Vuela
Inspira. Despacio, muy despacio sigue andando por la acera que huele a antiguo. Nota el calor del sol, nota las cosquillas del viento en su cara, escucha su pasos cada vez más firmes. Inspira. Ya no hay lagrimas en sus ojos, sólo un ligero sabor amargo en los labios. Sonríe.
Muy delicada la manera en que nos despierta la mañana con tu relato, que toma el pulso al dolor y lo hace volar para no quedar enredado en su madeja.
ResponderEliminarInspirador, como un soplo de aire fresco.
Saludos, Lau
Nada mejor que un paseo para despejarse. Esperanzador relato.
ResponderEliminarUn saludo.
Has acertado, Lau: no hay disgusto que no pueda solucionar una buena caminata.
ResponderEliminarSaludos