Único tripulante
Las ocho. Suena el despertador. A oscuras me levanto, y acercándome a la ventana subo el estor procurando que la luz matutina no me ciegue, pero en lugar de un resplandor hay un arrecife de coral por donde asoma una y otra vez un pez olvidadizo. Hoy tampoco me rescatarán...
Angustia de un tiempo contado de alguien encerrado, tal vez, en su propio naufragio. Me parece un relato soberbio que abre una ventana inmensa a lo que no nos cuenta, con lo cual adquiere una fuerza inaudita. Los pelos como escarpias. Saludos, Olga.
ResponderEliminarEste "Único tripulante" es un grito de desesperación, de soledad. Este personaje sumergido en la profundidad del mar, ya no contempla la belleza del mismo, solo busca la libertad.
ResponderEliminarOlga muy buen relato, me ha gustado mucho.
Besos.
Lo que parece el amanecer de un nuevo día, con todas sus promesas y posibilidades, queda convertido, con un buen giro final, en la angustia de un cautivo solitario. Sabemos que está vivo, no cuanto tiempo aguantará, el aire restante, o los suministros que le quedan. Aún se atisba algo de esperanza en él, aunque cada vez más remota, la frase final y los puntos suspensivos reflejan cierta y lógica desesperación.
ResponderEliminarUn relato que deja con una lograda incertidumbre inquietante.
Un abrazo, Olga
Para mí, la clave del relato está en ese pez olvidadizo, que parece burlarse del protagonista que mira por esa ventana desde la que choca con el muro de coral que le impide recordar quién es. Un día más. Digo...
ResponderEliminarPrecioso y sugerente, Olga.
La rutina de la desesperación.
ResponderEliminarDesde lo cotidiano, nos dejas en una situación inesperada y con ciertos tintes surrealistas que reflejan, quizás, la preocupante locura que se instala en aquel, o aquella, que demasiado tiempo espera rescate.
un micro bien construido y complejo, con un final abierto, pero que a la vez deja cerrada la historia.
Excelente, Olga. Enhorabuena.
Un abrazo.
Yo veo a alguien olvidadizo y resignado con su propia realidad. Cada mañana sube el estor, creyendo/imaginando lo que no es. No hay luz matutina, como de costumbre...
ResponderEliminarMe ha encantado tu cincuenta. Enhorabuena.
Hola, Olga.
ResponderEliminarMe gustan muchas cosas de tu relato. Ese comienzo con una rutina diaria con el que nos preparas para algo…que no será. La sorpresa del arrecife donde esperamos el resplandor. El que hayas transferido a un pez la cualidad de olvidadizo del prota. Y esa brevísima frase final donde está contenida toda la historia.
El resultado es un micro genial. Enhorabuena.
Besos
Lo que parece una mañana más se convierte en otro día de angustia. Mejor que el protagonista trate de salir de allí sin esperar a nadie.
ResponderEliminarSaludos, Olga
Me gusta, Olga. Yo lo veo, aparte del trasfondo que destacan los compañeros, como una especie de cuento de ciencia ficción; podría ser un astronauta, por ejemplo, el protagonista. saludos y suerte.
ResponderEliminarOlga, me encanta leerte por aquí.
ResponderEliminarLa verdad es que cuanto más leo el micro, más cosas me sugiere y más historias diferentes vienen a mi mente. Esto es lo que me gusta de las historias, que tengan infinitas posibilidades.
Enhorabuena, un beso grande.
Malu.
Sé que es un naufragio, o alguien a la deriva buscando que lo rescaten. Pero, por un momento pensé que era un mundo acuático gobernado por peces, y el era la mascota, encerrado en su urna de cristal, y me ha fascinado la idea. En fin... Te mando un gran abrazo desde estas líneas Olga.
ResponderEliminarOlga, De las muchas interpretaciones que sugiere tu historia, me quedo con la del pez recluido en el acuario. Todo un símbolo de lo atrapados que estamos todos en el espacio cercado del océano de la vida.
ResponderEliminarTe felicito porque cada día te superas más y más.
Besito virtual
El único tripulante sigue con su rutina diaria. De pronto somos conscientes de su aislamiento, de su soledad. La visita de este pez olvidadizo le transmite al protagonista su propio olvido y desamparo. Poco importa la belleza de los arrecifes de coral. Lo que espera y necesita es luz, libertad y comunicación.
ResponderEliminarUn micro de varios y simbólicos sigmifivados. Un beso, Olga.
significados*
ResponderEliminarCreo que anoche era ya un poco tarde cuando comenté. ¡Ja, ja, ja!
Muchas gracias a tod@s por vuestros comentarios, siempre tan amables y constructivos.
ResponderEliminarSiento no tener tiempo para leer y comentar. Estoy de obras en casa y me he trasladado a otra donde el WiFi llega a duras penas... Espero que antes de junio este desorden de vida que llevamos haya finalizado.
Por si acaso, os deseo a todos buen verano.
Muchos besos.
Donde dice junio, debería decir julio.
ResponderEliminarA mi también me pasa, Carmen.
Veo un montón de posibilidades en tu micro.
ResponderEliminarEntiendo que hay alguien naufragando esperando un rescate que parece que no llega. Puede ser tan sólo una sensación de alguien deprimido que no encuentra salida ni escapatoria. De cualquier modo, es un micro genial. Felicidades, Olga.
Besos.
Olga, tu relato me encanta, con toda la sugerencia que lo envuelve. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.