Agitada mente
Qué caro está todo. El niño al médico. Un ERE en la empresa de Lolo. ¿Cuándo le daban las notas? La derrama del ascensor nuevo. Suenan sirenas... ¿Qué pondré de comer mañana? Me noto un bulto por aquí... ¿Bomberos en la escalera? Llega el verano. El próximo curso, uniforme nuevo.
Un relato que viene a ser una pequeña crónica del mundo en el que nos movemos, demasiado ajetreado. Cómo no se va a agitar la mente y a resentir el espíritu.
ResponderEliminarDetenernos, respirar, ir cosa por cosa. Ese sería el camino, pero es más fácil de decir que de cumplir.
Un saludo, Maest
Detenernos, disfrutar, sentir el momento y todo eso que dice el mindfulness (como en el relato de Jero) que debemos hacer. Que está genial, pero que no siempre se puede llevar a la práctica. Las prisas nos llevan.
EliminarGracias Ángel.
Cinta sin fin. Días de marmota encadenados uno tras otro, rutina elevada a mil revoluciones por minuto... no hay mente que lo resista. Clavado, Maest. Saludos.
ResponderEliminarComo la vida misma, un día y otro y otro. Y cada vez se te acumulan más preocupaciones.
EliminarGracias Manuel.
Saludos
Es una sucesión de pensamientos que reflejan las preocupaciones de la vida cotidiana en tiempos de crisis.
ResponderEliminarMuy bien contada esa agitación mental, Maest. Un beso.
Las crisis nos aceleran más. Pero a veces corremos y no se llega a todo.
EliminarGracias Carmen.
Besos
A modo del Ulyses de Joice, retratas las miles de ideas que va pasando por la mente de tu personaje creando un estado de ansiedad al que lee y logrando tu cometido: meternos dentro del personaje. Yo no sé si sabes que lo que has hecho es extremadamente difícil porque, además, lo has hecho muy bien.
ResponderEliminarBuenísimo.
Un beso.
Lo del Ulises ya es otro liga que me queda muy muy muy lejana. Pero mucho.
EliminarYa es un premio que veas ese parecido en mi relato.
Mil gracias Pablo.
Besos
Vaya metedura de pata. Quise decir el Ulises de Joyce, que bailé la“y”.
EliminarBesos.
Qué difícil escribir así bien: da tanta ansiedad ir leyéndolo que parece que tenga el doble de palabras. Y el título, muy bueno.
ResponderEliminarAbracicos, Maest.
El título se lo debo a un relato largo de una compañera del taller de escritura. Mientras lo leía aparecieron esas dos palabras. Yo añadí las demás, que llegaron un poco a lo loco.
EliminarBesos Patricia
Gracias ☼ ♣
Me ha gustado mucho Maest :) Conciso, cercano agudo cómo la vida. Enhorabuena y suerte
ResponderEliminarConciso y acelerado :)
EliminarMuchas gracias Jero
Besos
No hay tregua para el acelerón de vida que se impone. Nos hemos hecho a no dejar ni un cabo suelto, a tener todo bajo control. A veces, creo, deberíamos parar un poquito aunque fuese para coger aire. Ya será difícil, desde luego... Fiel reflejo de la realidad, muy conseguido. Me ha gustado, Maest. Un abrazo.
ResponderEliminarPotente flash. Me suena. Me duele. Un saludo, Maest.
ResponderEliminar¡Por Dios! ¡Qué agobiante! Esa mujer necesita relajarse. Le aconsejo que escriba microrrelatos de cincuenta palabras. A mí me ayuda.
ResponderEliminarMaest, enhorabuena por el micro. Saludos
A veces la mente va a mil por hora, hay que aprender a pararse y priorizar. O escribir relatos de 50, como dice Plácido. A mí también me ayuda.
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