Vanidad por los suelos
Ayer tuve un combate contra el asfalto: me caí de la bicicleta. Naturalmente, lo perdí por puntos. Por suerte, no hubo puntos... de sutura. Pusieron un pedrusco en el arcén y la abrasiva caricia del pavimento me transformó en ecce homo. ¡Qué lástima que nadie lo grabara con su móvil!
Tiene toda la gracia tu micro, hoy día si nadie nos graba, no existimos. La todopoderosa imagen se ha hecho imprescindible, pues detrás de ella, está, cómo no, agazapada la vanidad de un ego descomunal. Saludos, Francisco.
ResponderEliminarBueno, ya sabes, además, que a los móviles los llaman "armas de distracción masiva".
EliminarFue una pena que no se grabase. Es lo más extraño del relato, jejeje!
ResponderEliminarMuy bueno, ahijado.
Te envío un fuerte abrazo, ahijado de letras.
La cosa más vulnerable y, sin embargo, más invencible es la vanidad humana: su fuerza crece incluso al ser herida y puede acabar por llegar a ser gigantesca. Bueno, Isidro, esto no es mío. Se adelantó un tal Nietzsche.
EliminarLástima... hemos perdido un vídeo viral para el whassapeo jejeje
ResponderEliminarAinsss se ha sentido esa "abrasiva caricia" ufff. Tiene que doler más que la vanidad... o no! Jejeje
Muy divertido tu micro.
Felicidades!
El caso es que hablen de uno aunque sea mal, por haberse dado un morrón. Nos creemos importantes, nos gusta ser protagonistas, todos en busca de un minuto de gloria y reconocimiento. No importa terminar hecho unos zorros tras una caída en bicicleta, el problema es que no haya quedado registrado.
ResponderEliminarUn relato divertido con una filosofía actual y más extendida de lo que parece.
Un saludo, Francisco
¿Qué pena que nadie lo grabase? Hay quien quiere salir en la tele o en YouTube aunque sea haciendo el ridículo. Por lo demás, conviene no pelearse con el asfalto: casi siempre gana.
ResponderEliminarSaludos, Francisco
Si es que el suelo está muy duro. No merece la pena luchar contra el asfalto; no tiene piedad ninguna y no se anda con miramientos. Al final, cualquiera puede caer y más si se va en bicicleta. Hay caídas que pueden ser graciosas pero yo recuerdo cuando veía programas que retransmitían accidentes y caídas que no me resultaba gracioso al pensar en el dolor que sentiría la víctima de turno.
ResponderEliminarBuen micro, Francisco.
Pues sí, tienes razón, lo raro es que no lo grabara nadie.
ResponderEliminarMuy bien traída esa vanidad por los suelos.
Malu.