió en su auxilio. ¿Lo consiguió?...
Suerte y un besito virtual
¿Que si lo consiguió? Seamos positivos ;)
EliminarGracias, María Jesús.
Un abrazo.
Desesperada la decisión que adopta la protagonista al ver arruinarse sus sueños, aunque finaliza con un atisbo de esperanza ante la llegada de auxilio en esos momentos extremos. Un drama que se hace bello por lo delicadamente contado. Enhorabuena, Fina.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Magnífico micro, Fina. La única solución contra la desesperanza es no detenerse, continuar. Saludos
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Plácido.
EliminarUn abrazo.
La noche y la soledad no son buenas compañeras. Si tenía la esperanza en el rostro, que según parece halló respuesta, nos alegramos de que no sea su última voluntad y que pueda tener muchos más.
ResponderEliminarLo has contado muy bonito.
Un abrazo.
Carme.
Has contado de modo poético la soledad y la pérdida de los sueños del personaje al borde del suicidio. Menos mal que hay una sonrisa final en su petición de ayuda.
ResponderEliminarUn bello micro, Fina. Un beso.
Hermosa metáfora de cincuenta palabras con la que describes el momento de tránsito de la vida a la muerte, en soledad, de una persona que sin duda merecía un final mejor. Esa última voluntad deja abierta la puerta de la imaginación, aunque supongo que en su situación se trata del anhelo de compañía de algún ser querido.
ResponderEliminarMuy bueno, Fina.
Un abrazo.
Que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son...
ResponderEliminarExtraordinariamente narrado, querida Fina, una historia de desesperación que nos deja ver una pizca de esperanza al final.
Como me gusta quedarme con lo positivo, me agarro a esa mirada y me quedo con ella, si acudió a su auxilio por algo sería.
Un beso grande. La historia brutal, me ha impactado. Enhorabuena.
Malu.
Muchísimas gracias por vuestros comentarios, M. Carme, Carmen, Enrique y Malu.
ResponderEliminarUn abrazo para cada uno.